Tuve un profesor hace tiempo que decía que recomendaba su libro para conocer mejor su asignatura porque lo había escrito él, y si lo había escrito es porque aquello era lo que él consideraba más necesario de conocer en cuanto al asunto que tratábamos, de otro modo no lo hubiera escrito y recomendaría los libros de los demás. Es un razonamiento comprensible. No recuerdo qué asignatura daba, también es cierto.
Al despertar de la siesta de hoy, estar en la semana del turno de mañana te permite esos lujos de dormir, vi en el televisor una granja de búfalos en Estados Unidos. Se trataba de una familia que los criaba para intentar aportar algo a su supervivencia. El final de los búfalos era el matadero, que ellos mismos tenían, y el despiece para el consumo humano de su carne, así como de su piel. Parece ser que era algo legal. Una ancianita de aspecto adorable explicaba, vestida con ropa de matadero, que a ella le daba mucha pena pero que debía ser así para poder mantener con vida a estos animales. Era algo paradójico, parecido a los razonamientos en España de que para mantener viva la raza de los toros se necesita de la tauromaquia. Paradójico.
¿el profe del libro no sería Paco Umbral...?
ResponderEliminarla siesta es sagrada, de eso no hay duda, y la mejor manera de fomentarla es la ingesta moderada de cerveza. Saludos modorros!
Supongo que es parójico pero lógico porque si no se le encuentra rentabilidad a la existencia de esos animalejos terminaríamos por extinguirlos
ResponderEliminarA mi me parece una hipocresía como otra cualquiera. Eso de que un animal tenga que sernos útil para que sobreviva es una vergüenza.
ResponderEliminarA ti que mola lo Si-Ci debes leer El hombre ilustrado, de Bradbury, si no lo has hechos ya, claro.
Pues a los toros, una vez convenientemente toreados, picados, banderilleados y muertos a estoque, también nos los comemos, y están riquísimos, por cierto.
ResponderEliminarAún hay esperanza, estos días atrás los toros se están tomando la revancha: Rivera Ordóñez, José Tomás, Pepín Liria...
ResponderEliminarAún no entiendo cómo hay gente que paga hasta 200 euros por ver un espectáculo tan cruel.
Vaya España...
Pozí, PCB, hay unas cuantas recetas exquisitas. Y estoy con Tortlon, la siesta es sagrada.
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