Pues hoy, pez espada con patatas al vino. Plato sencillito, pero muy rico. El pez espada, su filete, como podéis ver es bastante grande, así que con uno para una persona nos vale. Es bastante sabroso y es difícil que se reseque al hacerlo, mucho debéis pasaros para que esto ocurra, pero aún con todo, atención en la cocina, como siempre. Aquí la complicación va a estar en las patatas, pero va a ser mínima. Bueno, como siempre también, como no tengo pareja y vivo "pseudo sólo" yo explico cómo lo hice para uno, para mí en este caso, si lo queréis para más haced vuestras cuentas de cantidades. Empecemos con las patatas. Cogemos una patata grande y la cortamos en láminas ni delgadas ni gruesas, acordaos de limpiar la patata tras pelarla que a nadie le gusta comer tierra, salvo a las lombrices. Cogemos luego dos dientes de ajo y los pelamos pero no los cortamos. Los aplastamos con la parte plana de la hoja del cuchillo, que se rompan, si es necesario porque no lo hagan pues le damos un pequeño corte. Por último cogemos pimientos de piquillo, de los que venden en bote, no nos complicamos más, y los cortamos en tiras. Pues cogemos una sartén o un cazo y ponemos la base de aceite a calentar. Un poquito, y ponemos las patatas y los ajos con un poco de sal. Así un poquito ya caliente todo, ponemos al conjunto vino de cocinar. Está claro que si usáis vino del bueno mejor sabrá, pero como ni yo soy persona de grandes ingresos ni tengo oficio ni beneficio, con vino de cocinar nos vale y nos sale rico igualmente. Eso sí, yo recomiendo usar vino de cocinar en botella de cristal. Yo uso de montilla del malo, de cocina, más que nada porque el que venden en tetrabrick, pues igual que las cervezas en lata, coge sabores no muy buenos, aparte de que el vino de tetrabrick lo procesan en polvo mezclado con agua. Para mi gusto vino barato pero con unos mínimos, ahora, los bolsillos de cada uno y los gustos de cada uno son de cada uno, aunque el vino que yo digo apenas son uno o dos euros, tres si acaso. Bueno, pues ahí tenemos ajos y patatas cociéndose en vino, les añadimos las tiras de pimiento de piquillo, y que vaya cogiendo sabor. Le ponemos una tapa, que reduzca... reducir es que el calor vaya eliminando el alcohol del vino a la par que va mezclando su sabor con lo que se está haciendo en él. Se llama reducir porque en el proceso se va evaporando. La tapa ayuda a acelerar la cocción en este caso, en otros la fritura o lo que sea para lo que usáis la tapa. No está mal, no por rapidez a la hora de cocinar, que a veces la rapidez no es buena, sino por ahorrar energía (gas, electricidad, lo que sea que se use). Se os hará antes, eso también. Lo vais controlando, ponéis más vino de vez en cuando, si lo necesita, esto es si se lo ha chupado y no se han hecho las patatas, las movéis para que no se peguen al fondo, sobre todo los ajos que no se peguen. Y cuando ya lo tengáis pues lo sacáis, obvio. Yo creo que estas patatas se podrían hacer al horno, lo precalentamos a 210º ó 250º y las metemos en bandeja hasta que se haga, con los mismos cuidados del vino... Pero yo lo he hecho de este otro modo. Al final el vino no debe quedarnos en caldo, tampoco esperéis a que lo chupe todo o se nos quemará lo que tengamos, cuando ya esté todo hecho que el vino esté chupado pero quedé un poquito para que no se pegue ni se queme nada, luego si alguno quiere mojar pan ahí, pues muy bien. Yo como veis, no he dejado esa salsilla de la mezcla de vino, ajo y patata. Siempre vigilancia y tiento y práctica, que sale mal a la primera, pues a la segunda, y sino a la tercera. Bueno, tenemos esto ya, pues cogemos nuestra buena loncha de pez espada y la hacemos a la plancha. Yo la cociné en lo que quedaba de haber hecho las patatas, pero vamos, en la plancha mejor. No necesita sal, es un pescado, ya la lleva consigo. Ahora, a los que adoren la sal pues nada, ellos mismos. La cuestiones que a la plancha lo hacemos unos pocos minutos por un lado, otros pocos por el otro, le ponemos zumo de limón por ambos lados, y ya está. Si alguno le da muchas vueltas en la plancha, y no sólo al pez espada, sino a cualquier cosa a la plancha, correrá el riesgo de que se reseque lo que sea. Pero, lo que siempre digo, todo depende del tiento y de la vigilancia. La cocina con mimo bien se hace. Por otra parte, yo tengo plancha eléctrica, pero si usáis una sartén en uno de los fogones a modo de plancha igual da que da igual, el efecto de calor es el mismo, otra cosa es que hoy día nos quieran vender aparatos electrodomésticos diciéndonos que hay que usar cada cosa en cada cosa... nuestras abuelas no tenían tanto y cocinaban igualmente de diferentes modos. Pues nada, ya lo tenemos, pues a comerlo. Adeu.
Canicguarguiñano.
ResponderEliminarAl final acabarás hablando de prensa rosa, je, je.
Nene, hablar de cocina no es lo mismo que hablar de prensa rosa, son dos mundos muy diferentes.
ResponderEliminarme apunto ... a comer, que no a cocinar
ResponderEliminarla parte fácil, jajajaaja.
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