Anoche se me cayó el teléfono móvil en un coche desconocido. Afortunadamente la chica que lo conducía es amiga y cliente de El Vaquero de La Vaca Flaca, de hecho los tres junto a una cuarta persona habíamos cerrado La Vaca Flaca y nos dirigíamos a continuar el buen humor a una discoteca llamada Ego... justo en el otro extremo de la ciudad desde mi casa... No suelo ir, no sólo por lejanía, también por gustos musicales... y prefiero los bares de rock. Aunque reconozco que en fiestas etílicas sí he ido alguna vez. Así que recuperaré el teléfono esta noche. Esta mañana me pasó El Vaquero su número para que la llamara y mirará si mi móvil estaba precisamente donde he dicho, ya que cuando desperté no tenía ni idea de dónde estaba el teléfono. Hoy, viviendo sin teléfono móvil he vuelto a un pasado cercano en el que no dependíamos de estar continuamente conectados y disponibles. Con la casa en sombras he visto unas películas al aire del ventilador... No tener trabajo da mucho tiempo para pensar, y hay días que agradeces no tener que hacerlo demasiado, ponerse en sombras, beber agua y apreciar el valor de haber perdido el móvil por un día.
Felicidades por saber apreciar ese "placer" de estar desconectado, porque yo no lo he vuelto a conseguir. Si se me olvida en casa o me quedo sin batería, apenas puedo pensar en otra cosa. Y eso, la verdad, me preocupa un poco...
ResponderEliminares la nueva dependencia del siglo XXI... la era de las comiunicaciones... pero superable. Un abrazo.
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