Esta es ya la última entrega de los resúmenes de las conferencias a las que asistí aquí, en Alcalá de Henares, en el primer Primer Congreso Internacional de Conferencias de Novela Gráfica y Cómic. Creo que ha sido un congreso muy completo, en el cual si mi inglés fuera bueno podría haber sido para mí incluso más abundante en conocer las ideas que están bullendo ahora en el Noveno Arte. No os entretengo mucho porque ya se han dicho muchas cosas en entregas anteriores. Creo que Esther Claudio, con esto, ha dado un paso más en su muy prometedor y brillante futuro. Esposible que, además, exista un segundo congreso el año que viene en vista de que la confluencia de asistentes y de conferenciantes de todo el planeta ha transformado este congreso en el más importante del año de la Universidad de Alcalá de Henares, en palabras de Gurpegui, como ya se comentó. Lástima que la miopía local y nacional sobre el Noveno Arte aún sea tan profunda en general para valorarlo que no haya tenido toda la atención que un evento así requería, teniendo en cuenta que los últimos precedentes de algo así estaban en Francia hace unas décadas, pues aunque han existido muestras, salones y encuentros sobre el tema, nunca había habido antes un congreso tan interdisciplinar como este en torno al cómic. Hemos hecho Historia dentro de lo que concierne al Noveno Arte, y no parece que haya llamado la atención pero lo hará con e tiempo. Estoy seguro de ello. Lo hará según el cómic vaya ocupando en el mundo del arte español el espacio que ya ocupa en el resto del mundo cada vez más. Que la cerveza os acompañe.
Luis Jefté Lacourt: "El idioma español en los cómics en Puerto Rico: ¿aliado o villano?" (Universidad de Puerto Rico).
Luis Jefté es un hombre joven muy agradable y muy dinámico. Un gran diplomático de la palabra, te da confianza para hablar con propiedad de las cosas. Retomó en su conferencia el asunto del mundo del cómic en Puerto Rico que ya se trató en la conferencia sobre "Changay", que se puede ver por aquí. La verdad es que el terma del cómic latinoamericano ha sido una constante en el congreso, quizá porque están ahora mismo ebullendo. Si en aquella otra conferencia se nos hablaba de un panorama esperanzador pero muy débil y lleno de problemas, Jefté (que participa de la asociación de periodistas y artistas para el fomento del cómic Funny Fish Fountain Comics) nos recuerda en esta ocasión que los cómic de Puerto Rico llegaron tarde y en blanco y negro de la mano de su vecino, al que están asociados, Estados Unidos. Estos cómic eran los propios de Marvel y Detective Comics (DC), aunque el que más prosperaba eran las historietas de Flash Gordon. Aunque muchos de los títulos que ofertaban eran en color, no llegaron a la isla así hasta la década de 1960', y sobre todo de 1980'. Allí los cómics son llamados "paquines" (de: pasquines), de mismo modo que aquí en España tienen el nombre autóctono de tebeos. El primer creador de cómics puertorriqueño será Ismael Rodríguez Báez, con títulos como "Dígame, don Luis" (1967). Sus cómics eran de carácter educativo y propagandístico. Sólo en la década de 1980' se comienza a crear cómics de ciencia ficción y temas fantásticos. Eso fue a partir de 1985 de la mano de J.H. Vazz (José H. Vázquez) con el primer número de la revista Ventana, donde aparecían por primera vez superhéroes netamente puertorriqueños en su creación y desarrollo. El cómic de este país tuvo (y tiene) los problemas que ya se comentaron en la conferencia de sobre "Changay", siendo ese título de 1993-1997, de David Álvarez, el más exitoso de todos los títulos que han creado hasta la fecha. El objetivo de los creadores puertorriqueños era y es llegar con sus obras a Estados Unidos de América, aunque pocos, o casi ninguno lo ha logrado. Quizá por eso desde los años 1990' ha proliferado en la isla cómics editados en inglés y no en español. Para ello hay además otros factores. Pese a que hubo creadores que opinaron que había que crear cómics totalmente locales en Puerto Rico, la gran mayoría de los creadores actuales con los que cuentan piensan en una entrevista realizada este año que los lectores puertorriqueños quieren leer en inglés porque hablan inglés, y porque los libros educativos de sus escuelas son en inglés. La razón es que el mercado puertorriqueño debe comprar estos libros a Estados Unidos. Además parten de una premisa falsa, dice Jefté, en Puerto Rico, pese a estar asociados a Estados Unidos desde la guerra de 1898, no todo el mundo habla y entiende el inglés, siendo general y mayoritaria la lengua española. Desde los años 2000' las relaciones de Estados Unidos y Puerto Rico ha sido clave para el mundo del cómic puertorriqueño que ha despertado tan tardiamente. Esas relaciones se revalorizan en los creadores a través de que ahora pueden acceder a la televisión por cable norteamericana, lo que sirve para que se empapen de las teleseries y películas de allí, y que en los últimos años las grandes megalibrerías norteamericanas han desembarcado en Puerto Rico con sus productos ahondando los problemas y acabando con las librerias pequeñas puertorriqueñas y las producciones de allí. Abunda en el cómic puertorriqueño por tanto las producciones estadounidenses, pero no en inglés (como pretenden crear las suyas los creadores puertorriqueños) sino en traducciones al español. A menudo estas traducciones están mal hechas, con errores ortográficos y sintácticos, y contienen onomatopeyas anglosajonas imposibles en español. Para empeorar las cosas se confunden formas gramaticales y palabras del inglés y del español, creando una mezcla incorrecta que dificulta tanto su exportación como que el cómic sirva como un medio para mejorar el conocimiento del uso correcto del inglés o del español. Así pues, el estado de la cuestión del cómic puertorriqueño actualmente se basa en la necesidad de mejorar las ediciones que se están realizando, en la necesidad también de reforzar la educación del conocimiento del español y del inglés, y en la necesidad de fijarse en las técnicas y estructuras narrativas de cómics de otros lugares, para poder hacer próspero un mundo que en Puerto Rico ahora mismo es incipiente.
Daniel López-Serrano Páez: "Hugo Pratt y la Historia del siglo XX en Corto Maltés" (Universidad de Alcalá de Henares, investigador independiente, historiador, archivero, escritor).
A esta conferencia asistí porque como se puede leer la di yo mismo. Lo suyo es que de uno mismo en estas cosas hablen otros. Asíque sólo comentaré que haciendo caso a la idea interdisciplinar de Esther Claudio, traté de ofrecer una visión de la vida de Hugo Pratt íntimamente ligada a la de Corto Maltés (1967-1988), su personaje estrella, y las connotaciones que les marcan a ambos de lo que viven en el comienzo del siglo XX. Como ya se publicarán las actas ya hablaré de ello cuando las enlace íntegro todo. Sólo anotar aquí el gran parecido físico que creó el propio Pratt con Corto Maltés, pero también con Luca Zane, de Ana de la Jungla (1959), donde por cierto la propia Ana de esa historia tenía la cara de Anne Frognier, su primera esposa, algo no inusual en Pratt, pues el amor imposible de Corto, Pandora Groovesnore, tenía la cara de Gisela Dexter, la tercera esposa de Pratt. La obra de Pratt está llena de referencias muy cultas y de gran documentación histórica y literaria, pero también es en sí toda una referencia de autobiografía oculta. No obstante, y sin contar más pues ya digo que no me corresponde a mí y prefiero esperar a la publicación de las actas, os reproduzco una entrevista a Hugo Pratt que le hizo Numa Sadoul en 1978 como lo que considero la clave para entender toda la obra de Pratt:
“NUMA SADOUL: (…) Puedes seguir hablándome de tu vida.
HUGO PRATT: ¡Mi vida!...
NUMA SADOUL: Sí, pero evitando por hoy hablar de historietas, ¿te parece?
HUGO PRATT: ¡Bien, estupendo!
NUMA SADOUL: Habíamos quedado en la llegada de tu abuelo a Venecia…
HUGO PRATT: Mi vida… Contarla así no es justo. Quisiera decir muchas cosas, hablar de grandes amores, de sentimientos hondos, de mujeres, pero para ello debería haber a mi lado alguien que pudiera rectificar mis palabras. (…) Ya sabes que en cierta ocasión escribí una especie de autobiografía. En ella hablaba de mí a través de diversas personas. Todo el mundo dijo que era estupenda y divertida, cuando yo creía haber escrito un libro triste. (…)
NUMA SADOUL: Creían que, una vez más, habías inventado, que te divertías a su costa. Después de todo tú tienes la culpa: cuando necesitas decir la verdad nadie te toma en serio. Es la fábula del zagal que gritaba: ‘¡qué viene el lobo!’ y que me contaron de pequeño.
HUGO PRATT: De acuerdo, pero yo creo interesante contar las cosas verdaderas como si fueran leyenda, y a la inversa. A menudo he dicho verdades de tal forma que han pasado inadvertidas. Borges ha escrito bastante en ese estilo (…).”
“NUMA SADOUL: (…) Puedes seguir hablándome de tu vida.
HUGO PRATT: ¡Mi vida!...
NUMA SADOUL: Sí, pero evitando por hoy hablar de historietas, ¿te parece?
HUGO PRATT: ¡Bien, estupendo!
NUMA SADOUL: Habíamos quedado en la llegada de tu abuelo a Venecia…
HUGO PRATT: Mi vida… Contarla así no es justo. Quisiera decir muchas cosas, hablar de grandes amores, de sentimientos hondos, de mujeres, pero para ello debería haber a mi lado alguien que pudiera rectificar mis palabras. (…) Ya sabes que en cierta ocasión escribí una especie de autobiografía. En ella hablaba de mí a través de diversas personas. Todo el mundo dijo que era estupenda y divertida, cuando yo creía haber escrito un libro triste. (…)
NUMA SADOUL: Creían que, una vez más, habías inventado, que te divertías a su costa. Después de todo tú tienes la culpa: cuando necesitas decir la verdad nadie te toma en serio. Es la fábula del zagal que gritaba: ‘¡qué viene el lobo!’ y que me contaron de pequeño.
HUGO PRATT: De acuerdo, pero yo creo interesante contar las cosas verdaderas como si fueran leyenda, y a la inversa. A menudo he dicho verdades de tal forma que han pasado inadvertidas. Borges ha escrito bastante en ese estilo (…).”
Manuel Barrero: "Viñetas arcaicas. Luis Mariani y los primeros ensayos de historietas en España" (Universidad de Sevilla, uno de los creadores de Tebeosfera).
Para mí fue un placer conocer y compartir mesa (y comida) con Manuel Barrero, una de las mentes más inquietas de los creadores de Tebeosfera, un portal e referencia en el mundo del cómic español, con una catalogación impagable y muy bien realizada, a la par que completa, y que para poder mantenerse y aumentar necesita últimamente de autofinanciarse mediante donaciones económicas y aportaciones de datos (voluntarios, pasen por la web, es necesario). Barrero trataría el comienzo del cómic en España, pero antes de eso recordó que el inglés George Cruikshank había creado en la década de 1830' unas viñetas que podrían parecerse a viñetas de cómics. Sus dibujos obviamente bidimensionales abandonaban la idea de cubrir una página para estar simplemente acompañando textos de una página de prensa. Además hay viñetas que no están impresas, sino que están grabadas, trazadas, etcétera, cuestión técnica que es la que plantea el debate problemático de si son cómic o no, y cuyo debate, ya repasado en conferencias anteriores, está abierto a todo tipo de aportaciones, observaciones y estudios. Para Barrero debe contar para considerarse cómic un dibujo que contenga un relato autónomo de otras historias que se necesiten concoer previamente. Deben pues hacer comprender una historia con el mero hecho de ver el dibujo, sin necesidad de recurrir a a otras historias aprendidas o conocidas. Para ser un relato autónomo él considera que debe cumplir con:
1.- El lenguaje que use, escrito o no o ambos, debe formar una temporalidad.
2.- La teconología con el que se cree debe garantizar su difusión ampliamente.
3.- Debe ser una obra en su conjunto, y no dependiente de otros aportes que no vengan de dibujos.
A nivel internacional Barrero considera que la Historia inicial del Noveno Arte contiene tres fases:
1.- Antes del siglo XVIII: Aparición de historias en imágenes contadas en relieves, miniados de libros, pinturas de retablos, prints e imaginería, dibujos de aleluyas, vidas y cartones, y la aparición de protohistorietas en el siglo XVIII que ya hemos visto en otras conferencias anteriores. Pero esto no sería propiamente cómic ni protocómic según Barrero.
2.- Siglo XVIII: Los protocómic que aparecen, ya comentados como hemos dicho, podrían considerarse como tales porque usan imágenes contrapuestas o imágenes simples, que muestran claramente una secuencia temporal de un antes y un después para poder entenderlas. En otras ocasiones hay diversas imágenes sobre un mismo asunto que muestran una sucesión temporal y espacial preogresiva. Siempre cumpliendo los tres puntos por los que Barrero considera un relato una imagen autónoma.
3.- Siglo XIX: Ahora sí aparecería propiamente el cómic. Lo hace con viñetas satíricas en periódicos y por sucesiones temporales en el relato gracias a textos al pie de viñeta. Esto, como hemos visto en otros conferenciantes, tiene sus pegas y sus discrepantes. En todo caso Barrero no cita aquí a un autor concreto como pionero, que sería el caso de Töpffer desde el ya citado 1827, sino a varios, como el citado George Cruikshank, o Robert Seymour, William Heat o C.J. Cont. Esta gente, junto a otros, sería los pioneros todos juntos desde 1827 a 1859 en Francia y Reino Unido principalmente, y otros lugares de Europa y Norteamérica.
Pero son los europeos los que nos interesan, porque ellos serían los que influenciaron a los españoles. En 1833, con el final del reinado de Fernando VII y el comienzo del de Isabel II en su minoría de edad, aparecerían en prensa diversos dibujos satíricos de carácter crítico con la política del momento, cosa que permitió entre otras cosas la relajación de las leyes que imponían la censura en los periódicos. Sin repasar los va y vienes de la compleja política e Historia de la España del reinado de Isabel II, el dibujo que más se aproximó a un cómic en la prensa lo produjo Manuel Moliné en 1859. Se trataba de una sátira llamada El cañón rayado. Se trataba de dos viñetas, y no de una, donde se mostraba un antes y un después para hacer la crítica política. Un hombre negro va a la guerra según le contesta a un hombre blanco español (se refieren a las guerras en Marruecos que tuvo España en esas fechas) muy ilusionado, y en la siguiente viñeta cuando le pregunta el hombre blanco de dónde viene le contesta su cabeza cortada volando por delante de una bola de cañón que viene de la guerra. Es desde luego lo más semejante a un cómic, en dos viñetas, pero con toda la intencionalidad de lo que sería un cómic.
Pero el gran creador y pionero español del cómic sería Luis Mariani. Este creador comenzó con una innovación tal como fue introducir en los periódicos una hoja suelta e independiente del resto del periódico con dibujos satíricos de la monarquía de Isabel II. Es lo que se llamaría un suplemento, y lo que podría considerarse una revista de cómics, una idea peregrina y primitiva de revistas de cómic de sátira política del siglo XX como La Codorniz o El Jueves. En 1864, en los estertores de esa monarquía de Isabel II, en exceso corrupta y arruinada, Mariani creó una lámina llamada "El tío Clarín", de dos viñetas, y que igualmente se puede considerar un cómic más allá de sus anteriores creaciones de una sola viñeta.
En 1866 el panorama español en este sentido había tenido numerosos dibujos satíricos en su prensa, probablemente para que entendieran mejor las noticias las personas analfabetas. Así apareció un mundo de experimentación, como en e resto de Europa ya citado, En España esta vino de la mano de Juan Soldado, que pintó la narración de sus historias colocándolas al revés, mientras otros autores las numeraban para que el lector no se perdiera (hoy día el lenguaje de viñetas tiene numerosos tipos de experimentaciones, haciendo su orden de lectura sus formas, tamaños y ubicaciones en la página, así como que ayudan a expresar determinadas ideas y sensaciones narrativas, hay quien huye de los márgenes de viñeta, incluso). Juan Soldado pintó vidas y aleluyas. La experimentación llevó a cosas como pintar viñetas que se leían de abajo a arriba y de arriba a abajo, como en la literatura ergólica, estaban sin duda tratando de descubrir el lenguaje del cómic. Pero aún no es cómic, según Barrero, no son historietas, ya que son ensayos que necesitaban algo más en sus planteamientos para poder ser una sátira secuenciada. Sin embargo, sí que es verdad que abundan en la carga estética para lanzar sus mensajes acompañados de texto o con textos introducidos en esas imágenes. Además, en esta década también, destaca Valeriano Bécquer, hermano del poeta Gustavo Adolfo Bécquer, que pintaba imágenes similares al cómic que tuvieron una gran acogida de público lector. Vendió grandes tiradas para aquellos tiempos en España.
Con el Sexenio Revolucionario iniciado en 1868, y derrocada Isabel II, Luis Mariani crea la revista satírica "El Cencerro" en 1869 (monarquía de Amadeo I), que fue la publicación más difundida del momento. Mariani se consagró así como un autor de primer orden. Esta revista tenía artículos amplios que se acompañaban de dibujos de Mariani y otros autores, que daban ya pasos y pistas de creación de protocómic o protohistorietas en España. Pero sobre todo fue un lugar donde los creadores de la época de este Noveno Arte estuvieron en contacto. Así, en 1870 aparició el citado El tío Clarín, y en 1871 lanzaron Fray Liberto, obra que por cierto no firmaba Mariani, ya que nunca pintó nada contra la Iglesia, pues su hermano era obispo en Andalucia. La revista sufrió hasta cuatro cierres y por tanto cuatro épocas, las últimas no tenían que ver con Mariani, pues correspondieron a la II República Española (1931-1939). Y es que sus sátiras fueron patrimonializadas por la izquierda política ya desde la proclamación de la I República en 1873. En 1885 se creó el Almanaque del Cencerro, una recopilación de imágenes satíricas. Sus obras fueron reeditadas varias veces y sus dibujos fueron usados en diferentes décadas. En las páginas que inició Mariani no sólo se relacionaron diversos creadores pioneros del Noveno Arte en España, sino que ellos mismos, en las épocas más avanzadas de aquellas publicaciones crearon al fin una publicación llamada Historieta, que dio un primer nombre al cómic en España, y que reunía, ahora sí para Barrero, todas las características propias del cómic.
1.- El lenguaje que use, escrito o no o ambos, debe formar una temporalidad.
2.- La teconología con el que se cree debe garantizar su difusión ampliamente.
3.- Debe ser una obra en su conjunto, y no dependiente de otros aportes que no vengan de dibujos.
A nivel internacional Barrero considera que la Historia inicial del Noveno Arte contiene tres fases:
1.- Antes del siglo XVIII: Aparición de historias en imágenes contadas en relieves, miniados de libros, pinturas de retablos, prints e imaginería, dibujos de aleluyas, vidas y cartones, y la aparición de protohistorietas en el siglo XVIII que ya hemos visto en otras conferencias anteriores. Pero esto no sería propiamente cómic ni protocómic según Barrero.
2.- Siglo XVIII: Los protocómic que aparecen, ya comentados como hemos dicho, podrían considerarse como tales porque usan imágenes contrapuestas o imágenes simples, que muestran claramente una secuencia temporal de un antes y un después para poder entenderlas. En otras ocasiones hay diversas imágenes sobre un mismo asunto que muestran una sucesión temporal y espacial preogresiva. Siempre cumpliendo los tres puntos por los que Barrero considera un relato una imagen autónoma.
3.- Siglo XIX: Ahora sí aparecería propiamente el cómic. Lo hace con viñetas satíricas en periódicos y por sucesiones temporales en el relato gracias a textos al pie de viñeta. Esto, como hemos visto en otros conferenciantes, tiene sus pegas y sus discrepantes. En todo caso Barrero no cita aquí a un autor concreto como pionero, que sería el caso de Töpffer desde el ya citado 1827, sino a varios, como el citado George Cruikshank, o Robert Seymour, William Heat o C.J. Cont. Esta gente, junto a otros, sería los pioneros todos juntos desde 1827 a 1859 en Francia y Reino Unido principalmente, y otros lugares de Europa y Norteamérica.
Pero son los europeos los que nos interesan, porque ellos serían los que influenciaron a los españoles. En 1833, con el final del reinado de Fernando VII y el comienzo del de Isabel II en su minoría de edad, aparecerían en prensa diversos dibujos satíricos de carácter crítico con la política del momento, cosa que permitió entre otras cosas la relajación de las leyes que imponían la censura en los periódicos. Sin repasar los va y vienes de la compleja política e Historia de la España del reinado de Isabel II, el dibujo que más se aproximó a un cómic en la prensa lo produjo Manuel Moliné en 1859. Se trataba de una sátira llamada El cañón rayado. Se trataba de dos viñetas, y no de una, donde se mostraba un antes y un después para hacer la crítica política. Un hombre negro va a la guerra según le contesta a un hombre blanco español (se refieren a las guerras en Marruecos que tuvo España en esas fechas) muy ilusionado, y en la siguiente viñeta cuando le pregunta el hombre blanco de dónde viene le contesta su cabeza cortada volando por delante de una bola de cañón que viene de la guerra. Es desde luego lo más semejante a un cómic, en dos viñetas, pero con toda la intencionalidad de lo que sería un cómic.
Pero el gran creador y pionero español del cómic sería Luis Mariani. Este creador comenzó con una innovación tal como fue introducir en los periódicos una hoja suelta e independiente del resto del periódico con dibujos satíricos de la monarquía de Isabel II. Es lo que se llamaría un suplemento, y lo que podría considerarse una revista de cómics, una idea peregrina y primitiva de revistas de cómic de sátira política del siglo XX como La Codorniz o El Jueves. En 1864, en los estertores de esa monarquía de Isabel II, en exceso corrupta y arruinada, Mariani creó una lámina llamada "El tío Clarín", de dos viñetas, y que igualmente se puede considerar un cómic más allá de sus anteriores creaciones de una sola viñeta.
En 1866 el panorama español en este sentido había tenido numerosos dibujos satíricos en su prensa, probablemente para que entendieran mejor las noticias las personas analfabetas. Así apareció un mundo de experimentación, como en e resto de Europa ya citado, En España esta vino de la mano de Juan Soldado, que pintó la narración de sus historias colocándolas al revés, mientras otros autores las numeraban para que el lector no se perdiera (hoy día el lenguaje de viñetas tiene numerosos tipos de experimentaciones, haciendo su orden de lectura sus formas, tamaños y ubicaciones en la página, así como que ayudan a expresar determinadas ideas y sensaciones narrativas, hay quien huye de los márgenes de viñeta, incluso). Juan Soldado pintó vidas y aleluyas. La experimentación llevó a cosas como pintar viñetas que se leían de abajo a arriba y de arriba a abajo, como en la literatura ergólica, estaban sin duda tratando de descubrir el lenguaje del cómic. Pero aún no es cómic, según Barrero, no son historietas, ya que son ensayos que necesitaban algo más en sus planteamientos para poder ser una sátira secuenciada. Sin embargo, sí que es verdad que abundan en la carga estética para lanzar sus mensajes acompañados de texto o con textos introducidos en esas imágenes. Además, en esta década también, destaca Valeriano Bécquer, hermano del poeta Gustavo Adolfo Bécquer, que pintaba imágenes similares al cómic que tuvieron una gran acogida de público lector. Vendió grandes tiradas para aquellos tiempos en España.
Con el Sexenio Revolucionario iniciado en 1868, y derrocada Isabel II, Luis Mariani crea la revista satírica "El Cencerro" en 1869 (monarquía de Amadeo I), que fue la publicación más difundida del momento. Mariani se consagró así como un autor de primer orden. Esta revista tenía artículos amplios que se acompañaban de dibujos de Mariani y otros autores, que daban ya pasos y pistas de creación de protocómic o protohistorietas en España. Pero sobre todo fue un lugar donde los creadores de la época de este Noveno Arte estuvieron en contacto. Así, en 1870 aparició el citado El tío Clarín, y en 1871 lanzaron Fray Liberto, obra que por cierto no firmaba Mariani, ya que nunca pintó nada contra la Iglesia, pues su hermano era obispo en Andalucia. La revista sufrió hasta cuatro cierres y por tanto cuatro épocas, las últimas no tenían que ver con Mariani, pues correspondieron a la II República Española (1931-1939). Y es que sus sátiras fueron patrimonializadas por la izquierda política ya desde la proclamación de la I República en 1873. En 1885 se creó el Almanaque del Cencerro, una recopilación de imágenes satíricas. Sus obras fueron reeditadas varias veces y sus dibujos fueron usados en diferentes décadas. En las páginas que inició Mariani no sólo se relacionaron diversos creadores pioneros del Noveno Arte en España, sino que ellos mismos, en las épocas más avanzadas de aquellas publicaciones crearon al fin una publicación llamada Historieta, que dio un primer nombre al cómic en España, y que reunía, ahora sí para Barrero, todas las características propias del cómic.
Estimado amigo,
ResponderEliminargracias por tan amplio repaso a las conferencias. Otra crónica la publicamos acá:
http://asociacionculturaltebeosfera.blogspot.com/2011/11/congreso-sobre-comic-en-alcala.html
Lo cierto es que algunos apuntes sobre mi intervención han quedado difusos, sobre todo lo referido a la "autonomía", que yo no la planteo aparte de otras obras dibujadas, sino en referencia a la obra por sí misma. Es decir, la historieta es autónoma con respecto al soporte y al resto de secciones del impreso (cosa que no es, por ejemplo, la ilustración editorial, que siempre depende de un texto). Pero no importa. Espero que pueda ser accesible el texto de mi conferencia, completo, en las actas que se publiquen.
Salud
Por lo demás, chapó!
ResponderEliminarVaya curro que te has dado!
:)
Muchas gracias por pasar por aquí, voy a leer lo que habéis publicado vosotros. Me alegra que me corrijas si algo no lo he captado bien, porque así queda la cosa mejor reflejada. Un saludo y un abrazo, a ver si algún día nos reencontramos.
ResponderEliminar