Tengo la impresión de que voy a recibir quejas por lo enorme de este post, pero en realidad es menos largo que otros informes de Historia. Me explicaré para los que se han incorporado nuevos al blog. De vez en cuando, perdido en el tiempo, cuelgo algo de Historia en el blog, porque me gusta la Historia y porque me gusta mostrar lo que normalmente no se ve en Historia. A veces cuelgo a modo de anécdotas de personas o sucesos o de música... Pero a veces este espía elabora informes extensos para el Alto Mando de este bar, vosotros. Sé que algunos no lo leeréis, por lo extenso o porque no os interese el tema. Pero siempre digo lo mismos, cuando surgen estos informes de tarde en tarde divido el post en dos, uno primero sobre mi vida o comentarios y luego el informe de espionaje que realicé. Podéis leéreos sólo la primera parte, más breve, o bien leer las dos partes. Para los que no os querais quedar ciegos suelo recomendar aumentar la letra de la pantalla o bien imprimirlo en papel si os interesa mucho. Bueno, ya sois todos mayorcitos para decidir lo que queréis leer y cómo. De momento, con esta explicación a los que se han incorporado últimamente me basta. Os recuerdo que anteriormente traté sobre Zamiatin y la distopía, el corsario Walter Raleigh, Nicaragua en el siglo XX, el primer exilio de los españoles en Francia tras la guerra civil, la historia de mi familia hasta los bisabuelos, la historiad e Alcalá de Henares, Cádiz en 1947, los comuneros, y alguno más. Eso de los informes extensos. Los otros, los anecdóticos de Historia y relacionados con mi vida ya los habréis visto, Layla, Picasso, Beatles, Who, Chopin, el Minotauro, etcétera. Un abrazo y beso para todo el mundo. Que la cerveza os acompañe. Al próximo post vuelvo a mi relativa cortitud de párrafos.
EL INFORME CONQUISTA ESPACIAL.
EL INFORME CONQUISTA ESPACIAL.
Dice una de las noticias de la actualidad de este 5 de diciembre de 2006, que la National Aeronautics and Space Administration (NASA), la agencia aeroespacial norteamericana, ha anunciado su intención de volver a pisar el satélite natural de nuestro planeta. Esta vez su intención, dicen, es instalarse de forma permanente allí y realizar las investigaciones pertinentes para lograr los avances y supervivencia de la vida en La Tierra, aunque se entiende que se refieren a la vida humana, pues las otras formas de vida terráqueas (vegetal y animal principalmente) bien podrían sobrevivir con la concienciación y actuación de un cambio de aptitudes en nosotros, los humanos. No entendí bien si hablaban de planearlo para el año 2020, o bien si para dentro de 20 años (2026). En principio la base lunar para astronautas tendría material para cuatro años de vida, al menos que se realizasen operaciones para prolongar la vida en tal base, ese sería el principal objetivo del inicio de la colonización del Sistema Solar por parte humana.
No me adentraré hoy en si es moral o no las inversiones en las investigaciones espaciales mientras hay otros problemas en La Tierra, o en los avances que esas inversiones han introducido en nuestra vida actual. Personalmente, y sin adentrarme en los porqués, creo que tales investigaciones, aparte de poder ofrecernos ventajas tecnológicas e informativas que podrían ser de gran valor, puede ayudar a la unidad y amistad de las naciones a muy largo plazo, del mismo modo que Otto Von Bismarck supo en el siglo XIX que la colaboración de los diversos Estados de origen alemán en la construcción de un ferrocarril común daría en buena parte la unidad que formaría el Segundo Imperio Alemán. No entraré en el porqué lo creo, como digo, mi intención en este informe es muy otra. Sin embargo sí citaré que hace meses, creo que aún en verano, Harry Reddish ya publicó algo sobre la conquista espacial y sus posibles réditos, siendo muy interesante aquel post suyo como los comentarios que generó. Sólo apunto que la NASA, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Rusa y la Agencia Espacial Japonesa, tarde o temprano acabarán acordando sin condiciones que ante proyectos más ambiciosos se necesita mayor colaboración, ya sea económica, de conocimientos, de experimentación, de esfuerzo, etcétera.
La noticia que la NASA da hoy sobre sus proyectos de la base lunar, casi coincide en fecha a las declaraciones que apenas dos días antes realizó el científico Stephen Hawking, quien realizó la teoría del Big Bang como creación del Universo, acerca de que la supervivencia del hombre dependerá de que logre colonizar el Sistema Solar, cosa que según él es posible. El mayor obstáculo para él está en los combustibles químicos que las actuales aeronaves espaciales usan hoy día, pero confía en que como tantas otras ideas sacadas de la ciencia ficción, la utopía y la distopía (ver mis informes sobre Zamiatin, Orwell, Huxley...), se alcance la tecnología de propulsión que se ve en las películas de la saga Star Trek. Cosa que no ve imposible, aunque sí aún lejana y por investigar acertadamente.
Teorías "trekies" de Hawking aparte, el ser humano ha soñado desde antiguo con viajar al espacio exterior, imaginando en él innumerables posibilidades. Mas, ¿cuándo empezó a pensarse fuera de la ciencia ficción, la utopía o la distopía, la posibilidad real de atravesar los umbrales de La Tierra?
Mucha gente sitúa el comienzo de la carrera espacial en el cambio de rumbo que sufrió la balística tradicional durante la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945) al inventarse los cohetes y con ellos los misiles. Pero la respuesta no está ahí. Está en el Imperio Ruso de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en un ruso de provincias (de Riazan) llamado Konstantin Eduardovich Ziolkovsky (también grafiado como Ciolkovskij).
Ziolkovsky había nacido en 1857, hijo de un inspector forestal del funcionariado zarista. Su familia le alentó a los estudios hasta el punto de realizar grandes sacrificios económicos. En 1867, a los diez años, sufrió la escarlatina y le cambió la vida al completo. No fue bien curada y le dejó sordo, lo que implicó que desde esa infantil edad sufriera la soledad social y la creación de un mundo interior propio. En sus declaraciones biográficas él mismo dijo que su infancia fue el periodo más triste de su vida. Su mayor referencia fue la biblioteca de su padre, donde leyó tal cantidad de libros que desarrolló una inteligencia inusual a tempranas edades. Cosa que le permitió en la juventud ir a Moscú para estudiar matemáticas superiores, interesándose por algo que por entonces era ciencia ficción: la posibilidad de la navegación aérea (aún no existían los aviones, aunque sí los globos aerostáticos, y más allá (como él dijo): " un sistema que permita al hombre recorrer el vacío cósmico".
En la Universidad de Moscú estudia Matemáticas, Astronomía, Física y Química, sin apenas dinero, usando el que le podían enviar sus padres, el cual gastaba sobre todo en libros de texto. Sólo solventó sus problemas económicos cuando dos años después de sus estudios universitarios logró un puesto de profesor en un pequeño pueblo ruso, Borowsk (en Kaluga). Lo que no se sospechaba muy bien en aquel pueblecito es que en sus horas libres estudiaba la posibilidad de crear un cohete a combustible líquido (desde el 1200 existían cohetes no dirigidos propulsados por pólvora en China) y los problemas de las relaciones de masa. Era lo que se podría llamar un sabio loco.
En 1892 se le trasladó a la escuela de Kaluga, con 35 años. Logró allí lo que le otorgó por primera vez cierto reconocimiento, el primer túnel aerodinámico de Rusia. Ganó con ello popularidad y publicaba libros. En 1896 conoció la obra de A. P. Feorodoff, "Nuevos Principiosde Navegación Interplanetaria", el cual era más ciencia ficción que posible ciencia auténtica. Pero tal libro le apasionó tanto a Ziolkovsky que desde entonces se propuso llevar a la realidad todo aquello de lo que había hablado Feorodoff. Era un tema que se transformó en el eje de su vida, en el sentido de su vida.
En 1903, con 46 años, empezó le aceptaron publicar en la revista "Panorama Científico" su artículo de investigación "La Exploración de los Espacios Cósmicos con Aparatos a Reacción". En él dio las claves básicas para crear cohetes que reunieran las condiciones necesarias para salir de La Tierra al Espacio Exterior. Hablaba de mezclar oxígeno e hidrógeno como combustible, de una cabina de tripulantes, de depuradores de aire para sobrevivir en el cohete, de toberas de eyección, de timones... y con datos científicos estaba describiendo en la teoría lo que en 1942 se hizo realidad material en los cohetes V-2.
1903 deparaba más sorpresas, pues los avances aerodinámicos estaban muy desarrollados. Lo hermanos Wright lograron el primer vuelo a motor controlado de la historia, iniciando la era de los aviones. Era una noticia esperanzadora, pese a que los estudios de Ziolkovsky iban por otros derroteros, pero venía a demostrar que lo que era ciencia ficción y utopía, podía transformarse en realidad.
En 1907 el norteamericano Lee Chadwick intentó llevar a la realidad práctica los cohetes de la teoría de Ziolkovsky, aunque sin ambicionar llegar al Espacio. Falló. Y dio tiempo a que llegará la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918) y la revolución rusa (1917). Los soviéticos en el gobierno confiaron en las ideas de Ziolkovsky, pues buena parte de su proyecto político se basaba en el progreso de la ciencia como parte de la felicidad del hombre, al menos en la teoría (es de destacar ciertos documentales de la época sobre los avances en Moscú, aunque contienen mucha propaganda). Le dieron tal cantidad de subvenciones que pudo dedicarse a sus estudios sin dar más clases en colegio alguno. Tuvo hasta su propio laboratorio. Y tanto investigó en la teoría que llegó a diseñar en 1920 el proyecto de creación de un satélite artificial.
Publicó desde 1922 la mayor parte de sus libros, "Sin gravedad", "Fuera de La Tierra", "Las riquezas del Universo", etcétera, muy teóricos, pero muy útiles en el futuro relativamente cercano y lejano. A su teoría se le unió la de otro científico, un alemán, Hermann Oberth, que publicó en 1923 otra obra sobre la posible creación de un cohete con combustible líquido. Otro estadounidense, R. H. Goddard, volvió a intentar en 1926 llevar a la práctica la creación de esos cohetes, pero igualmente falló, pese a haber logrado que despegara. La base de la teoría era correcta, pero había que perfeccionarla.
La teoría la perfeccionó un alemán, Wernher Von Braun (1912 - 1977). Por entonces era un joven cuyas ideas no eran muy tomadas en serio en la Alemania postbélica. Pero en 1934, con 22 años, logró lanzar un cohete que funcionaba con la mezcla de oxigeno líquido y alcohol. Ziolkovsky moriría al año siguiente, el 15 de Septiembre de 1935, en Rusia, con 75 años, pero había vivido lo suficiente como para ser coetáneo de alguien que había logrado un primer vuelo de un cohete, parte del sueño de su vida. El lado oscuro era que ese alguien era un joven alemán en el Tercer Imperio Alemán gobernado por Adolf Hitler desde 1933.
En 1936 Von Braun visitaba a altos mandos militares alemanes con la idea de convencerles para que le subvencionaran sus estudios. No era tenido muy en serio, todo aquello les parecía fantasía, no imaginaban que se pudiera revolucionar la balística y transformarla en otra cosa. Pero logró entrevistarse con Adolf Hitler, quien confió en su proyecto y puso para él dinero, material, equipos y un laboratorio secreto custodiado por militares. La Segunda Guerra Mundial estalló en 1939 al invadir los alemanes la frontera polaca, aunque ya antes se habían anexionado otras zonas como el Sarre, Checoslovaquia o Austria. Lo proyectos de Von Braun pasaron a ser vitales, sobre todo desde que los triunfos militares germanos tropezaron con la defensa británica de su isla. Los bombardeos convencionales no servían y Hitler quería demostrar una verdadera muestra de superioridad militar. Los estudios de Von Braun alcanzaron al fin en 1942 la posibilidad real de crear cohetes misil, en principio sin dirigir, pero capaces de ser propulsados desde suelo alemán hasta Gran Bretaña. Eran los llamados Vergeltungewaff ("armas de represalia" sería su traducción), conocidos como cohetes V-1 y V-2. Los bombardeos fueron terribles. El apogeo de estos ocurrió en 1944, cuando el Desembarco de Normandía hacía estragos en los frentes del Oeste, mientras los del Este alemán eran un sucederse de derrotas a manos de los soviéticos.
La guerra acabó en 1945 con la toma del búnker de Berlín por la URSS y posteriormente con las explosiones de las bombas nucleares sobre Japón. El nuevo enfrentamiento se iría perfilando en lo que quedaba de década como una Guerra Fría entre las potencias occidentales lideradas por USA y los países sovietizados liderados por la URSS. Von Braun, anticomunista, fue rápidamente aceptado en USA para poder continuar sus estudios, si era preciso combinados con los estudios nucleares. La carrera estratégica (en todos los campos, militar, social, político, etc.) entre USA y URSS de cara a demostrar su fuerza implicó la investigación de estos cohetes y por ende de la carrera espacial.
Feliz hubiera sido Ziolkovsky si hubiera sabido que sería la URSS el primer gobierno en poner en órbita el primer satélite espacial artificial de La Tierra. Él mismo escribió la teoría científica en 1920, como se dijo. Ahora, tras muchos estudios, la URSS lanzaba en 1957 (aniversario de los 100 años del nacimiento de Ziolkovsky) el satélite Sputnik 1. Una fecha homenaje que sin duda le hubiera hecho llorar de emoción si hubiera estado vivo. Pero hubiera llorado más aún al ver como ese mismo año se lanzaba el Sputnik 2 con el primer ser vivo terrestre y que ello era posible, siendo la perrita Laika (Ladradora sería la traducción) la primera cosmonauta de La Tierra (astronauta era el término de los anglosajones).
USA tomó nota y dio por comenzada la carrera espacial de la Guerra Fría. Eisenhower creaba la NASA el 27 de Julio de 1958 y lanzaron el satélite Explorer, proyecto dirigido por Von Braun. Poco después lanzaban a un mono, Ham. En 1959 la URSS fotografiaba la cara oculta de La Luna. En 1961 otra vez la URSS ponía en el espacio la Volstok 1, con el primer ser humano dentro, un cosmonauta de profesión militar llamado Yuri Gagarin (1934 - 1968), que estuvo en órbita. USA posteriormente lanzó a Alan Shepard, otro astronauta militar veterano de la Guerra de Corea que realizó un vuelo suborbital. Otro norteamericano, John Glenn, sería el primero de USA en estar en órbita. En 1962 un satélite norteamericano lograba acercarse a Venus. En 1963 la URSS logra mandar a una mujer al espacio, Valentina Tereshkova, logrando no sólo cierta igualdad en los sexos, sino también la demostración de que la situación gravitacional del espacio exterior afectaba por igual o muy parecido a los organismos del hombre y de la mujer. USA hizo lo propio. En los siguientes años se mandan diversos satélites y sondas al espacio y a otros planetas, pero sobre todo a La Luna para investigarla. Mientras en 1965 la URSS lograba el primer paseo espacial de manos del astronauta Leonov. Fue la URSS quien pudo posar una sonda en La Luna para averiguar sus condiciones al año siguiente, mientras USA lograba en 1968 poner en órbita un satélite de observación al satélite. Al menos oficialmente hasta la fecha USA fue quien se dijo que coronó la carrera espacial al poner a los dos primeros hombres sobre La Luna, Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin (Collin se quedó en la nave, Apolo 11, para poder regresar todos a La Tierra cuando estos abandonaran la superficie lunar). Un cuarto de la población mundial vio tal suceso por la televisión, mientras otros tantos lo oyeron en la radio o lo leyeron en la prensa.
El sueño de Ziolkovsky se estaba haciendo cada vez más realidad. Sólo que en 1972 se interrumpieron los viajes a La Luna con el viaje del Apolo 17, por su falta de rentabilidad y lo que se dijo falta de resultados (en la población comenzaba a haber desinterés). En 1975 USA y URSS acordaron que las investigaciones espaciales no debían ser usadas con fines bélicos y pasaron a la colaboración entre sí, simbolizándolo con el ensamblaje en el espacio entre las naves espaciales Apolo 18 (USA) y Soyuz 19 (URSS). Desde entonces se inició una etapa donde se exploró mediante satélites y sondas al resto de planetas del Sistema Solar y la galaxia en general. Los vuelos Viking, Voyager o Pioneer se hicieron famosos. Incluso se creó un transbordador espacial en 1981, el Columbia. Las fotografías en color de Venus en 1982 fueron todo un avance. Pero estas colaboraciones tuvieron un punto de desencuentro cuando el presidente norteamericano Ronald Reagan impulsó su programa Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE, conocido con el nombre de la película Star Wars, Guerra de las Galaxias). Su idea era crear un abanico de misiles nucleares que pudieran ser lanzados desde el espacio contra la URSS o cualquier otro gobierno enemigo de USA. El proyecto no se llevó a cabo, al menos que se sepa oficialmente, aunque George W. Bush quiso retomarlo como escudo de paraguas antimisiles en 2001 (antes del 11 de Septiembre, en principio el proyecto quedó bloqueado pues los sucesos del 11 de Septiembre hicieron pensar a los políticos de USA de entonces que sus problemas de defensa no estaban en el espacio). Sea como sea la URSS se quiso poner a la altura, poniendo en órbita por ejemplo el transbordador Buran en 1988, el gasto económico que le ocasionó fue tan elevado que fue parte del final del gobierno soviético en 1991.
En 1984 se lograba hacer un paseo espacial sin tubos de conexión a la nve, simplemente por un traje que admitía la posibilidad de ser propulsado. El primero en usar este dispositivo fue Bruce McCandless, de USA. Pero la carrera espacial sufrió un duro revés en 1986 al explotar en Florida la nave Challenger al despegar. Sólo se reanudaron las salidas al espacio por parte estadounidense tras lanzar otro Columbia con éxito en 1988. Los satélites se perfeccionaban y cada vez eran más capaces de realizar más cosas. Así por ejemplo se realizan reparaciones en el espacio, experimentaciones de sexo, de insectos, observaciones de planetas, mediciones galácticas, analizar La Tierra... Todo esto fue revolucionado cuando en 1990 se puso en órbita un telescopio espacial gigante llamado Hubble y que ha aportado muy valiosos datos sobre el Universo que han dado sus frutos. La estación espacial MIR (de La Federación Rusa) se transformó en la estación más duradera de las habidas, aunque hubo de recibir diversas reparaciones. En 1995 incluso se acopló a la estación norteamericana Atlantis. En ella convivieron astronautas de muy diversas nacionalidades, dando grandes frutos y esperanzas. En 1992 el satélite COBE detectó evidencias de que el origen del Universo realmente pudiera haber sido por el Big Bang (Big Crunch). Ese mismo año Mark Lee y Judy Davis se transformaban en los primeros astronautas en casarse fuera de La Tierra. Se comenzaron a lanzar naves no tripuladas a otros planetas y fuera del Sistema Solar en busca de indicios de vida o de posibilidad de ella. Incluso hubo naves dirigidas directamente al Sol para analizarlo. En 1997 una sonda espacial desarrollada por la NASA, la Mars Pathfinder, lograba posarse en la superficie de Marte y enviar a La Tierra imágenes y análisis del planeta, donde una fotografías hacen sospechar (que no confirmar) la posibilidad de existencia de agua congelada y de que pudo haber existido vida celular hace millones de años.
La investigación de Marte sigue realizándose, pues se quiere pisar el planeta en un plazo de 30 a 50 años. Entretanto, se fueron desarrollando las agencias europeas y japonesas. Japón orienta su investigación buscando creativas formas de financiación. Han llegado a idear la posibilidad de crear un hotel para millonarios en órbita. Lo que sí han realizado es viajes espaciales con millonarios dentro que deseen ver La Tierra desde fuera de ella. La Federación Rusa les imita en este planteamiento y clientes no les falta, clientes cuyo dinero se reinvierte en la investigación espacial, siempre falta de fondos suficientes por lo cara que resulta.
La carrera espacial ha creado grandes ventajas de las que la era de las nuevas comunicaciones (cibernéticas, telefónicas, televisivas, etcétera) son las máximas beneficiadas hoy día (¿quién sabe si un día no les cobrarán las agencias espaciales un impuesto por seguir funcionando correctamente, en busca de su subvención para continuar investigando?). Hawking sueña con la colonización del Sistema Solar, con la revolución de los sistemas de propulsión de las naves al modo Star Trek. Hoy día es ciencia ficción, pero Hawking confía en ello. También en su día el que puso las bases para todo esto, Ziolkovsky, partió de sueños utópicos y de ciencia ficción para crear una teoría sólida desde la que se llegó a la realidad de hoy día. La NASA anuncia hoy su propósito de colonizar La Luna con fines científicos en principio de cara a la futura década de 2020. Yo, como amante también de la utopía, la ciencia ficción y la distopía. Me siento un poco Hawking, un poco Ziolkovsky. También yo quisiera ver esa colonización y dónde nos lleva. Pero soy consciente de que pese a ser joven jamás veré los frutos finales, pues apenas estamos comenzando. No seré yo quien viaje en esa nave USS Enterprise que Hawking dice que es posible. Sin embargo veo los comienzos y me conformo con películas, libros y cómics. Con mi imaginación. También Verne habló desde la literatura de que alcanzaríamos La Luna y cien años después se cumplió. Como historiador pienso que tal vez esas colonias, una vez bien establecidas, con el tiempo querrán tener funciones autónomas, cortar su cordón umbilical, y como todas las colonias que hubo en el planeta La Tierra, más capítulos para la Historia y el nombre de los humanos en la vida. No he de negar aquí que me apasionó leer "Crónicas Marcianas" de Ray Bradbury. ¿Quién sabe qué deparará el futuro?
Sólo quiero cerrar por hoy este informe citando las palabras testamentarias de Ziolkovsky en 1935: "Durante cuarenta años he trabajado sobre el motor a reacción y he pensado que sólo dentro de algunos siglos sería posible un viaje a Marte. Pero los tiempos cambian y las distancias se acortan. Estoy seguro de que muchos de vosotros asistiréis al primer viaje más allá de la atmósfera. Primero, unos audaces trazarán las primeras rutas de La Tierra a la órbita de La Luna, a la órbita de Marte, y después vendrán las líneas regulares: Moscú - Marte, Kaluga - Marte..."
No me adentraré hoy en si es moral o no las inversiones en las investigaciones espaciales mientras hay otros problemas en La Tierra, o en los avances que esas inversiones han introducido en nuestra vida actual. Personalmente, y sin adentrarme en los porqués, creo que tales investigaciones, aparte de poder ofrecernos ventajas tecnológicas e informativas que podrían ser de gran valor, puede ayudar a la unidad y amistad de las naciones a muy largo plazo, del mismo modo que Otto Von Bismarck supo en el siglo XIX que la colaboración de los diversos Estados de origen alemán en la construcción de un ferrocarril común daría en buena parte la unidad que formaría el Segundo Imperio Alemán. No entraré en el porqué lo creo, como digo, mi intención en este informe es muy otra. Sin embargo sí citaré que hace meses, creo que aún en verano, Harry Reddish ya publicó algo sobre la conquista espacial y sus posibles réditos, siendo muy interesante aquel post suyo como los comentarios que generó. Sólo apunto que la NASA, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Rusa y la Agencia Espacial Japonesa, tarde o temprano acabarán acordando sin condiciones que ante proyectos más ambiciosos se necesita mayor colaboración, ya sea económica, de conocimientos, de experimentación, de esfuerzo, etcétera.
La noticia que la NASA da hoy sobre sus proyectos de la base lunar, casi coincide en fecha a las declaraciones que apenas dos días antes realizó el científico Stephen Hawking, quien realizó la teoría del Big Bang como creación del Universo, acerca de que la supervivencia del hombre dependerá de que logre colonizar el Sistema Solar, cosa que según él es posible. El mayor obstáculo para él está en los combustibles químicos que las actuales aeronaves espaciales usan hoy día, pero confía en que como tantas otras ideas sacadas de la ciencia ficción, la utopía y la distopía (ver mis informes sobre Zamiatin, Orwell, Huxley...), se alcance la tecnología de propulsión que se ve en las películas de la saga Star Trek. Cosa que no ve imposible, aunque sí aún lejana y por investigar acertadamente.
Teorías "trekies" de Hawking aparte, el ser humano ha soñado desde antiguo con viajar al espacio exterior, imaginando en él innumerables posibilidades. Mas, ¿cuándo empezó a pensarse fuera de la ciencia ficción, la utopía o la distopía, la posibilidad real de atravesar los umbrales de La Tierra?
Mucha gente sitúa el comienzo de la carrera espacial en el cambio de rumbo que sufrió la balística tradicional durante la Segunda Guerra Mundial (1939 - 1945) al inventarse los cohetes y con ellos los misiles. Pero la respuesta no está ahí. Está en el Imperio Ruso de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, en un ruso de provincias (de Riazan) llamado Konstantin Eduardovich Ziolkovsky (también grafiado como Ciolkovskij).
Ziolkovsky había nacido en 1857, hijo de un inspector forestal del funcionariado zarista. Su familia le alentó a los estudios hasta el punto de realizar grandes sacrificios económicos. En 1867, a los diez años, sufrió la escarlatina y le cambió la vida al completo. No fue bien curada y le dejó sordo, lo que implicó que desde esa infantil edad sufriera la soledad social y la creación de un mundo interior propio. En sus declaraciones biográficas él mismo dijo que su infancia fue el periodo más triste de su vida. Su mayor referencia fue la biblioteca de su padre, donde leyó tal cantidad de libros que desarrolló una inteligencia inusual a tempranas edades. Cosa que le permitió en la juventud ir a Moscú para estudiar matemáticas superiores, interesándose por algo que por entonces era ciencia ficción: la posibilidad de la navegación aérea (aún no existían los aviones, aunque sí los globos aerostáticos, y más allá (como él dijo): " un sistema que permita al hombre recorrer el vacío cósmico".
En la Universidad de Moscú estudia Matemáticas, Astronomía, Física y Química, sin apenas dinero, usando el que le podían enviar sus padres, el cual gastaba sobre todo en libros de texto. Sólo solventó sus problemas económicos cuando dos años después de sus estudios universitarios logró un puesto de profesor en un pequeño pueblo ruso, Borowsk (en Kaluga). Lo que no se sospechaba muy bien en aquel pueblecito es que en sus horas libres estudiaba la posibilidad de crear un cohete a combustible líquido (desde el 1200 existían cohetes no dirigidos propulsados por pólvora en China) y los problemas de las relaciones de masa. Era lo que se podría llamar un sabio loco.
En 1892 se le trasladó a la escuela de Kaluga, con 35 años. Logró allí lo que le otorgó por primera vez cierto reconocimiento, el primer túnel aerodinámico de Rusia. Ganó con ello popularidad y publicaba libros. En 1896 conoció la obra de A. P. Feorodoff, "Nuevos Principiosde Navegación Interplanetaria", el cual era más ciencia ficción que posible ciencia auténtica. Pero tal libro le apasionó tanto a Ziolkovsky que desde entonces se propuso llevar a la realidad todo aquello de lo que había hablado Feorodoff. Era un tema que se transformó en el eje de su vida, en el sentido de su vida.
En 1903, con 46 años, empezó le aceptaron publicar en la revista "Panorama Científico" su artículo de investigación "La Exploración de los Espacios Cósmicos con Aparatos a Reacción". En él dio las claves básicas para crear cohetes que reunieran las condiciones necesarias para salir de La Tierra al Espacio Exterior. Hablaba de mezclar oxígeno e hidrógeno como combustible, de una cabina de tripulantes, de depuradores de aire para sobrevivir en el cohete, de toberas de eyección, de timones... y con datos científicos estaba describiendo en la teoría lo que en 1942 se hizo realidad material en los cohetes V-2.
1903 deparaba más sorpresas, pues los avances aerodinámicos estaban muy desarrollados. Lo hermanos Wright lograron el primer vuelo a motor controlado de la historia, iniciando la era de los aviones. Era una noticia esperanzadora, pese a que los estudios de Ziolkovsky iban por otros derroteros, pero venía a demostrar que lo que era ciencia ficción y utopía, podía transformarse en realidad.
En 1907 el norteamericano Lee Chadwick intentó llevar a la realidad práctica los cohetes de la teoría de Ziolkovsky, aunque sin ambicionar llegar al Espacio. Falló. Y dio tiempo a que llegará la Primera Guerra Mundial (1914 - 1918) y la revolución rusa (1917). Los soviéticos en el gobierno confiaron en las ideas de Ziolkovsky, pues buena parte de su proyecto político se basaba en el progreso de la ciencia como parte de la felicidad del hombre, al menos en la teoría (es de destacar ciertos documentales de la época sobre los avances en Moscú, aunque contienen mucha propaganda). Le dieron tal cantidad de subvenciones que pudo dedicarse a sus estudios sin dar más clases en colegio alguno. Tuvo hasta su propio laboratorio. Y tanto investigó en la teoría que llegó a diseñar en 1920 el proyecto de creación de un satélite artificial.
Publicó desde 1922 la mayor parte de sus libros, "Sin gravedad", "Fuera de La Tierra", "Las riquezas del Universo", etcétera, muy teóricos, pero muy útiles en el futuro relativamente cercano y lejano. A su teoría se le unió la de otro científico, un alemán, Hermann Oberth, que publicó en 1923 otra obra sobre la posible creación de un cohete con combustible líquido. Otro estadounidense, R. H. Goddard, volvió a intentar en 1926 llevar a la práctica la creación de esos cohetes, pero igualmente falló, pese a haber logrado que despegara. La base de la teoría era correcta, pero había que perfeccionarla.
La teoría la perfeccionó un alemán, Wernher Von Braun (1912 - 1977). Por entonces era un joven cuyas ideas no eran muy tomadas en serio en la Alemania postbélica. Pero en 1934, con 22 años, logró lanzar un cohete que funcionaba con la mezcla de oxigeno líquido y alcohol. Ziolkovsky moriría al año siguiente, el 15 de Septiembre de 1935, en Rusia, con 75 años, pero había vivido lo suficiente como para ser coetáneo de alguien que había logrado un primer vuelo de un cohete, parte del sueño de su vida. El lado oscuro era que ese alguien era un joven alemán en el Tercer Imperio Alemán gobernado por Adolf Hitler desde 1933.
En 1936 Von Braun visitaba a altos mandos militares alemanes con la idea de convencerles para que le subvencionaran sus estudios. No era tenido muy en serio, todo aquello les parecía fantasía, no imaginaban que se pudiera revolucionar la balística y transformarla en otra cosa. Pero logró entrevistarse con Adolf Hitler, quien confió en su proyecto y puso para él dinero, material, equipos y un laboratorio secreto custodiado por militares. La Segunda Guerra Mundial estalló en 1939 al invadir los alemanes la frontera polaca, aunque ya antes se habían anexionado otras zonas como el Sarre, Checoslovaquia o Austria. Lo proyectos de Von Braun pasaron a ser vitales, sobre todo desde que los triunfos militares germanos tropezaron con la defensa británica de su isla. Los bombardeos convencionales no servían y Hitler quería demostrar una verdadera muestra de superioridad militar. Los estudios de Von Braun alcanzaron al fin en 1942 la posibilidad real de crear cohetes misil, en principio sin dirigir, pero capaces de ser propulsados desde suelo alemán hasta Gran Bretaña. Eran los llamados Vergeltungewaff ("armas de represalia" sería su traducción), conocidos como cohetes V-1 y V-2. Los bombardeos fueron terribles. El apogeo de estos ocurrió en 1944, cuando el Desembarco de Normandía hacía estragos en los frentes del Oeste, mientras los del Este alemán eran un sucederse de derrotas a manos de los soviéticos.
La guerra acabó en 1945 con la toma del búnker de Berlín por la URSS y posteriormente con las explosiones de las bombas nucleares sobre Japón. El nuevo enfrentamiento se iría perfilando en lo que quedaba de década como una Guerra Fría entre las potencias occidentales lideradas por USA y los países sovietizados liderados por la URSS. Von Braun, anticomunista, fue rápidamente aceptado en USA para poder continuar sus estudios, si era preciso combinados con los estudios nucleares. La carrera estratégica (en todos los campos, militar, social, político, etc.) entre USA y URSS de cara a demostrar su fuerza implicó la investigación de estos cohetes y por ende de la carrera espacial.
Feliz hubiera sido Ziolkovsky si hubiera sabido que sería la URSS el primer gobierno en poner en órbita el primer satélite espacial artificial de La Tierra. Él mismo escribió la teoría científica en 1920, como se dijo. Ahora, tras muchos estudios, la URSS lanzaba en 1957 (aniversario de los 100 años del nacimiento de Ziolkovsky) el satélite Sputnik 1. Una fecha homenaje que sin duda le hubiera hecho llorar de emoción si hubiera estado vivo. Pero hubiera llorado más aún al ver como ese mismo año se lanzaba el Sputnik 2 con el primer ser vivo terrestre y que ello era posible, siendo la perrita Laika (Ladradora sería la traducción) la primera cosmonauta de La Tierra (astronauta era el término de los anglosajones).
USA tomó nota y dio por comenzada la carrera espacial de la Guerra Fría. Eisenhower creaba la NASA el 27 de Julio de 1958 y lanzaron el satélite Explorer, proyecto dirigido por Von Braun. Poco después lanzaban a un mono, Ham. En 1959 la URSS fotografiaba la cara oculta de La Luna. En 1961 otra vez la URSS ponía en el espacio la Volstok 1, con el primer ser humano dentro, un cosmonauta de profesión militar llamado Yuri Gagarin (1934 - 1968), que estuvo en órbita. USA posteriormente lanzó a Alan Shepard, otro astronauta militar veterano de la Guerra de Corea que realizó un vuelo suborbital. Otro norteamericano, John Glenn, sería el primero de USA en estar en órbita. En 1962 un satélite norteamericano lograba acercarse a Venus. En 1963 la URSS logra mandar a una mujer al espacio, Valentina Tereshkova, logrando no sólo cierta igualdad en los sexos, sino también la demostración de que la situación gravitacional del espacio exterior afectaba por igual o muy parecido a los organismos del hombre y de la mujer. USA hizo lo propio. En los siguientes años se mandan diversos satélites y sondas al espacio y a otros planetas, pero sobre todo a La Luna para investigarla. Mientras en 1965 la URSS lograba el primer paseo espacial de manos del astronauta Leonov. Fue la URSS quien pudo posar una sonda en La Luna para averiguar sus condiciones al año siguiente, mientras USA lograba en 1968 poner en órbita un satélite de observación al satélite. Al menos oficialmente hasta la fecha USA fue quien se dijo que coronó la carrera espacial al poner a los dos primeros hombres sobre La Luna, Neil Armstrong y Edwin E. Aldrin (Collin se quedó en la nave, Apolo 11, para poder regresar todos a La Tierra cuando estos abandonaran la superficie lunar). Un cuarto de la población mundial vio tal suceso por la televisión, mientras otros tantos lo oyeron en la radio o lo leyeron en la prensa.
El sueño de Ziolkovsky se estaba haciendo cada vez más realidad. Sólo que en 1972 se interrumpieron los viajes a La Luna con el viaje del Apolo 17, por su falta de rentabilidad y lo que se dijo falta de resultados (en la población comenzaba a haber desinterés). En 1975 USA y URSS acordaron que las investigaciones espaciales no debían ser usadas con fines bélicos y pasaron a la colaboración entre sí, simbolizándolo con el ensamblaje en el espacio entre las naves espaciales Apolo 18 (USA) y Soyuz 19 (URSS). Desde entonces se inició una etapa donde se exploró mediante satélites y sondas al resto de planetas del Sistema Solar y la galaxia en general. Los vuelos Viking, Voyager o Pioneer se hicieron famosos. Incluso se creó un transbordador espacial en 1981, el Columbia. Las fotografías en color de Venus en 1982 fueron todo un avance. Pero estas colaboraciones tuvieron un punto de desencuentro cuando el presidente norteamericano Ronald Reagan impulsó su programa Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE, conocido con el nombre de la película Star Wars, Guerra de las Galaxias). Su idea era crear un abanico de misiles nucleares que pudieran ser lanzados desde el espacio contra la URSS o cualquier otro gobierno enemigo de USA. El proyecto no se llevó a cabo, al menos que se sepa oficialmente, aunque George W. Bush quiso retomarlo como escudo de paraguas antimisiles en 2001 (antes del 11 de Septiembre, en principio el proyecto quedó bloqueado pues los sucesos del 11 de Septiembre hicieron pensar a los políticos de USA de entonces que sus problemas de defensa no estaban en el espacio). Sea como sea la URSS se quiso poner a la altura, poniendo en órbita por ejemplo el transbordador Buran en 1988, el gasto económico que le ocasionó fue tan elevado que fue parte del final del gobierno soviético en 1991.
En 1984 se lograba hacer un paseo espacial sin tubos de conexión a la nve, simplemente por un traje que admitía la posibilidad de ser propulsado. El primero en usar este dispositivo fue Bruce McCandless, de USA. Pero la carrera espacial sufrió un duro revés en 1986 al explotar en Florida la nave Challenger al despegar. Sólo se reanudaron las salidas al espacio por parte estadounidense tras lanzar otro Columbia con éxito en 1988. Los satélites se perfeccionaban y cada vez eran más capaces de realizar más cosas. Así por ejemplo se realizan reparaciones en el espacio, experimentaciones de sexo, de insectos, observaciones de planetas, mediciones galácticas, analizar La Tierra... Todo esto fue revolucionado cuando en 1990 se puso en órbita un telescopio espacial gigante llamado Hubble y que ha aportado muy valiosos datos sobre el Universo que han dado sus frutos. La estación espacial MIR (de La Federación Rusa) se transformó en la estación más duradera de las habidas, aunque hubo de recibir diversas reparaciones. En 1995 incluso se acopló a la estación norteamericana Atlantis. En ella convivieron astronautas de muy diversas nacionalidades, dando grandes frutos y esperanzas. En 1992 el satélite COBE detectó evidencias de que el origen del Universo realmente pudiera haber sido por el Big Bang (Big Crunch). Ese mismo año Mark Lee y Judy Davis se transformaban en los primeros astronautas en casarse fuera de La Tierra. Se comenzaron a lanzar naves no tripuladas a otros planetas y fuera del Sistema Solar en busca de indicios de vida o de posibilidad de ella. Incluso hubo naves dirigidas directamente al Sol para analizarlo. En 1997 una sonda espacial desarrollada por la NASA, la Mars Pathfinder, lograba posarse en la superficie de Marte y enviar a La Tierra imágenes y análisis del planeta, donde una fotografías hacen sospechar (que no confirmar) la posibilidad de existencia de agua congelada y de que pudo haber existido vida celular hace millones de años.
La investigación de Marte sigue realizándose, pues se quiere pisar el planeta en un plazo de 30 a 50 años. Entretanto, se fueron desarrollando las agencias europeas y japonesas. Japón orienta su investigación buscando creativas formas de financiación. Han llegado a idear la posibilidad de crear un hotel para millonarios en órbita. Lo que sí han realizado es viajes espaciales con millonarios dentro que deseen ver La Tierra desde fuera de ella. La Federación Rusa les imita en este planteamiento y clientes no les falta, clientes cuyo dinero se reinvierte en la investigación espacial, siempre falta de fondos suficientes por lo cara que resulta.
La carrera espacial ha creado grandes ventajas de las que la era de las nuevas comunicaciones (cibernéticas, telefónicas, televisivas, etcétera) son las máximas beneficiadas hoy día (¿quién sabe si un día no les cobrarán las agencias espaciales un impuesto por seguir funcionando correctamente, en busca de su subvención para continuar investigando?). Hawking sueña con la colonización del Sistema Solar, con la revolución de los sistemas de propulsión de las naves al modo Star Trek. Hoy día es ciencia ficción, pero Hawking confía en ello. También en su día el que puso las bases para todo esto, Ziolkovsky, partió de sueños utópicos y de ciencia ficción para crear una teoría sólida desde la que se llegó a la realidad de hoy día. La NASA anuncia hoy su propósito de colonizar La Luna con fines científicos en principio de cara a la futura década de 2020. Yo, como amante también de la utopía, la ciencia ficción y la distopía. Me siento un poco Hawking, un poco Ziolkovsky. También yo quisiera ver esa colonización y dónde nos lleva. Pero soy consciente de que pese a ser joven jamás veré los frutos finales, pues apenas estamos comenzando. No seré yo quien viaje en esa nave USS Enterprise que Hawking dice que es posible. Sin embargo veo los comienzos y me conformo con películas, libros y cómics. Con mi imaginación. También Verne habló desde la literatura de que alcanzaríamos La Luna y cien años después se cumplió. Como historiador pienso que tal vez esas colonias, una vez bien establecidas, con el tiempo querrán tener funciones autónomas, cortar su cordón umbilical, y como todas las colonias que hubo en el planeta La Tierra, más capítulos para la Historia y el nombre de los humanos en la vida. No he de negar aquí que me apasionó leer "Crónicas Marcianas" de Ray Bradbury. ¿Quién sabe qué deparará el futuro?
Sólo quiero cerrar por hoy este informe citando las palabras testamentarias de Ziolkovsky en 1935: "Durante cuarenta años he trabajado sobre el motor a reacción y he pensado que sólo dentro de algunos siglos sería posible un viaje a Marte. Pero los tiempos cambian y las distancias se acortan. Estoy seguro de que muchos de vosotros asistiréis al primer viaje más allá de la atmósfera. Primero, unos audaces trazarán las primeras rutas de La Tierra a la órbita de La Luna, a la órbita de Marte, y después vendrán las líneas regulares: Moscú - Marte, Kaluga - Marte..."
La letra blanca sobre fondo negro es muy mala para los ojos.
ResponderEliminarGran entrada, canichu. He leído detenidamente tu informe y me ha encantado. Justo anoche, ¡qué casualidad!, surgió el tema del origen de la carrera espacial. Al leerte, puedo confirmar lo que ya sospechaba y ayer me negaban, que fueron los rusos. Me ha encantado leer de tu parte la vida de Ziolkovsky. Ojalá podamos vernos un dìa y charlar sobre estos temas. Un saludo y felicidades por la entrada
ResponderEliminarSalud
Ah, se me olvidaba, gracias por citarme :D
ResponderEliminarSalud
Otra joya de esas a las que nos tienes habituados. Larga, sí, pero si te comento que tras leérmela me fui directo a por el informe Zamiatin... Y después a por el de la guerra entre España y Marruecos... Así que me has tenido enganchado aquí un buen rato.
ResponderEliminarPor cierto, a ver para cuándo haces un informe sobre el anarquismo en España.
El inicio de tu informe me trajo a la mente "Blade Runner", en la que la Tierra es sólo un depósito de desechos humanos, ya que la vida "saludable" se vive en otro planeta. Esa colonización pareciera ser una certeza de que estamos (hablo de la raza humana) "construyendo" nuestro basurero.
ResponderEliminarApasionante la vida de Ziolkovsky. Es curioso que los que ponen la materia gris sean rusos o alemanes y quienes lo lleven a la práctica sean los norteamericanos. Me pregunto a qué se deberá, si al espíritu práctico de los estadounidenses o a su capacidad económica y a su ambición desmedida.
La carrera espacial es vertiginosa. La cuentas de tal manera que realmente expresa (como si fuera un clip en imágenes) lo que ha sido. Recuerdo haber visto por televisión, en el patio de mi escuela, la llegada del hombre a la Luna. Yo era pequeña, pero recuerdo haberme emocionado como si entendiera de qué se trataba.
Un poco más cerca en el tiempo, una de las inquietantes noticias que recuerdo haber leído fue que no se sabía qué sería de la vida de los astronautas rusos que estaban en la base MIR cuando la Unión Soviética dejó de serlo. La angustia que me dio por esa gente varada en el espacio, que debía esperar que se acomodara el nuevo régimen político para poder volver a la Tierra, me provocó cierta desazón... Sé que soy bastante pesimista, pero creo que aunque el hombre avance en la tecnología y en la ciencia, siempre tendrá ese lado chiquito que le puede hacer fracasar un plan que lleva generaciones de preparación. Dices que Ziolkovsky partió de sueños utópicos, pero quienes lo lleven a la práctica sólo están creando una realidad distópica.
Disculpa lo extenso de mi comentario. Te felicito por tu informe, la lectura ha sido apasionante. Rescato la figura de Ziolkovsky, un soñador. Ojalá su sueño no sea traicionado.
SR. GUTIÉRREZ: Pásala a negra sobre blanco. Un saludaco.
ResponderEliminarHARRY REDDISH: ya sospechaba yo que a ti también te gustaban las historias del espacio.
EL COMEDIANTE: pero tío, si te has leído todo eso... ¿cúántas horas has estado delante del ordenador? ¿aún tienes ojos? Gracias, de todos modos, pero, caray, que esfuerzo... UNa cerveza con gafas de sol para ti.
MARI: se podría mejorar el post, pero me alegra que te gustara. A veces pienso que hay poco en castellano publicado sobre esta parte de la Historia. ¿En USA hay más?
LILIANA: El libro del que sacaron Blade Runner lo conocerás, es de Philip K. Dick (cuyos libros han pasado por el cine varias veces). Se llama ¿Sueñan los andorides con ovejas eléctricas? Y aunque la base argumental es basicamente la de la película, la historia es diferente. LA Tierra no es un basurero, sinop el resultado de radiaciones de una guerra nuclear que hubo. Los que se quedan en La Tierra son los contaminados y los que se van so lo que son certificados como limpios. Para cubrir los trabajos de los que se van se crean ciborgs, que son los que son perfectos mientras los humanmos que se quedan son muy deficientes. De ahçí que los ciborgs quieran ser tratados como humanos y quieran ser libres. Y luego lo del cazador de recompensas y todo eso. Si no lo has leído leelo, es bueno.
Considero que la conquista espacdial aún no es distópica, salvo por lo inquietante que resulta que USA haya propuesto por dos veces sistemas militares de defensa (supuesta) desde sus satélites (puesto que satélites militares ya hay de otra índole). Pero son cosas de las que podríamos tener una conversación interesante si estuvieramos frente a frente. Supongo que se te debio quedar la imagen de Amrstrong en La Luna muy grabada, por otra parte
extiendete en los comentarios todo lo que quieras. Esta bien leer lo que se opina. UN saludo.
Conozco la novela. A eso me refería con lo de basurero: "quedan los contaminados" (de alguna manera, los deshechos humanos).
ResponderEliminarY sobre la política espacial norteamericana, sí creo que haría falta una charla larga. Algún día...