Con los pies en el suelo he de decir que he pasado a la acción social militante en el trabajo. Empecé ayer. Harto de ver a jubilados gastándose la jubilación en las máquinas tragaperras, tras una semana de observación, me di cuenta que muchos no sólo buscaban la gratificación de los pequeños premios (con la ilusión en los grandes). Muchos lo hacían porque se sentían obligados a ir al lugar, al creer que somos sus amigos los trabajadores de allí al darles comida y bebida gratis, cosa que en realidad, como expliqué, era un truco de la casa de juegos para tenerles más tiempo malgastando su dinero y enriqueciendo al dueño de las máquinas. Algunos se dejan un promedio de 30 a 50 euros diarios. Algunas veces lo hacen sólo por obtener café y bollos gratis, lo que es un absurdo si atendemos que café y bollos pueden obtenerlos en cualquier cafetería por un promedio de 2 a 3 euros. Es por ello que a aquellos que ya les voy cogiendo el truco del porqué van allí a perder sus pensiones (¿qué harían si lo supiesaran y vieran sus nietos?) les he dejado de servir en bandejas los bollos, directamente se los he dado envueltos en papel diciéndoles que así se los pueden comer tranquilamente en otros sitios si tienen cosas que hacer. Probablemente no tengan nada que hacer en su jubilación, o casi nada, pero estoy seguro que esa frase y ese acto les da libertad para irse antes. No obstante en el día de ayer hasta dos ancianos y una anciana habituales (con carro de la compra incluído ella) sólo se gastaron 5 euros y se fueron felices con sus bollos gratuítos en los bolsillos. Se habran ahorrado entre 15 y 25 ó 35 euros que se hubiesen gastado del otro modo.
Acción, si algo no te gusta, acción. Sólo con palabras no se solucionan las cosas, estas son muy necesarias, siempre, por múltiples razones, pero necesitan el apoyo de acciones. Y, con los pies en el suelo, eso es lo que hago, lo que estoy haciendo en mi trabajo. El resto de clientes habituales, los ludópatas, son otra historia. No se les facilitaría tan fácilmente que se vayan sin gastar tanto dinero (que en sus casos llegan a ser sus sueldos enteros, endeudando los del mes siguiente, o cantidades de hasta 3.000 o más euros), pero al menos, acción con los ancianos, que muchas veces se dejan engañar creyendo saber lo que hacen. Hay quien dice, en los círculos donde me muevo, y con una tradición de décadas, que debemos infiltrarnos en todos los sectores de la sociedad y cambiarlas desde dentro. Avanzar de este modo a otra sociedad más justa. No sé si eso nos llevará a algo, pero al menos me ayuda a ser coherente conmigo mismo en la medida de lo posible, y creo estar ayudando a esta gente que se gasta sus pensiones embobados con las tragaperras y engañados con unas falsas amabilidad y generosidad de la casa de juegos.
Reflexión, palabras y acción, con los pies en el suelo.
¡Eres tan íntegro! Yo sabía que no te ibas a quedar de brazos cruzados después de lo que has contado. Vaya desde aquí mi apoyo moral, ya que no puedo aportar mucho más.
ResponderEliminarCreo que así sí le encontrarás algún gusto a ese trabajo, sintiendo que aportas algo a esa gente que va a perder lo poco que le queda.
Un abrazo.
Si fuera jubilado y me gastase los cuartos en el salón de juegos me gustaría que me atendieses tú (Dame un bollo)
ResponderEliminarSaludos
Dices "Acción, si algo no te gusta, acción". Justo es el lema que a veces utilizamos en los escoltes.
ResponderEliminarL'acció és la nostra opció.
Gracias por la lucha. Sí se puede.
Un fuerte abrazo revolucionario.
LILIANA: La acción es de todos. Todos hemos de contribuír (y me estoy dejando los pulmones en mi trabajo). Un saludo.
ResponderEliminarPAREIDOLIA: Pues nada, te voy guardando unos bollos y preprándote el café ¿con leche, solo,cortado, americano...?
EVA: "Espero que almenys tots i totes aquells que hem tingut el pòster penjat a l'habitació o que hem passat per l'escoltisme continuem tenint l'acció com la nostra opció principal per transformar i que des dels diversos fronts segueixin lluitant i educant per transformar." Como ves al citar tus palabras leí el enlace que me haces a ese antiguo post tuyo. Lo leí. Las cosas empiezan por nosotros, no sólo nos vienen das, si no que también las transformamos o las perseveramos, de cada uno de nosotros depende. Un saludo.
Pues... el café americano, si us plau. Espero que tengáis bastante cambio en la máquina, yo por unos bollos soy capaz hasta de vender mi colección de chapas
ResponderEliminarSaludos
qué bien saber que hay más gente que sueña acción!!
ResponderEliminarcon los pies en la tierra.
coherente y comprometido...
empapándote hasta los huesos, sobreviviendo a la desidia y la apatía que gobierna el mundo.
Gracias por ser quien eres.
un beso y un sueño de bollos.
Todo pasa por uno mismo. De afuera, entra y luego sale para dar la vuelta y volver a entrar, formando el símbolo del infinito. La acción hace que ese flujo tenga más sentido, que lo controlemos un poco y lo llevemos hacia mejores lugares.
ResponderEliminarBien por vos, por tomar una situación en apariencia adversa y aprovecharla para mejorar el bienestar de la gente. Como dijo Liliana, no te ibas a quedar de brazos cruzados.
PD: Esos bollos, ¿de qué están hechos? Todos parecen desearlos pero desde este lado del Atlántico los únicos que conozco eran de yuca y de maíz. Sabrosos, cierto, pero no como para dejar la colección de chapas... jeje.
Andrés: dame un bollo de yuca que esos aún no los he probado (te lo cambio por una chapa)
ResponderEliminarSaludos
PAREIDOLIA: hmmm... la colección de chapas... en las fútbol, no sé porqué, en mi barrio siempre me tocaba jugar con las de Inglaterra, y con las de la vuelta ciclista mis amigos de infancia tampoco me dejaban pedirme a Perico... carajo, yo quiero la chapa de Perico Delgado, si la tienes empezaremos a hablar de negocios. ;P
ResponderEliminarAMANDINE: bueno, en realidad lo que digo es muy simple y está al alcance de cualquiera. cualquiera puede hacerlo. Un salduo.
ANDRÉS DAVID: pues son magdalenas, bollos de pan de leche, de crema, rellenos, de chocolate, de nata, sobaos... hay variedad, pero no tenemos pastas. Un saludico.
Ole, ole y ole. Un millón de aplausos y un abrazo enorme que me han entrado ganas de darte cuando he leido este post.
ResponderEliminarSoy de las que piensan que la vida nos lleva a ciertos lugares por algo, ahora ya sé porque estás trabajando ahí.
Hoy me siento orgullosa de ser lectora tuya.
Un beso
Eres un sol.
ResponderEliminarEso está muy bien, pero cuida que no se enteren los jefes porque si no, dudo que puedas seguir ejerciendo de infiltrado y favoreciendo a esos ancianos. Besos,
ResponderEliminarbueno, si se enteran los jefes se sigue el ejemplo claro que sale en la película "american beauty"
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