"Las manzanas no caen lejos del Árbol de la Ciencia", le dije. "Sí, cariño", me dijo, "pero es que esto no es el Jardín de Edén, es el Desierto al Este de Edén". Y se fue a su Oasis y yo me tumbé en mi lecho de serpientes. "¡Cariño!", me gritó, "¿aún no sabes que por esto te saludé?" Y miles de escarabajos agujerearon el suelo como si fuera mi carne y me llevaron a ningún lugar, a mi lado, a mí mismo.
Roca donde se rompen las olas, ola donde se rompen las rocas, un punto intermedio entre el desquicio y lo desesperante. Yo en una frase.
Daniel L.-Serrano.
Hecho de menos a la Psicóloga del Bar, a la amiga.
Hay ciertas fronteras que no se deberían cruzar nunca porque cuando las traspasas, nada vuelve a ser igual. Y lo peor, es que hay que aprender a vivir así.
ResponderEliminarSiempre encuentro en tus palabras el viaje que me lleva dentro de mi, el camino sin retorno. Algunas veces uno piensa que debe sufrir para apreciar después verdaderamente la "felicidad". Quizá tu dolor dura ya mucho tiempo, pero no desesperes y empieza a dejar que entre la luz en tu vida. Quizá más cerca de lo que crees alguien puede ayudarte. Mientras, me alegro de poder leer cosas como las que escribes. Y esta noche brindare con cerveza por ti, por algo que un amigo tuyo me contó el domingo muerto de alegría.
ResponderEliminarNo sabría que decirte Daniel...
ResponderEliminarLas experiencias que nos hacen encontrarnos con nosotros mismos son una suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo te firmo aqui por colegueo,pero tengo que leer el post con mas calma para sacar mas jugo a esto
ResponderEliminarEsto sólo me empuja enviarte un abrazo. Así, sin palabras.
ResponderEliminarGracias a todos por los comentarios, y disculpas porque voy a contestar a m. en concreto, pero repito, gracias a todos por los comentarios.
ResponderEliminarM: Hay razones por las cuales mi dolor dura y antes de que acabe el año es posible que haya algún cambio en el entorno del viejo grupo de amigos. No sé a quien te refieres con que puede que haya alguien para ayudarme más cerca de lo que creo, pero que yo sepa no he recibido ayuda de nadie y todo está embotado y embadurnado de barro. Lo de brindar por lo que un amigo te ha contado el domingo... me imagino claramente quien ha sido ese amigo, pero en realidad no hay nada por lo que brindar, porque no hay nadie al otro lado para brindar, y no me refiero a que me falten amigos y conocidos para brindar, y con esto creo que sabes a lo que me refiero. A veces los tratos ocurren, pero son tratos, nada más. No hay que exagerar lo que no existe. Y por lo demás, me alegra que te guste lo que escribo. Viniendo de ti, por alguna razón, me parece todo un halago, y no me preguntes porqué. Te tengo en estima, aunque a veces no sé si lo sabes o valoras, pero es verdad, te tengo estima y afecto. Un saludo, y esa cerveza, aunque no haya nada por lo que brindar, te repito, bien viene un trago entre amigos.
no sé a qué te refieres, en cualquier caso, mucho ánimo y un fuerte abrazo
ResponderEliminarSalud
Contigo en más de una ocasión me ha ocurrido, que recibo más información por las respuestas que haces a los comentarios que por el post en sí. En este caso, ha vuelto a pasar. Es como verte conversar con un amigo, y yo sentada en la mesa de al lado, os escucho sin participar.
ResponderEliminarYo estaba en la mesa de al lado de monologuista y estuve en un tris de invitaros discretamente a una ronda. Ánimo Espía: como dijo William James, "el hábito embota la sensación"
ResponderEliminarTe lo digo por experiencia: Sé cuanto duele pero a veces el poder poner tierra de por medio es la mejor de las soluciones, aunque ahora no lo veas así.
ResponderEliminary mira que no sabía qué decir, y releo y releo el texto... y luego releo los comentarios y releo y releo... y nada. Así que decirte que te sigo leyendo. (y que lo traduzcas para los mortales, leñes!! =P )
ResponderEliminarUn abrazo!
Ciertamente amigo Canichu, encapotadas palabras las del post.
ResponderEliminarMe ha gustado el chiste, más que nada por practicar mi gallego.Saludos!!!