John George Brown es un pintor del siglo XIX estadounidense. Lo he descubierto este sábado, cuando decidí ir a ver por primera vez el
Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. Merece la pena pagar los seis euros de la entrada, es cara, pero de verdad que merece la pena. Es una colección de cuadros excepcional desde el Quatroccento a la actualidad. No desilusiona. Puede competir con el Museo del Prado perfectamente y sobrepasarle en algunos aspectos, claro que El Prado deja los siglos XIX y XX al Museo Reina Sofía. Es precisamente las pinturas de esos dos siglos, e incluso las del XVIII, las que más me han llamado la atención (aunque tienen auténticas joyas del Renacimiento y del Barroco imprescindibles de contemplar). Y sobre todo, en esta primera visita, me ha llamado la atenció los pintores estadounidenses del XIX, muy poco conocidos en España. Aparecen imágens de una Norteamérica indómita y real vista por gente que la pintó
in situ, en el momento. es esa Norteamérica que aún respiraba unos aires de posibilidades, de virginidad, de libertad individual y asociada, de enormes espacios abiertos naturales aún puros, pero también de las urbes llenas de gente de todos los lugares. Desde indios a rastreadores blancos, vaqueros, barriobajeros de New York o Philadelphia, trenes, retratos de mujeres que visten kimonos japoneses exportados... Son preciosos, quizá también por lo que me evoca, un mundo perdido de tierras llenas de una vida que podía prometer nuevos renaceres personales. El cuadro elegido es de Brown, pero podía haber sido de cualquier otro. Muestra una escena de New York en 1866 (primer año tras la guerra de Secesión Norteamericana y el asesinato de presidente Lincoln). Se titula: "
El matón de barrio", y como se ve hay un grupo de niños subordinados de alguna manera (se ve en el detalle de sus caras) a un niño que con arrogancia fuma un cigarrillo vestido con una casaca militar federada. A mí el cuadro me suscita muchas cosas, una de ellas: montones de preguntas, como porqué el niño lleva casaca militar, New York estuvo amenazada de estar en las lineas de frente, por otra parte la guerra llegó a recurrir a las levas de gente adolescente o infante dada su larga duración para la época y armamento novedoso (la guerra duró de 1861 a 1865). Pero también me hace pensar en inmigrantes, o descendientes de emigrantes, con sus mafias o sus bandas newyorkinas. La pobreza, o vete a saber. No me parece un barrio pudiente el del cuadro, eso desde luego, hay cierta violencia latente en él. Incluso alguno de los niños me suscita la idea de que pueda ser huérfano. El mismo de la casaca puede ser dueño de la misma por haber combatido, o por haberla heredado de su padre o de algún hermano muerto.
Os recomiendo ir, de corazón. Tendréis pinturas de todos los gustos. Los cuadros Pop y los surrealistas tampoco tienen desperdicio. Y os sorprendera ver determinados cuadros del Renacimiento (que yo al menos situaba en algún lugar de Centroeuropa y no en Madrid). Es una joya.
El caso es que hice un día madrileño dedicado a mí solo, aprovechando que mis amistades se iban a un concierto o no estaban disponibles para salir. Así que, ante una soledad no autoimpuesta desde el viernes, el sábado fui a la capital. Comí en Alonso Martínez (en un restaurante de menú del día barato que ponía una crema de champiñones de primero muy buena), vi a la gente mirar tiendas en Chueca, fui a tiendas de cómic, compré un volumen de Corto Maltés que no tenía y me enteré de nuevos descatalogados por el momento, fui buscando las vacas de pop art que han colacado itinerantes por las calles céntricas de la capital, fui al museo, estuve por los bares de Malasaña al anochecer y regresé a los bares de Alcalá de Henares. Me acordé de un bar de barrio llamado "Los Chorros" al que fui a la hora del desayuno en el trabajo esta semana, pero no es un bar de rock, así que no estaría abierto... pero me gustó mucho sus pinchos, muy bien elaborados. Fui a los bares de rock amigos, El Perro Verde, La Ruína, La Vaca Flaca, El Flamingo... me faltó lugares como La Panadería o La Luna o algunos otros. Pero esos eran suficientes para encontrar caras amigas y conocidas... en unos días en los que me contiene cierta tristeza.
Y sin duda, el Tyssen-Bornemisza quizá haya sido uno de los mejores aciertos del fin de semana. Las pinturas del siglo XIX me han cautivado. Descubrir nuevos pintores y ver esa Norteamérica virgen y en muchos aspectos aún inocente (discutible en otros), me ha evocado... mundos.
Hoy, 19 de enero de 2009, es el 200º aniversario del nacimiento de uno de los grandes escritores en su género. El 19 de enero de 1809 nació Edgar Allan Poe. Hago constar esta efemérides en este pot que nombra a otros artistas norteamericanos de ese siglo y rindo homenaje a uno de los escritores que me parece que hay que tener en cuenta.
ResponderEliminarYo no lo he visto aún, pero tiene buena pinta. Besos besosos!!!
ResponderEliminarPoe, imprescindible. Saludos, Canichu, espero poder ver el Museo T&B&Tita Cervera y cia, algún día cuando me acerque a Madrid. Siempre que lo he intentado había una cola de miedo.
ResponderEliminarBueno saludos y sigo tu espacio.