lunes, noviembre 26, 2007

NOTICIA 361ª DESDE EL BAR: UNA MUERTE EN LA FAMILIA

La abuela ya ha muerto. Tras una larga agonía más allá de lo probable murió esta noche sobre la 1:45 a.m. (1:45 h.), más o menos, sin ya casi más fuerzas tras agotarlas en una resistencia impresionante. Muere a los 87 años de edad, y dos días después del cuarto aniversario de la muerte de su hijo Vicente, mi padre. Con la muerte de Eugenia Gónzalez Gómez (Herencia [Ciudad Real] 13 de Marzo de 1920 / Madrid, 26 de Noviembre de 2007) ya sólo queda vivo su esposo, Rufino López-Serrano, como único superviviente familiar de la generación más antigua de la familia, los abuelos, si no contamos con los pocos tíos abuelos vivos y que están apunto de venir desde Herencia (Ciudad Real) a Madrid para el entierro de mañana. Ahorro contar anécdotas de estos días en el blog y doy las gracias a todos aquellos que han dado su apoyo y sus condolencias. Tan sólo anoto ya que el traslado que realicé esta noche a Madrid junto con mi madre al Hospital Ramón y Cajal, al norte de Madrid Capital, fue posible gracias al tío Camilo, antiguo hippy en los sesenta. La abuela fue trasladada sobre las 2:30 h. a los lugares rutinarios esta misma noche para prepararla para su funeral, así como para realizar las obligaciones médicas y burócráticas de estos estos casos. A las 12:40 de hoy su cuerpo ya estará visible en el Tanatorio de la M-30 para las últimas despedidas. Mañana será incinerada en el Cementerio de la Almudena de Madrid, antiguo Cementerio del Este, el más grande de Europa, creo, y donde estuvo enterrado el abuelo Félix Páez de 1985 a 1995. La familia se fue a hacer tiempo y preparaciones al chalet de uno de mis tíos, mientras yo he preferido pasar la noche en soledad por las calles de Madrid. Caminé desde el hospital al estadio de fútbol Santiago Bernabéu, lo que no es imposible pese a la distancia, vi despertar a la ciudad y cogí el metro a Lavapiés para terminar desayunando en Tirso de Molina y callejeando por el centro de Madrid, viendo historias raras a mi alrededor en el despertar capitalino. En fin, ya descansa la abuela, ahora le toca una nueva etapa al abuelo Rufino aún por definir por todos y por él. Sin más, me marcho al tanatorio. Un saludo al Alto Mando del Espionaje de Bares, que sois vosotros los lectores y los amigos, y que la cerveza os acompañe.

18 comentarios:

  1. Al fin descansó, no?
    Un beso Canichu!

    ResponderEliminar
  2. Recibe un sincero abrazo, virtual...y lamento no habernos podido ver este fin de semana. Noviembre está terminando....

    ResponderEliminar
  3. Un abrazo fuerte, muy fuerte.
    Biquiños.

    ResponderEliminar
  4. La vida con su toque brutal. Un abrazo, de todo corazón.

    ResponderEliminar
  5. La Vida y la Muerte nos acompañan y enseñan. Lo siento.

    ResponderEliminar
  6. puchi cuanto lo siento Dani
    un beso y un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Me gustaria acompañarte con mi silencio escrito en estos momentos. ¡ Animo Canichu !

    ResponderEliminar