lunes, enero 19, 2009

NOTICIA 575ª DESDE EL BAR: OBAMA EN LA HISTORIA

Canción: Nina Simone, "Revolution" (versión en jazz de 1969, la original es de The Beatles, 1968)

Todo el mundo señala esta fecha, la del 20 de enero de 2009, como fecha para la Historia. El actual Imperio del mundo, Estados Unidos de América, nombra por primera vez a un presidente de raza negra. Tengo un amigo que discrepa acerca de que sea un acontecimiento histórico, ya que él juzga que estos sólo son los grandes cambios sociales de verdad, y nombrar a alguien de raza negra para él no es un gran cambio social, sino la misma dinámica social de siempre aunque se materialice en alguien cuya raza aún no se había materializado. Sus argumentos son más complejos, y desde luego el debate es interesante, pero no me voy a meter en sociología o “metafísica de la Historia”. Personalmente sí creo que es una fecha para la Historia. Yo no sé si Obama será un gran presidente o un mediocre presidente. Analizo algunas de las cosas que ha dicho y que han dicho los que le rodean y me hago cargo de ciertas ideas que me suscita, y que no coinciden ni exacta ni totalmente con todas esas expectativas mundiales que ha generado desde el año pasado. Su frase de que el siglo XXI debía seguir siendo para los norteamericanos, repetida hasta la saciedad por los miembros de su equipo y los periodistas más prodemócratas, me hace pensar muchas, muchas cosas. Sea como sea, es un día a señalar. Un día muy importante. Bajo su gobierno, por ser el primero de su raza en ser presidente de USA, se dará posiblemente muchas de las bases para que confíen en futuros presidentes negros según los actos de Obama, pues no hay que olvidar que en USA, sobre todo en los Estados del Sur, la cuestión racial es vital en algunos sectores sociales nada desdeñables en porcentaje.

George W. Bush sale del gobierno con una de las críticas de los politólogos norteamericanos que más le han podido doler, le han llamado “gobierno sovietizante”, por cuanto de cerrado, de “ordeno y mando”, de belicismo, de secretismo y de las artes más maquiavélicas ha hecho gala. Un hombre tan anticomunista como él, que ensalzó la figura de Ronald Reagan, le ha tenido que sentar como un jarro de agua fría por la cabeza. Ahora entra Barack Obama, presuntamente con unas ideas renovadoras dentro de partido Demócrata que le aproxima a la renovación que en su día hizo Kennedy. Obama podría haber honrado a Kennedy precisamente por tener varios paralelismos con él en su discurso y actos, no obstante una de las razones esgrimidas entre otras para justificar su asesinato en 1963 fue su apoyo y medidas para la igualdad racial, que culminó Johnson. Pero Obama ha decidido ensalzar a otro presidente demócrata que también fue asesinado entre otras cosas por abolir la esclavitud (no sólo liberó a los negros sino que hizo diversos tratados de paz con los pueblos indios, que fueron traicionados por su sucesor Grant). Hablamos de Abraham Lincoln, cuyas ideas integradoras (aunque también pesaban otras de otro tipo muy diferente), llevó a la guerra civil a USA y provocó, entre otras razones, a su asesinato en 1865. Obama cogió el tren para acercarse de Philadelphia a Washington el día 17 con el objetivo de tomar posesión de su cargo, igual que él lo hiciera en 1861. Se acercó a la estatua del propio Lincoln en el capitolio y pronunció un discurso el día 18 de enero (aniversario del discurso que en ese mismo lugar dio el reverendo Luther King sobre la igualdad de derechos y que tenía la frase “anoche tuve un sueño”). Y hoy, 20 de enero, toma posesión solicitando usar para el juramento la misma Biblia sobre la que juró el cargo Lincoln. Cosa que se le ha concedido.

El asunto abolicionista en USA no comenzó con Lincoln. Era un debate antiguo desde la misma fundación norteamericana en la década de 1770’, sólo que la mayoría de los padres fundadores eran grandes propietarios latifundistas que no apoyaban la abolición de la esclavitud, y que además veían en esta una injerencia en las libertades de los Estados en origen (durante la guerra contra Gran Bretaña) confederados y tras la Constitución de 1776, federados. La primera mitad del siglo XIX estadounidense asistió a numerosos debates a este respecto entre el los Estados del Norte y los del Sur, teniendo de fondo temas de mayor calado como era la representación mayoritaria en las cámaras de representantes (diputados y senadores) o la gran diferencia económica, cultural y social entre unos Estados y otros. Cuando México ilegalizó la esclavitud tras independizarse en los 1820’, se encontró que sus territorios de Nuevo México (actuales Texas, California, Nuevo México, Oregón, y algún otro) tenían numerosa población emigrante proveniente de USA, de los Estados del Sur, y que no sólo no acataban las normas del gobierno de México, sino que se instalaban con esclavos en algunas zonas. El dictador Santana quiso poner orden y por ello quiso imponer las leyes abolicionistas mexicanas por el medio de la autoridad, USA respondió con una guerra bajo el eslogan “América para los americanos”… que ocultaba en realidad: “para los norteamericanos". Dos guerras méxico-estadounidenses en las décadas de 1830’ y 1840’ no sólo derrocaron a Santanna e inestabilizaron México en una serie de conflictos que se eternizaron, sino que hicieron que Nuevo México fuera parte de USA, reorganizado en varios Estados que en cierto modo estaban en la órbita política del Sur. Las cámaras de representación política estadounidense, y su sistema económico, estaba desestabilizado. La década de 1850’ presentó diversas ocasiones para entrar en conflicto. Pero no se llegó a ello.

Los temas puestos sobre la mesa eran muy delicados. Fuerza política en las cámaras de gobierno (el Sur solía ser más republicano y el Norte más demócrata), choque cultural (el Norte era más anglosajón y centroeuropeo por entonces, y el Sur más europeo al estilo Mediterráneo), conflicto económico (el Norte era industrial y el Sur agrario), conflicto religioso (los protestantes eran más del Norte, los católicos más del Sur), problemas de entender la libertad constitucional (el norte era partidario de ser federados –dirigidos por una cabeza- y el Sur de ser confederados –todos los Estados con los mimos poderes y capacidades de decisión sin cabeza predominante, al estilo de la actual Unión Europea-), problemas de cómo repartirse las nuevas tierras a colonizar hacia el Oeste, y por supuesto el asunto que saltó la chispa de la guerra: el Norte apoyaba la abolición de la esclavitud y el Sur apoyaba la continuidad de la misma (claro que en esto no sólo había propósitos humanitarios o demócratas, sino la posibilidad de debilitar o perpetuar la economía sudista, según el bando, y por tanto su poder político y de influencia). Esa era la principal razón de la guerra según se extendió en un primer momento para ir a la guerra, pero parece ser que el resto de razones tenían un gran peso realmente, y que el asunto federados o confederados tenía tanto o más peso que el asunto de la esclavitud de la raza negra. No obstante, no todo fue blanco o negro, sino que hubo infinidad de escalas de grises durante uno de los conflictos del siglo XIX más interesantes y duraderos en muchos aspectos de toda índole.

Abraham Lincoln era el demócrata más renovador del momento cuyo discurso levantó pasiones. Apostó por la convivencia de todas las razas en USA en perfecto uso de la democracia. Al nombrársele presidente en 1861 la guerra estalló, el Sur no le reconoció. La guerra se prolongó hasta 1865, fue poco tiempo después de acabada la contienda que le mataron de un tiro en la nuca durante una obra de teatro a la que asistía con su esposa. Ulises S. Grant, general y héroe de la reciente guerra, su vicepresidente, pasó a ser presidente, e incluso fue elegido como tal cuando llegó la fecha electoral ese mismo año. Campos de concentración para sudistas, reconocimiento de la necesidad de que el Sur mantuviera leyes segregacionistas para no ir a una segunda guerra civil, inicio de las guerras indias en el Oeste al romperse los tratados de paz realizados por Lincoln, aumento de la criminalidad y los forajidos (época dorada de los pistoleros y los asaltadores y cuatreros), creación del Ku Klux Klan, y, en fin, una serie de circunstancias que en algunos casos fueron malos parches para no avivar las llamas de la guerra.

USA avanzó de esta manera y vivió más debates y episodios raciales, con nombres muy destacados. La Primera y la Segunda Guerra Mundial en la primera mitad del siglo XX puso sobre la mesa la importancia de la población negra, cuyos esfuerzos no eran socialmente recompensados. La década de 1950’ fue la década donde aparecieron numerosas voces negras (y algunas blancas) reclamando su derecho natural de igualdad como seres humanos ante otros seres humanos. Civiles, escritores y reverendos negros figuran ahora en este camino, incluso el boxeador Cassius Clay (posterior Mohamed Alí, claro que el caso de los deportistas y la defensa de la raza negra viene de lejos). Pero en política destaca Kennedy, que se enfrentó electoralmente a la herencia política de Eisenhower en manos de Nixon, en 1960. Le derrotó electoralmente al estilo que Obama ha ganado. Su asesinato en 1963 truncó varias de sus iniciativas políticas, entre ellas las de la igualdad de derechos, pero pudieron ser llevadas a cabo por su sucesor, Johnson, y bajo la contribución de Luther King o Malcom X. La igualdad de derechos se dio, pero en la práctica hubo diferencias significativas que provocaron disturbios raciales en Chicago en 1968, algunos otros en los 1970’, los 1980’, y los 1990’. El nombramiento de Obama como presidente en este 2009, es parte de este camino hacia la igualdad. La comprensión de ver a la persona y no a la raza en un país donde este tema ha sido tan vital en su Historia, es el hecho histórico. Sobre los hombros de Obama hay un gran peso de responsabilidad para asentar el futuro, quizá la mejor forma de llevarlo sea olvidando él mismo la raza, siendo tan sólo persona, como todos.

6 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

Dices que quieres una revolución
Pero sabes
Todos deseamos cambiar el mundo
Me dices que es evolución
Pero sabes
Todos deseamos cambiar el mundo
Pero cuando hablas de la destrucción
Sabes que no puedes contar conmigo
Sabes que estará bien
Bien, bien

Dices que tienes una solución verdadera
Pero sabes
A todos nos encantaría ver el plan
Me pides una contribución
Pero sabes
Estamos haciendo lo que podemos
Si deseas dinero para la gente con mentes que odian
Todos lo que te diré es “hermano, tienes que esperar”
Sabes que estará bien
Bien, bien

Dices que cambiarás la constitución
Bien, sabes
A todos nos encantaría cambiar tu cabeza
Me dices que es la institución
Pero sabes
Mejor libera tu mente
Pero si vas llevando cuadros de Mao
No vas a hacerlo con nadie de ninguna manera
Sabes que estará bien
Bien, bien

("Revolution", The Beatles, 1968)

Mauricio dijo...

Desde luego que la elección de Obama como presidente de EEUU es un acontecimiento histórico, por lo que marcas de su condición de negro.
Pero el tema no es ese. ¿Va a cambiar algo con Obama? Creo, sinceramente, que la gente se está haciendo vanas esperanzas. Obama se debe a los capitalistas y burgueses que le han llevado a la Casa Blanca. Y seguirá por los mismos senderos que otras administraciones demócratas, que no son muy distintas de la republicanas. Solo fijate que Hillary Clinton es secretaria de Estado. Su posición respecto a los bombardeos de Irak en 1998 no era muy distinta que la de Bush en 2003.
No nos hagamos ilusiones. Obama, efectivamente pasa a la historia como el primer presidente negro de EEUU. pero nada mas. ¿Va a cambiar el sistema económico? ¿Se va a pasar del capitalismo al socialismo? Desde luego que no. Por lo tanto no hay revolución por ninguna parte.
Sus promesas han sido muy "radicales" para EEUU, pero tenemos el ejemplo de España. Rodríguez Zapatero prometió multitud de cosas. Y me centro en la cuestión de la llamada Ley de Memoria. De su proposición inicial a lo aprobado va un largo camino que no se parece nada lo primero con lo segundo.
Pues en rasgos generales, lo mismo Obama.
Un saludo revolucionario, pero de verdad.

Canichu, el espía del bar dijo...

En el caso estadounidense está claro que no se trata de formar un gobierno socialista, sino demócrata entendido dentro del sistema partidario norteamericano. Es obvio que el sistema económico no cambiará. Yo voy más allá si nos ponemos a analizar a Obama, más que nada porque aunque creo que será mejor que Bush, he sido muy escéptico en cuanto a expectativas con él, otra cosa es que no haya entrado al trapo en este post. Su frase de "el siglo XXI debe ser para los norteamericanos" es ya todo un indicativo de por dónde irán sus pasos, por muy abiertos de mente que sean (y lo serán, pues excepcionalmente es un presidente que no se crió en USA y que es hijo de una mezcla cultural dada en sitios del tercer mundo). Sin embargo, otras frases como aquello de bajar los aranceles de los productos norteamericanos y subir los foráneos hará una mejora en su mercado, pero empeorará los nuestros. Su postura ante el asunto de Israel y Palestina no varía demasiado de las administraciones anteriores, quizá sea una postura más tipo Clinton o Carter, pero no es tan radical como para apretar las tuercas diciendo "basta ya de desproporción y mala fe". y podría seguir en muchas cosas, pero como resumen sólo anoto que será un buen presidente sobre todo para los que le han elegido, los estadounidenses, más que anda porque le han elegido para ser presidente de ellos, no presidente del mundo. Un saludo.

Liliana dijo...

Yo también tengo mis reservas. Si bien es cierto que la llegada al poder de un afroamericano se da por primera vez, también hay que ver que obedece a la idea de "democracia" que ellos tienen. Yo creo que gobernará para su país, lo que significa que perjudicará a muchos de los países que dependen de los EEUU.
Claro que si lleva a cabo al menos tres medidas esperadas en el plano internacional: el cierre de la cárcel de Guantánamo (y no la creación de otra cárcel), el levantamiento del bloqueo a Cuba y el retiro de las tropas de Irak, lo comenzaré a ver con otros ojos.
Pero, de verdad, con la mano en el corazón, creo que una vez más hay un hombre en el poder que defenderá el famoso slogan "América para los americanos". Y los demás... a su servicio.
Un abrazo y ojalá mi intuición me engañe.

Canichu, el espía del bar dijo...

Pues primer día de gobierno de Obama y decide una moratoria de los juicios de los presos de Guantánamo, y se lía a llamadas con israelíes y palestinos. Puede ser una buena señal (me recuerda a Zapatero en 2004 cuando en su primer día dio por acabada la guerra de Irak con intervención militar española). Sin embargo, llamar a israelíes y palestinos no indica nada, se viene haciendo desde hace mucho (Camp David 1979), y lo de Guantánamo... quizá la cierre, pero por ahí leí que una de las intenciones era mandar a los presos a prisiones reguladas de sus lugares de origen (España tiene españoles allí), lo que es extender la mierda de Bush a todos con Obama de repartidor. Pero como esto es precipitar mucho sin saber la certeza, esperemos a ver a dónde lleva la moratorio de hoy antes de juzgar.

Anna dijo...

Y yo que cada dia lo veo mas blanco...