NOTICIA 298ª DESDE EL BAR: CANICHU EN LAS MEJORES PANTALLAS

Quise hacer una película del Oeste, ser uno de esos pistoleros como Doc Hollyday, lleno de tuberculosis batiéndose a muerte en primera línea de fuego en el O.K. Corral. O quizá uno de esos malvados que James Bond no puede eliminar hasta el final de la película, cuando descubre todos los planes exactos de Spectra para dominar el mundo. Tampoco estaba mal eso de viajar en secreto en busca de Kurtz en plena guerra del Vietnam, o ser uno de los soldados del comando de "La Vaquilla" que va al pueblo enemigo en fiestas para intentar aguarles los festejos. Incluso ser un soldado de las tropas de asalto en Tantooine. O uno de los personajes de "Los Intocables de Elliot Ness". O un hermano Marx. Alguien dijo que yo era Woody Allen en personalidad, y cierta persona repitio hace unos días, a un año de aquella frase de otra persona, que yo era Woody Allen en esencia.

-Ahora que tienes el pelo corto tendremos que irnos a California.
-Bueno, pero necesitaremos una mesa de billar.
-¿Para qué?
-Para jugar.
-Te vas a tener que leer mis cómics.
-Y tú tendrás que leer mis facturas.