Informo al Alto Mando del Servicio de Espionaje de Bares que últimamente he estado frecuentando bares de barrio. Ya lo hacía antes, pero últimamente los he frecuentado un poco más. Dentro de estos hay una serie de mesones que no son bares de barrio, son, como he dicho, mesones. Están en el centro de la ciudad y su funcionamiento es más bar de tapas y comidas, que bar de barrio. Pero me gusta su servicio. Todos están "hermanados" de algún modo en una llamada "La Ruta de los Mesones", aquí, en Alcalá de Henares. Estos son sus expedientes:
Las Cuadras de Rocinante: en la calle Carmen Calzado, nº 1, es una calle adyacente a la Calle Mayor, y paralela a la calle donde se encuentra la Librería Diógenes. Es quizá el mesón que más frecuento de esta ruta. Es el que más se parece de los cuatro a un bar de barrio. Desde que tengo memoria recuerdo su existencia. Mis padres nos llevaban a pasear de niños por la Calle Mayor y nos gustaba ver su principal seña de identidad: una escultura plana de Don Quijote de la Mancha presidiendo la puerta, la cual es un pasillo alargado con decoración de cuadra en dirección a las entrañas del edificio, que es donde está el lugar propiamente mesón. Sus tapas son en realidad pinchos, pero son tan abundantes a veces que valen igualmente como tapa. Es preferible coger un tercio de cerveza si se va con sed, los vasos de caña son como los de Madrid capital, pequeños. Es barato de precio. De él dicen que lo mejor es ir a comer o cenar, aunque yo eso no lo he hecho sí he visto enormes raciones y bocadillos ir de las manos de los camareros a los clientes de la mesa. Es un lugar donde, por otra parte, uno puede ocultarse de vez en cuando.
La Casa Vieja: en la calle San Felipe Neri, nº 3, entre la Plaza de los Santos Niños y la Plaza de Palacio, cerca del bar El Perro Verde, uno de los más citados por este espía del bar y uno de los cuatro que más frecuento. Este también tiene muchos años a sus espaldas, pero yo he entrado a él por primera vez hace poco. He repetido varias veces. Se supone que mucha gente va por las comidas y cenas. Predomina la gente de edad en torno a los 35 a 45 años, pero los hay de todas las edades. Su camarera es muy atenta. Me gusta el detalle que tienen de poner como una de sus raciones un bote entero de gazpacho. Sus cañas de cerveza son al estilo alcalaíno: tubos de cristal. Su cocina, que podéis saborear en las tapas gratuítas (en todos estos mesones las tapas o pinchos que pongan son gratís, van con la consumición de bebida), tiene una gran calidad de sabor. No ahondan en las tapas grasientas, que también las tienen, sino que tienen cierta variedad para todos los gustos y para todas las saludes. Son muy serviciales.
Casa Bayton: en Plaza de Cervantes, nº 21. Es el que menos he pisado, aunque mis padres, cuando vivía mi padre, iban mucho allí. Sus precios son altos, y más que por su bar destaca por su restaurante y sus comidas. Los camareros visten con chaleco granate y los pinchos tienen un toque de calidad que busca la combinación de sabores no fáciles para que a uno se le ocurra asociarlos, y de calidad visual y aromática también, no son pequeños además. Sus cañas son generosas. Quizá, por precio y por ambiente sea más para restaurante de ocasiones especiales, al menos a mí me lo sugiere, pero se puede dejar uno caer por allí. Aunque siendo totalmente sinceros, me apena el enorme marisco vivo que tienen en la entrada con las pinzas atadas, esperando, creo, a que los elija algún cliente para ser cocinados para comérselo. Eso garantiza lo fresco que es su género, pero a mí eso me apena, la verdad. Ahora, ahí queda el dato para los estómagos más finos.
El Otro Foro: calle del Gallo, nº 10. Y de La Ruta de los Mesones este mesón no lo he pisado. Ni siquiera le conozco. Algún día habrá que visitarlo, en vista de sus compañeros de ruta.
Por otra parte, hay otro mesón nuevo que sí he frecuentado más de una vez. Aún no me sé el nombre. Lo abrieron en Agosto en el Paseo de los Curas, cerca de la Plaza de la Puerta del Vado. Sus precios son baratos, sus cañas al estilo de Madrid capital, pequeñas (mejor hay que pedir tercio), sus tapas son grandes, aunque predominan las de mucha grasa, y tienen un par de televisores gigantes que parecen pensados para los partidos de fútbol. Sus dueños son simpáticos. En este lugar uno se puede sentir tranquilo. Además, su ubicación hace de él bastante bar de barrio y lugar para comer de varios trabajadores. Se encuentra cerca de un juzgado. Merece la pena. Como merece la pena El Kiosko, que no es un mesón, si no un kiosko, con terraza y todo, en la calle Cardenal Lorenzana (o lo que popularmente es conocido como Parque del 'Lianchi' o Parque del Telepizza), en su parte más cercana a la entrada al Paseo de los Curas. Funciona como un bar de barrio. Sus dueños son trabajadores de toda la vida de unos cincuenta años. Son muy campechanos, muy con el temperamento propio de la gente de mi barrio (es la entrada a mi barrio desde el centro de la ciudad). Es barato, sus cervezas grandes... a mí me gusta, pero es caluroso en su interior.
Que el Alto Mando disfrute de la ruta. Saludos y que la cerveza os acompañe.
Te has dejado el Guiñol, en Paseo de los Curas 7, aunque es más moderno.
ResponderEliminarlas papas aceitosas están de muerte (que no creo que las llamen así, por cierto)
Jejeje, no, no me lo he dejado. Lo mencioné aquí: http://espiadelbar.blogspot.com/2006/10/noticia-165-desde-el-bar-deconstruccin.html
ResponderEliminary aquí:
http://espiadelbar.blogspot.com/2009/10/noticia-691-desde-el-bar-bares-nuevos.html
Es uno de los que más frecuento como bar de tapas. Soy amigo de los camareros a fuerza de ir. Esta semana estaban de reformas. Es el único que conozco que preparan tapas para personas que no pueden comer cereales o huevo. Un saludo.
La papas aceitosas se llaman "Patatas Guiñol", o como un colega de la uni dijo una vez, "Patatas Gañán".
ResponderEliminarY el de paseo de los Curas se llama Mesón Cabañón, lo he mirado hoy camino del trabajo.
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