Pasada la Semana Santa presentaré mi nueva novela Los Pasos del Ayer el próximo
Domingo 27 por la tarde, a las 18:00 horas en el Pub O'Malleys
de la calle Goya de Alcalá de Henares.
Los pasos del ayer es una novela en tres partes que narra una historia en torno a unos protagonistas y un oscuro pasado que no quiere irse. Desde un desgraciado suceso justo al final de 1929 en adelante se narra la historia de un periodista y una serie de personajes a su alrededor que se verán envueltos en un asesinato, anarquistas, complots, la guerra, el exilio y el regreso, siempre con la memoria reclamando respuestas ante una muerte siempre viva. Aunque si me preguntaran de qué va la novela en apenas una palabra, diría que su leitmotiv es lo aparente. Es una novela de la apariencia, pero también de la incoherencia. Lo aparente y lo incoherente es lo que marca la obra, pero lo ha de saber ver el lector.
Cuando la estuve escribiendo en sus primeras versiones había numerosas referencias ocultas a lo que realmente estaba narrando. No se decía la realidad de manera directa, sino que el lector más experimentado debía hacer su propia reflexión, tal como ocurre por ejemplo en algunas novelas de Umberto Eco. Según pasó el tiempo pensé que era probable que una gran cantidad de esas referencias pasarían totalmente desapercibidas, por lo que, ante muchas dudas, en las últimas revisiones decidí destapar algunas de las referencias ocultas, aunque aún dejé una gran cantidad de ellas, porque al fin y al cabo la novela tiene en sí precisamente esa característica, por lo que eliminar todos los recovecos ocultos hubiera sido destruir la obra. Ignoro si hubiera sido mejor o peor mantener la novela con todos sus encriptados originales. Ignoro si la novela es buena o mala, pero tal como dije en la Noticia 2382ª, cuando la anuncié, estoy contento con haberla acabado. Y eso es importante, para mí, para mí lo es.
Tengo curiosidad por cómo será recibida tras ser leída, porque apenas he recibido comentarios de los libros anteriores, sólo un par de personas me hablaron de su lectura, y en esta novela, por todo lo que acompaña a su composición me crea curiosidad, y tal vez no sea respondida. Sé que hay personas que me la han pedido ya, pero no sé si es simplemente porque me aprecian por vecino o por tener un libro de alguien a quien han conocido más estos últimos años. El libro objeto y el libro lectura son cosas diferentes, aunque no excluyentes. Ambos conceptos implican diferentes cosas en las personas, e incluso de persona a persona. Cada cual tiene su propia experiencia y valoración.
También una cosa que me daba cierta duda sobre su publicación fue la inclusión de varios poemas de pésima calidad, malos como ellos solos, compuestos adrede, a propósito, al caso, de uno de los personajes y de la trama de lo aparente, son un "MacGuffin", un recurso que implica darle valor a un hecho para impulsar la trama pero que en realidad no tiene importancia alguna y no es relevante, algo muy usado por Hitchcock en el cine. Esos poemas en verso tan malos, sabiendo yo que no he publicado ninguno de mis libros de poesía hasta la fecha, creo que podrían confundir al lector y hacerle pensar que mi poesía de verdad tiene tan mala calidad. Eso me hacia recelar sobre la publicación del libro, pero al final he asumido que los escribí al servicio de la novela y que en realidad, aunque poemas en verso, son parte de la novela y por tanto no deberían frenarme, aún con todo el miedo de que el lector o lectora pueda confundir mi auténtica poesía con esa poesía. Sólo las poesías que aparecen en prosa les daría yo un valor positivo y favorable, hasta el punto de que esas sí pudieran haber ido a un libro de poesía.
Nada hay que no esté cuadrado. Todas las fechas están milimetradas, incluida hasta la programación de la televisión exacta en su día y año, cosa tan imperceptible para el lector, pero que fue un detalle que me llevó un tiempo de investigación. La obra está compuesta como maquinaria de un reloj de relojería.
Es una novela de lo aparente y de lo incoherente en el ser humano, aún cuando la novela puede ser leída de manera sencilla siguiendo la vida de los protagonistas desde su pasado en los tiempos de la República a la Transición, con un crimen del que parte todo, pero, de manera más compleja, en realidad habla de los cambios de las personas, pues no hay persona humana que a lo largo de su vida no cambie y no caiga en incoherencia consigo mismo, lo que nos hace coherentes en nuestro ser.
Tiene tres partes que están dispuestas en tres ritmos. Desde una primera parte de rapidez y acción, a una parte intermedia más pausada y reflexiva que cambia la acción por lo humano, hasta llegar a otra final de ritmo epistolar y casi de lecciones de Historia. Quizá esa última parte es otra de las cosas que me hicieron dudar, pues relaja y rebaja todo el ritmo anterior, yendo yo así a la contra de lo que es recomendable hacer en novela, aumentar el ritmo hacia el final, yo lo que hago es más bien enfriarlo. Es arriesgado, pero es una decisión mía como autor. Por ello tengo dudas sobre si la obra es buena o mala, pero insisto en que estoy muy satisfecho de haberla acabado.
Vuelvo a lo aparente y le sugiero al lector interesado que busque y reflexione. Así por ejemplo comentaré que hay uno de los personajes femeninos con nombre francés en la década de 1950 al que llaman con un diminutivo en París que, quien sepa verlo, sabrá que es el diminutivo que se usa para el mismo nombre en Alemania, pero no en Francia. Lo aparente, lo entre líneas. Se narra por debajo y entre la narración.
Alcalá de Henares, Madrid, el Ebro, París, Orán, Estados Unidos, India o México, son algunos de los lugares por los que transcurre esta obra. Al escribirla no pretendía otra cosa en su origen que entretenerme yo a mí, y, cuando hace años leyó los primeros capítulos una amiga entretenerla a ella. Cuando ella y su hermana me pidieron ser personajes, las introduje de personajes, pero ya no les dí a leer nada más. Nadie ha leído la obra salvo yo, de momento y eso hace que también tenga partes que no sé cómo serán recibidas, lo que la diferencia de cuando escribí Balada triste de una dama. Quise regalársela a un amigo para que la leyera y ofrecerle presentarme o escribir una reseña para Las notas de los cíclopes libreros, pero rehusó.
La presentación será el día dicho en el lugar citado, y dado que empieza también la Feria del Libro Nuevo en Alcalá de Henares, os recuerdo, aunque ya le escribiré entrada propia, que si alguien está interesado y no puede ir a la presentación estaré firmando este y otros libros en la caseta de Domiduca, en la calle Libreros.
Saludos y que la cerveza os acompañe.