He realizado ya muchas entrevistas de trabajo en los últimos dos años, algunas comentadas en este blog y otras no. Acabo de realizar una para una casa de juegos, una extraña mezcla de casino y recreativo para adultos. Ruletas con casillas rojas y negras, máquinas tragaperras, alcohol, tabaco, africanos, chinos, europeos del este, muchos ancianos y adultos españoles con caras que esconden historias de vete a saber qué o de vete a saber qué vicios, alguna cara un tanto entre ludopata y de... ¿quién sabe?... Todo en un viejo edificio del centro de la ciudad de los siglos XV o XVI, remodelado y redecorado por dentro con esa oscuridad que sólo saben dar las luces de neón sobre paredes pintadas de colores excitantes a los nervios.
La experiencia me dice que no debo confiar en que me llamen para trabajar. Pero si me llaman para trabajar me han dado condiciones extraordinarias. Radicalmente se me ha pedido un corte total de mi pelo, ni siquiera corto pero un poco largo, no hablo de medias melenas, simplemente totalmente corto. Me dan medio uniforme y el resto me lo busco yo. Me hablan de 1400 euros al mes, pero una parte en nómina y el otro en sobre... ¿propinas? No lo sé, es posible, muy posible. Turnos rotatorios de mañana y tarde, algunos fines de semana laborales, jornadas de tres días a ocho horas y el resto a diez u once. Si me toca caja yo me responsabilizo de su dinero, si falta algo yo debo responder con mi dinero de lo que falte aunque la falta no sea culpa mía, ¿por qué esta norma, ya ha ocurrido algo en este sentido? Debo complacer a los clientes siempre que sus peticiones sean razonables, se me puntualiza. Todo esto en una oficina que no tenía nada que ver con el resto de la sala de juegos, una habitación de paredes de hormigón mal rematado encaladas de pintura blanca, con apenas espacio para moverte y bajo una luz fluorescente blanca mortecina, de las que te marcan todos los vicios de tu vida en la cara. Sin ventanas, en el interior de un pasillo del viejo edificio del siglo XV. Tal vez coja el trabajo. No es el más halagüeño de los trabajos desde un punto de realización personal, pero necesito dinero, y ese sueldo no lo ofrecen hoy por hoy así como así. Tal vez me corte el pelo... Pero ya digo que la experiencia me pide prudencia, al menos hasta que me llamen de nuevo, pues entonces será que les intereso. Sería algo peculiar, como cuando limpié aquel gimnasio. La cuestion es que necesito dinero. Sí, me gustaría trabajar de algo relacionado con la Historia, o con la secretaría, o vendiendo libros de una forma informada, seria y útil, y me gustaría ser útil sobre todo a la sociedad, me gustarían tantas cosas como las cosas de estos dos años en el desempleo buscando esa clase de trabajo sin que lo haya en ningún sitio para mí. No sé si me llamarán, pero si lo hicieran... necesito el dinero.
La experiencia me dice que no debo confiar en que me llamen para trabajar. Pero si me llaman para trabajar me han dado condiciones extraordinarias. Radicalmente se me ha pedido un corte total de mi pelo, ni siquiera corto pero un poco largo, no hablo de medias melenas, simplemente totalmente corto. Me dan medio uniforme y el resto me lo busco yo. Me hablan de 1400 euros al mes, pero una parte en nómina y el otro en sobre... ¿propinas? No lo sé, es posible, muy posible. Turnos rotatorios de mañana y tarde, algunos fines de semana laborales, jornadas de tres días a ocho horas y el resto a diez u once. Si me toca caja yo me responsabilizo de su dinero, si falta algo yo debo responder con mi dinero de lo que falte aunque la falta no sea culpa mía, ¿por qué esta norma, ya ha ocurrido algo en este sentido? Debo complacer a los clientes siempre que sus peticiones sean razonables, se me puntualiza. Todo esto en una oficina que no tenía nada que ver con el resto de la sala de juegos, una habitación de paredes de hormigón mal rematado encaladas de pintura blanca, con apenas espacio para moverte y bajo una luz fluorescente blanca mortecina, de las que te marcan todos los vicios de tu vida en la cara. Sin ventanas, en el interior de un pasillo del viejo edificio del siglo XV. Tal vez coja el trabajo. No es el más halagüeño de los trabajos desde un punto de realización personal, pero necesito dinero, y ese sueldo no lo ofrecen hoy por hoy así como así. Tal vez me corte el pelo... Pero ya digo que la experiencia me pide prudencia, al menos hasta que me llamen de nuevo, pues entonces será que les intereso. Sería algo peculiar, como cuando limpié aquel gimnasio. La cuestion es que necesito dinero. Sí, me gustaría trabajar de algo relacionado con la Historia, o con la secretaría, o vendiendo libros de una forma informada, seria y útil, y me gustaría ser útil sobre todo a la sociedad, me gustarían tantas cosas como las cosas de estos dos años en el desempleo buscando esa clase de trabajo sin que lo haya en ningún sitio para mí. No sé si me llamarán, pero si lo hicieran... necesito el dinero.
Ojalá te llamen si es lo que verdaderamente deseas.
ResponderEliminarCada uno sabe hasta que punto hay necesidad como para aceptar un trabajo para el que intelectual y culturalmente está sobrecualificado.
Pero si te vuelven a contactar, tú intenta llevarlo lo mejor que puedas, verás como cuando menos lo esperes la vida te regala un sitio en el que sentirte pleno a nivel vocacional.
Un beso canichu.
hay que trabajar de lo que sea, pero lleva cuidado, una vez que te entrampes, ten por seguro, que no trabajarás en lo que quieras... siempre tienes la oposicíon, que es basante mejor que nada en el caso de que no vayas a hacer lo que te gusta..
ResponderEliminarCreo que necesitas ese trabajo que te proporcione los medios económicos que te hagan vivir mejor para enfrentarte con más fuerza al reto de conseguir el trabajo que realmente mereces. Por eso confio en que te llamen, de verdad, ojalá lo hagan.
ResponderEliminarAnimo y ya contarás.
En todos los trabajos uno puede hacer un aporte de lo que sabe, de lo que aprendió. Muchas veces hay que aceptar un trabajo por el dinero que ofrecen, con ese tipo de condiciones (corte de cabello, uso de faldas para nosotras, etc.), pero si te quedas esperando por el trabajo ideal, se te pasarán los años... Es al revés, quizá, trabajando te muestras y al mostrarte, te descubren.
ResponderEliminarEspero que este sea el caso. Porque tienes mucho para dar.
Yo también llevo el pelo largo y en cualquier entrevista la primera condición ha sido su corte. Cosa que me fastidia bastante...
ResponderEliminarSuerte!
:S suerte?
ResponderEliminarBarrunto un empleo ideal para alimentar tu febril mente literata, eso parece plagado de una fauna con variopintas historias.
ResponderEliminarSaludos!!!
Lo que decís es razonable. Lo he pensado yo también. Y pienso qué mal es toda aquella con capacidad de contratar en otros trabajos y te alaban pero nunca te contratan... es algo falso. Hablo de otra clase de trabajos.
ResponderEliminarY si Tortlon, creo que este trabajo, si me lo diesen me va dar muchas historias.
Saludos y que la cerveza os acompañe.