Ayer murió Michael Jackson con 50 años de edad, camino de los 51 este año. Una muerte realmente apresurada. Mi padre murió con 52 camino de 53, hace tiempo. Recibí ayer la noticia de manos del Paul Muiss, yo y los que estábamos en el Flamingo Rock Bar... al final salí ayer porque Pepe tenía que darme unos carteles acerca de la fiesta del este sábado en el bar, con mojitos gratis hasta el fin de existencias, unos 25 litros, creo. Debía pegarlos hoy. El caso es que hubo muchas bromas sobre la muerte de Michael y desde luego nadie parecía sentir una muerte tan sonada en la música. Alguien la sentirá, no obstante tenía y tiene millones de seguidores y es uno de los artistas del pop-rock más vendidos. Tampoco hay que negarle que realmente influyó y cambió este estilo en los años 1980' y que revolucionó el mundo de los videoclips en al menos dos ocasiones en su vida. Claro que sus escándalos de pederastia y excentricidades llevadas al límite diversas le crearon si no enemigos al menos sí gente que no le tenía afecto. Hoy he leído tres periódicos con la noticia y en uno de ellos se decía que lo había alcanzado todo menos la felicidad, y describían su vida casi como la del ciudadano Kane de la película de Orson Welles, sustituyendo la villa de Xanadú por Wonderland. Sea como sea, una muerte es una muerte, y siendo tan relativamente joven, es lamentable. Pensé que podría haber sido causa de abuso con drogas o algo así, pero parece ser que en realidad llevaba varios años con serios problemas médicos... Probablemente derivados de sus diversos excesos excéntricos, no lo sé. Una autopsia podría aclarar cosas, o biografías escritas por sus más cercanos, pero ¿quién sabe si eso se dará?
Pero si escribo hoy sobre esto es por darle un enfoque diferente a su esquela, aparte de porque, realmente habiéndole dado importancia al rock en este blog, no podía dejar pasar de comentarlo, me guste o no Michael Jackson (cómo músico me gustaba cuando hacía música disco con sus hermanos en los 1970', no le quito mérito al resto de su obra, que era la que más peso tenía, pero...).
Fue precisamente en los 1970' cuando un jovencísimo Michael Jackson hizo amistad con un ex-Beatle, Paul McCartney, quien por entonces estaba en juicios contra el resto de Beatles por cuestiones de cobro de royalties y derechos de autor de su obra y mercadotecnia tras su separación oficial en 1970'. El contrato de los Beatles con EMI, a través de Apple, implicaba dos discos por año hasta 1975. Al morir el manager, Brian Epstein, de un aparente suicidio en 1967, McCartney se hizo cargo del grupo de tal manera que fue desarrollando una personalidad altamente egocéntrica. Tanto es así que durante la grabación del álbum doble homónimo, el Blanco (1968), el resto de Beatles impusieron como manager al antiguo manager de los Rolling Stones... sin saber que este les había sableado económicamente a aquellos... cosa que también hizo con los Beatles. Habiéndose percatado de ello le echaron, y el grupo volvió a la deriva mientras McCartney volvía a hacerse con las riendas de la dirección en 1969. Entre diversas historias de peleas entrecruzadas la disolución llegó precipitadamente en 1970, cinco años antes de lo contratado. EMI pidió a los Beatles las correspondientes indemnizaciones o bien la autorización para publicar recopilatorios para cumplir contrato. Por otra parte, Lennon, Harrison, Starr y McCartney reclamaron su parte económica de los beneficios... y descubrieron la corrupción que se había dado en el periodo del exmanager de los Rolling Stones, el despilfarro durante el funcionamiento de Apple, y los miopes acuerdos económicos que Brian Epstein había hecho con EMI en 1962-1963 y que debían acarrear hasta la renovación de contrato en 1975. Realmente, aunque los Beatles tenían millones y millones de dinero, hasta el punto de estar en posición de comprarse una isla griega para descansar, por ejemplo, habían perdido entre unas cosas y otras entre la mitad o más de la mitad de sus ganancias. Pero en este barullo económico encontraron algo que disgustó más aún a Harrison, Lennon y Starr, y es que el porcentaje de cobro de royalties por canción era mayor para McCartney que para ellos. Habiendo compuesto las letras a medias con Lennon en su mayoría, y habiendo canciones de Harrison y Starr en el repertorio, y habiendo sido la música composición de los cuatro, esto les hizo explotar en un montón de juicios de unos contra otros, con diversas facciones de vez en cuando (normalmente Harrison-Starr solían estar muy de acuerdo, otras era Starr-McCartney, otras Starr-Lennon-Harrison).
¿Y qué tiene esto que ver con Michael Jackson? La música disco comenzó ha derivar del funky y del soul-funky desde mediados los 1970', y es en esta época que se hacen famoso en USA primero, en el resto del mundo después, The Jackson 5, la primera formación donde estuvo Michael Jackson, con sus hermanos. Todos los Beatles solían relacionarse mucho con todos los músicos del momento, trataban de conocerles, de aprender y de divertirse con ellos. De este modo Paul McCartney conoció a Michael Jackson y entabló amistad con él por varios años. Fue por ello que para salvaguardar sus ganancias económicas en cierto juicio, McCartney le propuso una estratagema legal a Jackson. Le cedería sus derechos económicos y de la obra de los Beatles para América, con el acuerdo de que pasados los juicios se los devolvería, pudiendo quedarse Jackson con el dinero que hubiera ganado en el intermedio. Así lo hicieron, salvo por una traición. Acabados los juicios tiempo después Paul McCartney le reclamó a Jackson sus derechos Beatles sobre los productos en América, pero Michael Jackson nunca se los devolvió. Así es conocido que los derechos de los Beatles en América los cobraba Michael Jackson. Y así, cuando Starr y Harrison se vieron mal de dinero en los 1990', aceptaron la reunificación de los Beatles que les propuso McCartney en 1995 y generar así nuevos royalties en Europa y Asia.
Los 1990' no les fue nada mal a los Beatles, cierto es. Pero ahora viene mi pregunta. Muerto Michael Jackson ayer, ¿qué será de los derechos de los Beatles en América? La lógica nos hace pensar que los heredarán sus tres hijos, por lo que se dividirán. Pero estos son excesivamente pequeños para gestionarlos, así que serán tutelados, seguramente... o puestos a la venta para pagar las deudas que los juicios y falta de conciertos le ocasionaron a Jakson en sus últimos años. Así que me pregunto si McCartney, Starr, herederos de Harrison y Yoko Ono (viuda de Lennon) pujarán u ofertarán por recuperarlos. Tengo la impresión de que McCartney no dejará pasar la ocasión, y Ono tampoco. Starr hará lo que McCartney le recomiende, siempre delegó estos asuntos, y los de Harrison se apuntarán a cualquier iniciativa, ellos están más interesados en el legado de su padre, aunque no escatimen lo de los Beatles hasta el punto de llevarlos este mismo mes, por primera vez, a videojuego.
Tras la muerte de "Jacko"... ¿revancha Beatlemaniaca?
Anoche Txingurri me comentaba que le parecía haber entendido de uno de los telediarios que vio que Michael Jackson había dejado en su testamento, por acuerdo, los derechos de los Beatles a Paul McCartney. Si esto es así se vuelve a la situación anterior a la gestión de Jackson, supongo. Habrá que esperar a la lectura del testamento y acontecimientos posteriores.
ResponderEliminarNadie sabe para quién trabaja...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ha muerto Allen Klein, personaje sangrante en la etapa final de los Beatles y del final de los '60 de los Rolling Stones y de los Animals... se presentó como manager y acabó engañándoles para quedarse con sus catálogos... en el caso de los Beatles con el 20% de sus beneficios en América. Denunciado por todos en los 1970', este tío con todo fue quien gestionó los catálogos de esta gente en su etapa de oro. (nota del 6 de julio, que es cuando publicaron la necrológica).
ResponderEliminarPor otra parte, los derechos de los Beatles en América comprados por Jackson se produjo exactamente en los años 1980', y aunque en principio parecía seguir el plan de McCartney, este se enfadó con Jackson cuando Jackson no se los quiso devolver alegando que "son negocios". Su amistad se mermó, pero McCartney, cierto es, habló bien de Jackson tras su muerte.