sábado, octubre 15, 2011

NOTICIA 996ª DESDE EL BAR: DE LAS LLUVIAS DE MAYO A LOS 15 DE OCTUBRE

"Todo vale la pena si el alma no es pequeña", que dijo Pessoa. Hoy hay una concentración de marchas mundial de los ciudadanos del mundo reclamando sus derechos tan pisoteados por grandes empresas, grandes bancos, organismos internacionales y Estados que han ondeado la bandera de la crisis mundial iniciada en 2007-2008 para quitar más y más bienestar general, con el objetivo de beneficiar siempre al mismo: al que posee grandes riquezas materiales y poder. Porque no nos engañemos, ninguna de las medidas que han recomendado estas personas, sean reformas laborales, reformas fiscales, reformas de pensiones, recortes de avales, concesión de avales en determinados casos, reformas políticas, rescates de banqueros y en algunos casos de empresas, etcétera, han beneficiado en ningún lugar del mundo a la clase trabajadora, es más, las situaiones se han empeorado viéndose la gente cada mes con menos medios de subsistencia, sin dinero, sin ayudas, y viendo como se recortan a pases gigantes derechos sociales conquistados durante doscientos años con grandes esfuerzos y luchas, como puedan ser la educación pública, la sanidad pública, esas pensiones mencionadas, y otras cuestiones, que han formado el llamado Estado del Bienestar desde la etapa 1947 hasta la fecha.

Hoy es un hito en la Historia, donde ciudadanos, individuos, al margen de más organización (aunque haya organizaciones sumadas a ello) que la de su propia convicción e iniciativa por medio de los nuevos medios de telecomunicación, reivindicarán conjuntamente contra quien les está oprimiendo cada vez más. Estas luchas no son nuevas, son centenarias, aunque buena parte de los que participarán creerán que su ideología es simplemente el sentido común, pero es ese sentido común el que ha formado ideologías sociales muy diversas que reclamaron, lucharon y lograron a lo largo de décadas lo que hoy se trata de defender. Lo nuevo es esta unidad mundial. Prácticamente saldrá a la calle toda España, Canadá, Estados Unidos de Norteamerica, toda Centroamérica al completo, toda Sudamérica menos Bolivia, Paraguay y las Guyanas, todo el Caribe menos Cuba, toda Europa menos Italia y Bosnia-Herzegovina, saldrá Marruceos, Túnez, Egipto, Gambia, Senegal, Mali, República Sudafricana, Arabia Saudita, Turquia, Federación Rusa, Israel, Palestina, India, Sri lanka, Singapur, Indonesia, Malasia, Taiwan, Filipinas, Japón, Australia, Papúa Nueva Guinea y Nueva Zelanda, amén de los ciudadanos de países no convocados, por razones las que sean (prohibición u otras), que se decidan por salir a la calle.

No hay que ser etnocentristas, el origen de las protestas ciudadanas tuvieron origen este revolucionario (y reformista) 2011 en el Norte de África desde comienzos de año, y luego en Oriente Próximo, donde hoy de por sí siguen con sus protestas. El mundo africano y asiático posiblemente se midan en ellos con un ojo y en Occidente con otro. Pero sí que es cierto que fue el levantamiento del 15 de Mayo en España el que hizo que el resto de ciudadanos del mundo Occidental abriera los ojos y comprendiera que merecia la pena mantener la cabeza alta y reclamar lo propio. Los modos reivindicativos y las pancartas del resto de países occidentales han tomado nota y a veces copian las formas españolas. No quiere decir esto que España fuera pionera. Tardamos en cansarnos de la situación y, mucho antes que nosotros, los griegos y los franceses ya llevaban un año de ventaja en protestas en todo tipo de modalidades, desde huelgas a manifestaciones, y desde manifestaciones a disturbios. No olvidemos tampoco aquel "¡que les corten la cabeza!" que le gritó un indignado estudiante británico al Príncipe de Gales y su esposa mientras zarandeaban el coche donde viajaban. Pero fueron los modos pacíficos y asamblearios españoles los que han dado un ejemplo y un modo de hacer que se ha generalizado, aunque cada uno es libre de elegir el modo más adecuado de acuerdo con el resto de individuos para ser más eficaces. Modos asamblearios que, si uno lee a sociólogos, historiadores y politólogos no de ahora (que también) sino desde el siglo XIX a la actualidad, encontrarán los neófitos para su sorpresa que no es nuevo, que es un espíritu muy propio del ser español, y que en ello muchos identifican el triunfo del anarquismo y el anarcosindicalismo a mediados del siglo XX, o de las derrotas de Napoleón y el juntismo español del comienzo del siglo XIX. Juntas revolucionarias del XIX, anarcosindicalismo asambleario del XX, y ahora asamblearismo ciudadano del XXI. Es nuestro ser: la libertad individual pero hablando entre todos, acordando y siendo solidarios... y viscerales, somos muy viscerales. Con más voluntad que táctica, que dicen muchos analistas de todas las épocas.

Era el siglo XVIII, cuando aún había Reyes absolutos, que se gobernaba haciendo las leyes por el bien común, buscando la felicidad del ciudadano. Se equivocaron en cómo buscar esa felicidad, aunque acertaron a la larga en algunas cosas, como la educación. Y fue precisamente los nuevos políticos surgidos de revoluciones los que legislaron buscando la felicidad para todos en el último tercio del siglo XVIII en Norteamérica y en Francia, que en buena parte se tradujo en las democracia que más o menos han evolucionado hasta hoy. Felicidad para todos que por fuerza de la ambición de los grandes empresarios y banqueros olvidaron a lo largo del siglo XIX y dio lugar a conflictos en él mismo y en el siglo XX hasta que tras 1946, con la Guerra Fría, se volvió a recordar que había que gobernar para todos y no para los ricos: el Estado del Bienestar. Pero se acabó la Guerra Fría en 1991, y se volvió a olvidar que el gobierno no es de unos, es de todos.

Los cargos no debieran ser cargos, sino cargas al servicio del ciudadano.

La primera revolución que inicia las democracias actuales fue de 1775 a 1783, en los Estados Unidos de América. A esta los poderosos la tuvieron miedo sólo porque podría influir en la independencia del resto de las colonias del mundo, pero en general fue un nuevo gobierno minusvalorado en principio. Pero sus ideas, venidas de Europa, eran símbolo de triunfo. Se buscaba la felicidad para todos, según su propia legislación, la igualdad y otras cuestiones democráticas que tuvieron que ganarse de forma mejorada a lo largo de más de un siglo. Pero estaba ahí, y los franceses, artífices principales de las ideas de esa revolución, comprendieron que era posible. Sobre todo porque habían tenido también otro precedente en España, en 1766, por primera vez en la Historia, antes que Estados Unidos, la población, principalmente por hambre, había hechos frente y acorralado a un rey, Carlos III, y a su primer ministro, Esquilache, pidiendo cambios de gobierno y de leyes, algo inédito a excepción de los cortes de cabeza de reyes en la Inglaterra del siglo XVII. De 1789 a 1799 se produjo la Revolución Francesa, y mediante ella misma, y las posteriores guerras Napoleónicas se expandieron sus ideas por el resto de Europa... y peligrosamente: los nacionalismos. La tercera revolución se produjo entre 1793 y 1803, en Haiti, la población principalmente negra se alzó contra Francia para independizarse usando de las ideas de libertad e igualdad de los revolucionarios franceses. De ella sólo se expandió la idea de un mundo negro colonial alzado contra un dominante blanco que pudiera transmitirse a otros territorios con exclavos negros. Mientras tanto, en España daba lugar algo insólito, los que combatían contra Napoleón lo hacían copiando sus ideas de libertad formando Juntas Revolucionarias que darían lugar a la Constitución de 1812. No nos paremos aquí, porque Napoleón y su revolución (que él mismo truncó) fracasó en los campos de batalla poco después, en 1815, y los españoles, desde 1814 habían visto el retorno de la monarquía absoluta de manos de un rey que habían defendido creyendo que aceptaría aquella constitución. Es por ello que poco después, la cuarta revolución de la Historia contemporánea es la española, la de 1820, que obligó al rey a aceptar aquella constitución y libertades tales como la libertad de expresión, el derecho a voto o el fin de la Inquisición. esta revolución, tan pequeña, la cuarta de la Historia, fue imitada por toda Europa... y hoy es tan olvidada... Pero es que la Europa del Congreso de Viena posterior a 1815, era una Europa de monarquías absolutas otra vez, de catolicismo extremista y reaccionario, y de grandes capitales armando gente que expropiara por violencia a campesinos que no querían vender sus tierras. La revolución española de 1820 fue un hito para que se levantaran los carboneros de Italia, los decembristas de Rusia, se iniciara el movimiento cartista británico y se sembrara en Francia lo que iba a ser la revolución democrática de 1830. Pero el ejemplo español murió a manos de un ejército internacional en 1823.

No es la única vez que el ejemplo español es capaz de mover al mundo tímidamente. Más adelante, en 1868, la Revolución Gloriosa que acabó con la Monarquía de Isabel II, suscitó apasionados debates entre toda la Europa del momento. Y cuando aquello derivó en la I República de 1873-1874, hasta la I Internacional vio como Karl Marx y Bakunin se peleaban a costa de cómo debía ser llevado el asunto español para el triunfo del bienestar de los trabajadores y su exportación al resto de Europa, ya que los individuos en general, las personas ciudadanas de la época, eran las que habían tomado las riendas ante los desmanes de los gobiernos tenidos. Se tomaron nota, se tomaron ejemplos. Aunque los españoles de aquel 1873 habían tomado nota previa de la Comuna de París de 1871.

Tampoco fue la única vez. La proclamación de la II República Española en 1931, en medio de una Europa que derivaba cada vez más al fascismo y las dictaduras en general, levantó ilusiones tímidas en los Estados que tradicionalmente habían defendido los sistemas democráticos. Y con la llegada de la guerra civil en 1936, y la consiguiente revolución de unos ciudadanos que se hacían milicias y defendían sus ideas y la democracia, ya asamblearia ya instituccional, porque sí, levantaron pasiones y dieron ejemplo, no entre los gobiernos vecinos, sí entre los ciudadanos del mundo. No obstante a defender ideas de libertad vino gente de Japón, de Estados Unidos, de Francia, de Polonia, de Rusia, de Inglaterra, de Irlanda, de Italia, de Alemania, de multitud de sitios... Personas que en los peores momentos de la posterior guerra mundial recordaban el ejemplo de resistencia español.

Y otro hito más, la Transición de la dictadura a la Monarquía Parlamentaria democrática actual, de 1975 a más o menos 1982, alabada e imitada por multitud de países latinoamericanos y del Este de Europa. Con sus formas pacíficas y, que no nos engañen, de iniciativas y manifestaciones ciudadanas, de millones de españoles.

Pues ahora, en este 2011, en este 15 de octubre de 2011, hay una llamada a la manifestación mundial venida de las lluvias del 15 de mayo de 2011 en España... lluvias metafóricas y lluvias reales, por cierto... aún recuerdo como aquí en Alcalá de Henares unos pocos nos desviviamos por mantener en pie una jaima que se desplomaba por momentos sobre personas, alimentos, asientos y papeles bajo el peso de la lluvia torrencial que no paraba de caer.

Hay que estar. Yo voy a estar. Aunque nos tiren el puente, un paso atrás ni para tomar impulso. Siempre adelante, por nuestros derechos, por nuestra dignidad, y sobre todo por no tener que hablarle jamás a un banquero o a un gran empresario con la cabeza gacha, sino siempre alta, bien alta, de tú a tú, mirándole a los ojos, porque no dejan de ser, como nosotros, personas. Pero sin odios, sin rencores, sino con la más sana de las intenciones de que algún día se reintegren a las ideas del sentido común por el bienestar y la felicidad de todos los individuos. Hoy sí es un dia para sentirse fraternalmente ciudadanos del mundo. Personas, no máquinas, no material, no mano de obra, no consumidores, no engranajes sociales, no entes pagantes, no números, sino personas.

Para los mal pensantes que piensen que hoy he disertado, les diré que sí y que no, porque los datos históricos de ese protagonismo español los pueden leer en las obras de historiadores como J.W. Smit, Lawrence Stone, J.H. Elliot, Roland Mousnier, Marc Raeff, Javier Paredes, Eguía Ruíz, Andrés Gallego, López García, Hugh Thomas, Gabriel Jackson, Pierre Vilar, Vadillo y muchos otros. Siempre hablo documentado, no obstante soy historiador y archivero. Y en las obras más estrictamente de Historia no tengo problema en mandar bilbiografía a quien lo solicite en privado.

Sea como sea, las marchas hoy se pueden consultar en su origen de hora y lugar por aquí. Son las de Madrid, ya que esta bitácora suele tratar mucho el tema de Alcalá de Henares, que es de Madrid Comunidad, pero es fácil a gente de otros lugares encontrar el mismo panel en su lugar de residencia o referencia.

Saludos y que la cerveza os acompañe. Hoy es un buen día para reclamar derechos perdidos y los que se están perdiendo. Lo que no es razonable son cosas como las que anotaba Ignacio Escolar ayer en el diario Público, sobre el asunto griego, al que cito para despedirme por hoy: "Algunos economistas justifican que no se condone la deuda griega con el concepto del 'riesgo moral'. Argumentan que los ciudadanos griegos deben pagar sus errores porque sino estaríamos premiando un comportamiento irresponsable, que podría invitar a otros países a hacer lo mismo. Tienen algo de razón. Sin embargo, ¿no vale el mismo argumento para la banca irresponsable, a la que los europeos estamos rescatando por segunda vez en apenas tres años?"

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu entrada. Ya sabía que España es un país de revoluciones, pero hasta hace poco pensaba que lo habíamos olvidado (aunque siempre ha sido fácil sacar a los españoles a protestar a la calle, recuerdo las manifestaciones contra la invasión de Irak, las más multitudinarias de todas las que se hicieron en el mundo).
    La revolución de 1820 se merece que la rescatemos del olvido. Como bien cuentas supuso el comienzo de las luchas populares europeas contra la restauración del Antiguo Régimen.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. y como bine me has corregido el lapsus por privado, hablaba del congreso de Viena... que el de Versalles es otra historia... ay los lapsus... Muchas gracias. ahí estamos todos.

    ResponderEliminar