martes, diciembre 28, 2010

NOTICIA 875ª DESDE EL BAR: ISBN, O LA CULTURA EN VENTA

Hoy he ido a registrar en el Registro de la Propiedad Intelectual (no hay que confundirlo con cierta asociación de autores de infame recuerdo para muchos) mi libro décimo cuarto en general, décimo en concreto de poesía. Allí, aunque es otra oficina diferente, les pregunté por lo que un amigo, Chico Gris, me comentó en el Flamingo Rock Bar antes de que comenzara un concierto acústico y gratuíto, acerca de que se está privatizando el ISBN. El ISBN antes era gratuito, a fecha exacta de hoy no sé si ya se habrá privatizado del todo, pero parece ser que sí se está privatizando. Su privatización supone cobrar 3 euros por código, que podría ascender a 160 con el tiempo, pues la normativa está abierta a equipararse al cobro alemán, donde tienen esa cifra. Eso supone a mi parecer:

1.- Que el autor independiente esté desprotegido frente a las grandes empresas editoras de cualquier tipo de contenido.

‎2.- Que un derecho ciudadano en España (aparte de obligación legal para editar y comercializar una obra) sea ahora sólo accesible mediante pago económico.

3.- Que en consecuencia disminuyan las obras independientes, sean libros, música, cine, etcétera.

4.- Que las leyes de protección intelectual, en relación a esto, sólo defiendan de hecho a las grandes empresas editoras y las grandes asociaciones privadas de creadores (la principal de ellas con tantos recelos en su contra, que no voy a nombrar por archiconocida), pero no a los autores independientes que pretendemos proteger nuestra obra distribuida o bien gratis o bien a bajo costo.

El problema de la privatización del ISBN no es sólo cuestión de la crisis económica nacida en 2008, en realidad puede que venga de la Directiva Bolkestein, anterior a la crisis, se creó en 2004. Es de la Unión Europea. Esta aboga porque los servicios públicos sean privatizados, así como que un ciudadano de un país europeo pase a otro con las leyes y normas, así como con los contratos laborales, de su país de origen y no del de acogida, lo que supone un abaratamiento de salarios y un recorte de derechos sociales. Obviamente que la oficina del ISBN española vaya a ser pasada a manos privadas implica precisamente eso, recorte de derechos y servicios de los ciudadanos en favor del valor del dinero que caerá en las arcas de los empresarios y del Estado.

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