VACÍO INCOMPLETO
Vacío y triste cielo,
vacío y triste mundo,
vacía y triste existencia.
Monótono grito al viento
violento y vagabundo,
mudo como son los mudos.
Las agujas del tiempo,
pausadamente raudas,
claváronse en mi pecho
como en la noche la Luna.
Mis ojos sangrantes
llenos de alfileres
gritan suplicantes;
cansados, de viejos,
aunque jóvenes: finales.
Vacías las cuencas de mis ojos,
vacía la caja de mi pecho,
sin sentido que se ve en todo.
Por Daniel L.-Serrano (Canichu, el espía del bar), en "Poemas de un Hombre Infame" (1998), que forma parte de la trilogía "Poemas de un Hombre en Cambio" (1998-1999, revisada y comentada en 2006).
CULEBRAS
Borrones son mis ojos,
arenas son mis pies,
y entre tantos despojos
no soy lo que crees.
Recuerdos, dice mi boca,
realidades, dicen mis manos,
y entre tanto se desboca
la imaginación de mis hermanos
y me arrastran de río en río
y me ahogan en el mar.
Y me matan si hago frío,
y me nacen si me hago amar.
Verdades son mis silencios,
mentiras son mis palabras;
cerrados, mis ojos abiertos,
quemadas están mis miradas.
Verdades son mis palabras,
mentiras son mis silencios,
confundida está mi alma,
perdido está mi cuerpo.
Por Daniel L.-Serrano (Canichu, el espía del bar), en "Poemas de un Hombre Infame" (1998), que forma parte de la trilogía "Poemas de un Hombre en Cambio" (1998-1999, revisada y comentada en 2006).
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