Mari me ha pedido subirla el ánimo, con uno de mis escritos, en el comentario que me hizo en el anterior post de este blog. Leo su blog y últimamente pienso que necesita realmente subir su ánimo. Así que correspondo su petición y le dedico este relato. Lo escribí en un bar llamado La Ruína. salía en plan lobo estepario, como otras veces y me entretuve escribiendo unos poemas acompañado de cerveza, de chicas guapas desconocidas a las que no supe presentarme, y de varias de mis propias preocupaciones. Esta mañana al despertarme, releí los poemas y decidí cambiar algunas partes, unirlos y añadir partes... e intentar además crear un pequeño cuento para llevar un poco de optimismo a quien pidió el escrito "between something and nothing" ("entre algo y nada"), de tal modo que salió este relato resacoso de cerveza venido de la borrachera de aquella resaca. A fin de cuentas yo estoy igualmente afectado por mi vida aunque me divierta y salga. En el interior esta mi sensación de vacio existencial, de saber que hay dos cosas importantes que quiero conseguir en mi vida, aparte de otras cuantas, y soy incapaz de obtenerlas. Así que hago este intento de cuento con mensaje optimista para mi y para Mari y para todos los que en estos tiempos necesitan animarse aunque sea un rato. Espero que te guste Mari y que te levante el ánimo aunque sea un instante, el instante en que lo leas. Un saludo. Que la cerveza os acompañe.
P.D.: El dibujo es una creación a medias entre el Vaquero de la Vaca Flaca (bar de culto ya en este blog, me parece a mí, o de referencia cuando menos, junto al Flamingo) y yo mismo, hecho sobre el reverso de un boleto de apuestas futbolísticas como siempre no premiado.
HACIA ARRIBA
Todos miraron hacia arriba. Mirar hacia arriba era algo habitual. Últimamente casi todos lo hacían. Entre tanto, por debajo de sus miradas, la pequeña japonesa recogía sus historias y las metía en una bolsa. Las vendía más tarde en un mercadillo de ilusiones. Algunos las compraban caras, pero eran los menos, casi todos preferían las baratas. No por el valor de lo simple, si no por la escasez de su dinero.
P.D.: El dibujo es una creación a medias entre el Vaquero de la Vaca Flaca (bar de culto ya en este blog, me parece a mí, o de referencia cuando menos, junto al Flamingo) y yo mismo, hecho sobre el reverso de un boleto de apuestas futbolísticas como siempre no premiado.
HACIA ARRIBA
Todos miraron hacia arriba. Mirar hacia arriba era algo habitual. Últimamente casi todos lo hacían. Entre tanto, por debajo de sus miradas, la pequeña japonesa recogía sus historias y las metía en una bolsa. Las vendía más tarde en un mercadillo de ilusiones. Algunos las compraban caras, pero eran los menos, casi todos preferían las baratas. No por el valor de lo simple, si no por la escasez de su dinero.
Todos miraron hacia arriba y entretanto los fabricantes de sueños iban tomando nota de ellos, de cada uno de ellos. Les observaban mirar hacia arriba y ellos no sabían que los observaban. "Este mira cuarenta y cinco grados arriba, hacia la montaña", "esta mujer, noventa grados, hacia el cielo, parece observar aquella nube, la forma de la nube es un corazón, es blanca y espesa, más o menos grande", "este joven mira ciento veinte grados arriba, mira el sol, no lleva protección en sus ojos y mira". Y así anotaban los fabricantes de sueños, y nadie les veía.
Todos miraron hacia arriba y entretanto los perros vivían a costa de sus bolsas de la compra y de tumbarse a descansar a la sombra de ellos.
Todos miraron hacia arriba y entretanto Larry era un visionario, visionaba las cosas desde la soledad y se engañaba, porque cortaba las rosas que le daban y las espinas se las clavaba. Era un visionario del futuro en su actualidad.
Larry era un tipo extraño, tenía nombre extranjero. Todos le conocían en el barrio, pero ninguno le conocía como ser humano. Larry era un vodka en la mano. Las mujeres le huían y no le encontraban los trabajos. Larry era lo que se dice un deshecho para los inhumanos.
Todos miraron hacia arriba y entretanto la pequeña japonesa le vendía a Larry una esperanza. Larry la compró barata, no tenía dinero, se la compró por un beso. Los fabricantes de sueños se fijaron, lo anotaron y le crearon una ensoñación. Todos los perros miraron hacia arriba y de nada se enteraron.
Larry era un tipo con suerte. Dentro de sus escombros tenía una nueva esperanza, vendida y comprada. La pequeña japonesa le visitaba y los fabricantes de sueños les adoraban. Larry era lo que se dice un tipo raro.
Todos miraron hacia arriba y los de arriba hacia abajo.
Daniel L.-Serrano.
Alcalá de Henares, 10-11 de Marzo de 2007.
Daniel L.-Serrano.
Alcalá de Henares, 10-11 de Marzo de 2007.
Un vodka en la mano, un deshecho para los inhumanos, ese párrafo... Besos.
ResponderEliminar¿Sabes? Sinceramente, creo que deberíamos abandonar la cerveza. Haz dicho algo sumamente importante: "A fin de cuentas yo estoy igualmente afectado por mi vida aunque me divierta y salga. En el interior esta mi sensación de vacio existencial, de saber que hay dos cosas importantes que quiero conseguir en mi vida, aparte de otras cuantas, y soy incapaz de obtenerlas". No hay más que releerse :((( En cuanto a Mary espero que le hayas levantado el ánimo en "la ruina" :-O Nah, sabes que escribes muy pero muy bien. Lo malo del caso es cuando uno está rodeado de chicas guapas :) Eso no hace bien :) Salud!!!
ResponderEliminarthanks Daniel....en serio
ResponderEliminarmi abuela me decía siempre esta frase "Procura cuando caminas, coger la flor de las cosas que es sabio tomar las rosas sin clavarse las espinas"
Cuando murió, hace pocos meses y lejos de mí, escribí la frase en una cinta y me la até en la muñeca. Espero nunca se me caiga
Kisses for you
...algunos solemos mirar de frente, y nos encontramos cosas hermosas como esta :)
ResponderEliminarsi, Larry definitivamente es un tipo afortunado.
Besoteee
Creo que todos queremos aquello que nos cuesta obtener, que no sabemos cómo conseguir, que nos quita el sueño. El cuento de Larry es significativo y muy hermoso. Creo que más que levantarnos el ánimo, nos has puesto la solución en las manos.
ResponderEliminarUn abrazo a ti, a Mari y a todos los que hoy estén un poquito tristes.
La noche y las musas se dieron cita aquella noche mezclándose con la espumosa inspiración que te invadió...vaya danza más seductora!
ResponderEliminarMirar hacia arriba si estás abajo o hacia abajo si estás arriba, el caso es aspirar a lo que no tenemos a nuestro alcance.
ResponderEliminarcreo que algún que otro pequeño malentendido en alguno de los comentarios, pero como son pequeños los paso por alto, no tienen importancia, además, quizá me confunda y quien malentienda el comentario sea yo. Por otra parte os veo a la mayoría existencialistas al estilo Schopenhauer... y n o es por tirarme el rollo de "mira que conozco al autor este"... es que eso de siempre se aspira y quiere lo que no se tiene y cuando se tiene se quiere otra cosa ("el hombre es voluntad") es muy de él. En todo caso, aunque se pueda entender así lo que he escrito no iban por ahí los tiros, no iba exactamente por ahí la intención. Un saludo a todas y un beso.
ResponderEliminarMuy bueno canichu. Ojalá se pudieran comprar las ilusiones para poder dejar de vivir de ellas. un saludo.
ResponderEliminarMari, la frase de tu abuela es bueniiisima. La mia tb murió hace poco. yo lo que llevo es una pulsera suya que yo le había regalado y la llevó hasta el final. un beso mari.
pero las ilusiones es lo que nos hace vivir... desde mi punto de vista. vaya. Un saludo.
ResponderEliminarbonito homenaje, canichu
ResponderEliminarSalud
Larry tenia la clave que los ciegos no vemos.
ResponderEliminarPero còmo diablos era tan sencillo y no me di cuenta.
Besos
tienes razon, canichu, pero muchas veces se hacen eternas ilusiones, y una se desespera...
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