Un día mierda, como de costumbre, pero me he acostumbrado a una ruina de vida... si no fuera porque tengo el cobijo materno ahora mismo sería un escritor mendigo... o simplemente un mendigo. Como muchos querréis publicar algún libro pues ahí os dejo una oportunidad para los que escriben poesía. Yo lo voy a intentar:
Convocatoria 2006: Radio 3, fundación Gerardo Diego y DVD ediciones
V Premio de Poesía Joven Radio 3.
Bases en: http://www.rtve.es/rne/r3/
El plazo de presentación de obras dura hasta el 15 de Abril. Lo bueno es que el premio es la publicación de la obra y publicidad gratis a través de Radio 3 y lo que se curre DVD Ediciones.
Y ahora al trabajo, a reportar la tercera parte del informe Alcalá. Es la más larga de esta serie. A partir de aquí sólo quedaran otros tres informes Alcalá. Así que estamos en la mitad. Que la cerveza os acompañe.
EL INFORME: HISTORIA BREVE DE ALCALÁ DE HENARES (Edad Moderna, siglos XVI, XVII y XVIII).
Con los Reyes Católicos comienza la historia de España propiamente dicha y la Edad Moderna. El conflicto que le dio origen al reino comenzó sobre 1476, en 1479 España era un hecho por el matrimonio de ambos Reyes. Durante esta época la familia noble más importante de Alcalá, los Antezana, fundaron un hospital convento de beneficencia en la Calle Mayor. Era atendido por monjas. Actualmente dicho hospital sigue en activo gracias a la misma orden conventual, aunque se corre el riesgo de que en pocos años no tengan relevo generacional. Atienden a ancianos sin hogar. Es el hospital más viejo de España en funcionamiento, y probablemente del mundo. En 1486 la Reina Isabel tuvo una entrevista con Cristóbal Colón en esta ciudad para tratar del asunto que daría lugar al viaje que daría como resultado accidental el descubrimiento de América. Esta entrevista podría haberse dado en uno de los dos conventos de una determinada orden conventual o bien en el Palacio Arzobispal, donde pudo ser probablemente. Uno de los conventos posibles es hoy día una sala de exposiciones de arte moderno llamada Casa de la Entrevista. De la misma época destaca en importancia el nacimiento de la hija de la Reina Isabel llamada Catalina, futura Reina de Inglaterra. A esta Reina la historia le reservaría como final la decapitación, al no poder obtener su marido la concesión de divorcio por parte del Papa. Eso iniciaría la escisión Anglicana de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Isabel la Católica tiene actualmente una estatua enfrente del Palacio Arzobispal recordando ese nacimiento, aunque a sus espaldas tiene otro monumento a la convivencia de las tres religiones judía, cristiana y musulmana, ironías del destino. Por otra parte, la ciudad daría a un Santo, San Diego de Alcalá, cuyos restos incorruptos se guardarían en la Iglesia de los Santos Niños.
Si en el siglo XVIII el Rey Carlos III es el mejor alcalde de Madrid, en el siglo XV-XVI el mejor alcalde de Alcalá de Henares será el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, arzobispo de Toledo y confesor de la Reina Isabel. El Cardenal realiza diversas obras de mejora de la ciudad para hacer de ella una ciudad residencial de lujo para arzobispos y Reyes. Derribó parte de la iglesia de los Santos Niños para restaurarla como Iglesia Magistral de los Santos Niños, aunque su nombre real es Iglesia Magistral de San Pedro y San Pablo, que seguirá guardando las reliquias de los Santos Niños. Por entonces fue Colegiata, el título de Magistral se le concedió en 1519, a la muerte de Cisneros. Su importancia estaba en que los Estudios Generales pasaban a darse allí, y no en Santa María. Los sacerdotes de la Iglesia tenían permiso para dar clase y liturgia, lo que no era normal. Sólo existe otra iglesia magistral en Europa, ubicada en Holanda. Otras reformas consistieron en las mejoras del palacio arzobispal, la construcción de colegios y conventos, el empedrado de la ciudad, la creación del alcantarillado que sanease la vida, el encolumnado de la Calle Mayor, el alisamiento de las calles y la creación de la universidad. Cisneros aprovechó los edictos de expulsión de judíos y musulmanes que los Reyes Católicos, tal vez recomendados por él, dieron en 1492, al querer reinar sólo sobre cristianos y no tolerar otras religiones dentro del Reino. A causa de esos edictos la barriada judía del final de la Calle Mayor fue derribada y se creó la Plaza de los Santos Niños que dejaría ver la iglesia magistral. Con los escombros se alisaría los muchos desniveles que sufrían algunas calles, como la Mayor, y se empedraría como símbolo de riqueza señorial y como mejora de la circulación urbana. Las casas judías de la Calle Mayor fueron adquiridas por los cristianos. Los judíos no salieron de Alcalá pacíficamente, pues se tienen registrados ciertos alborotos donde grupos de cristianos acudieron a echarles de sus casas con ánimo de lincharles y quemar esas viviendas. La ida de los musulmanes fue más pacífica. A ellos el Cardenal les compró sus viviendas y tierras, que no fueron bien aprovechadas por los cristianos al no entender sus sistemas de regadío. Cuando en el mismo año 1492 los Reyes Católicos conquistan Granada, Cisneros utilizará mano de obra de presos musulmanes, o de mudéjares (musulmanes presuntamente convertidos al cristianismo) para realizar muchas de las obras que inició. Por ello, la ciudad estará llena de características arquitectónicas de tipo mudéjar. Cuando Cisneros sea regente de España al morir los Reyes Católicos, repetirá tal acto trayendo presos musulmanes de su conquista de la ciudad de Orán, en Argelia.
Con todo, el encolumnado de la Calle Mayor hace de esta ciudad la ciudad con la calle con columnas más larga de Europa, detrás de una calle holandesa. Además, logra transformar, por concesión Real y Papal, los Estudios Generales en Universitarios. Por ello hace de Alcalá de Henares la segunda ciudad con universidad moderna en España, la primera fue Salamanca. Esto ocurre en 1499, aunque no se puede dar clases hasta 1508, ya que se estaban construyendo los edificios necesarios para la universidad. Esta universidad estaba pensada para estudiantes pobres, por lo que muchos estudiantes no tienen recursos y no son, en principio, nobles parte de ellos. La universidad de la época está ligada, por otra parte, a la Iglesia, por lo que la ciudad se llena de conventos.
De la época de Juana I "La Loca" y Felipe I "el Hermoso", se puede decir que, en el Palacio Arzobispal nació Fernando de Augsburgo, hermano del futuro Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano (Alemania). Este personaje de la historia residiría una época en Alcalá. Fernando heredó de su hermano Carlos, en 1555, el Imperio Alemán. Tras la regencia de Fernando el Católico, por incapacidad de su hija, Cisneros regentó España durante dos años a la espera de la venida de Carlos I para que recogiera su trono. En esos años Cisneros intentó acelerar el proceso por el que se debía consolidar la universidad en Alcalá de Henares. Se creó el espacio que en el futuro sería el centro de la ciudad, la Plaza de Cervantes. Ese espacio había sido durante la Edad Media donde se producían las ferias de ganado, de gran importancia comarcal. El gobierno del concejo de Alcalá y el de la universidad eran autónomos, por lo que muchas veces existían peleas a causa del pago de impuestos, la alteración de la vida cotidiana dado la gran llegada de gente de fuera, la construcción y administración de edificios y calles nuevas, etcétera. Una de esas peleas tiene sus resultados visible s hoy día: la Plaza de Cervantes tiene un lado porticado (el del concejo) y otro no (el de la universidad). A lo largo del siglo XVI la ciudad se agrandaría y tendría importancia internacional gracias a su universidad y el Imperio de España en el mundo. La masiva llegada de habitantes nuevos, de carácter universitario, obligó a tirar alguna parte de las viejas murallas, y a construir una cárcel nueva para estudiantes, ya que la población crecía mayoritariamente en hombres (las mujeres no podían estudiar) y estos se peleaban por las mujeres del concejo, insuficientes para todos los posibles amores que podían surgir. Los duelos a espada eran habituales. Las prostitutas vieron un gran negocio en la ciudad y a la mancebía vieja (prostíbulo) hubo de crearse una mancebía nueva en la Puerta del Vado (hoy plaza) para acogerlas a todas ellas y a sus numerosos clientes. Estas mancebías intentaban garantizar un poco de orden y salubridad, de modo que se produjo hasta el hecho insólito de existir en la ciudad una especie de gremio de prostitutas que pagaban impuestos y exigían que se echase de la ciudad a las prostitutas que no perteneciesen a las mancebías. Hoy día ambos edificios son edificios que sirven de vivienda normal.
Por la ciudad pasaron muchos nombres importantes de la historia y de la cultura. Francisco de Quevedo, escritor, embajador y espía, San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, el cual estuvo viviendo en el hospital de Antezana, Pedro López, secretario del Rey, Santa Teresa de Jesús, etcétera. Fue un lugar importante para la Edad de Oro de la Literatura Española (Quevedo, Cervantes, Góngora, Lope de Vega, etc.). Además aquí se asentó una de las tres primeras imprentas que hubo en España, cuya publicación más importante se debe al Cardenal Cisneros, la cual es la Biblia Políglota, que recoge los textos bíblicos en los tres idiomas antiguos de la tradición cristiana. También vienen grandes artistas del Renacimiento y el Barroco que crean obras universales como la fachada de la Universidad (frente a la que en el siglo XIX se le colocó una estatua al cardenal Cisneros), creada por el arquitecto Gil de Hontañón en 1553, o el sepulcro del cardenal Cisneros en la capilla de San Ildefonso, donde trabajaron colaboradores del artista italiano Miguel Ángel Buenarroti, o bien el artesonado del techo del Paraninfo universitario, creado por los mudéjares.
Con el tiempo los Antezana irán a menos, pero lo tratarán de disimular por cuestiones de honor. Pedirán sopa boba, pero lo ocultarán. Esto acabará con ellos en el siglo XVII, pero su casa se puede ver en la calle Victoria, frente a la iglesia de Santos Niños, aunque hoy día esté abandonada en unas obras inconclusas desde finales de 1980 y principios de 1990. Merece la pena, sin embargo, ver la entrada. Por esas fechas se produce otro de los hechos importantes para la ciudad, aunque estas épocas están llenas de ellos. Una familia asentada en Alcalá de Henares se encuentra instalada en la calle Imagen, en una de las casas, que prolonga y hace esquina a la fachada del hospital de Antezana, vive una parte de esa familia, instalada a ambos lados. Son los Cervantes. El padre de la casa en cuestión es barbero, lo que en la época significa también médico para asuntos que hoy día solucionaría una enfermera o un practicante. Realiza sangrías en el Hospital de Antezana. La casa se transformará en la casa natal del escritor universal, junto a William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Saavedra. En realidad la casa es la más probable, podría haber sido otra de la misma calle, pero en el siglo XX se descubrió en ella unos restos de muro que podrían ser de la época del siglo XVI. Por ello, en la segunda mitad del siglo XX se reconstruye allí una casa al estilo moderno y se la da por hecho como la casa natal de Cervantes. La entrada estaría hacia la calle Imagen, pero se la gira hacia la Calle Mayor para atraer al turismo. No deja de ser la casa más probable, aunque no la comprobada. Por otra parte el nacimiento de Cervantes se atribuye a su acta de nacimiento realizada y fechada en Alcalá. Exactamente en la capilla del Oidor de la iglesia de Santa María, donde hoy día se conserva su pila bautismal y la capilla sirve de lugar de exposiciones. Sin embargo, el acta de nacimiento certifica que se le bautizó con cuatro años de edad. No hay un documento anterior que haga referencia sobre él. Pudo nacer en otro lugar, pero teniendo en cuenta la profesión del padre, dónde trabajaba, donde vivía y el acta de nacimiento, Alcalá de Henares es el lugar más probable y el que se acepta hoy día. Pero, se insiste, es el lugar más probable, no comprobado. En todo caso, nació en 1547.
La vida de Cervantes se ligaría a otros lugares como Lepanto, Argel, Valladolid, Madrid, La Mancha... y su vida a la de un militar de fortuna, un preso, un recaudador de impuestos, un desfalcador de dinero... pero sobre todo a la de un escritor. Su obra más importante, una de las cumbres de la literatura mundial, es el libro Las aventuras y desventuras del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, publicado en dos partes. La primera se publicó en 1605, por ello la ciudad ha declarado el año de 2005 de celebración continua por su 400ª aniversario, tal como hizo en 1905 en el 300ª aniversario. La segunda parte es de 1615. Escribió otros varios libros importantes, pero sin duda esta es una obra cumbre de la literatura. Cervantes sólo es comparable al inglés Shakespeare, pero no sólo les unió el talento, sino también una curiosidad, murieron el mismo día y año de 1616. Cervantes en vida pudo gozar de gran éxito y popularidad gracias a sus libros. El Quijote fue traducido a diversos idiomas en su propia época, lo que era algo raro y difícil.
El comienzo del siglo XVII parece prometedor para Alcalá con el éxito de Cervantes, ya que su éxito daba más prestigio intelectual a la ciudad. De hecho siguen pasando por la ciudad grandes nombres, como el ya citado de Quevedo. Pero la universidad, si goza de prestigio, verá comenzar, sin darse cuenta, su decadencia. España se había involucrado en demasiadas guerras y se había arruinado demasiadas veces. La guerra que marcará el principio del fin del Imperio Español será la guerra de los Treinta Años librada en la primera mitad del siglo XVII. Esa guerra entremezcló ambiciones políticas de los diferentes Estados, recelos contra el Imperio Español, ideas independentistas en Portugal, Andalucía, Cataluña y Países Bajos, y odios religiosos. España se mantuvo fiel a la Iglesia Católica Apostólica Romana, la cual culminaba ese siglo su política de la Contrarreforma. Por esa razón España acató todas las resoluciones de la Contrarreforma con ayuda de la Inquisición (cuya época más virulenta fue el siglo anterior). En esa política se incluía la no investigación científica o estudio alguno que se pudiera apartar de la doctrina de la Iglesia basada en las Sagradas Escrituras y los Santos. Por ello, las universidades españolas paulatinamente fueron abandonando los estudios más avanzados para adoptar tan sólo los estudios de la Biblia y los santos, lo que retrasó a España en los avances científicos y tecnológicos. Por otra parte se quiso asegurar que los licenciados fueran cristianos viejos, por lo que se investigó a sus antepasados varias generaciones atrás. Esa investigación debía aportarla el estudiante, lo que encarecía poder estudiar. Sólo los nobles y la alta burguesía rica pudieron acceder a los estudios universitarios, en contra de la idea original de Cisneros. Cisneros planteó tener a los más capacitados para el estudio, el nuevo sistema sólo fomentaba a los que pudiesen pagar dinero por sus estudios.
Alcalá de Henares y su universidad sufrieron todo esto a lo largo de todo el siglo XVII. Aún tenía una población grande para la época en 1690, unos 2.000 vecinos, pero en sesenta años, en 1750, solamente quedaban ya 500 vecinos en Alcalá de Henares. A lo largo del siglo XVII, con todo, se construyeron edificios impresionantes, como el Colegio de Málaga (actual facultad de Filosofía y Letras), la iglesia Santa María de los jesuitas de la calle Libreros (donde estaba el gremio de los libreros), la iglesia de las Bernardas, al lado del palacio arzobispal (cuya planta es ovalada y la cúpula una de las más grandes, con una linterna peculiar, muestra del arte Barroco), o alguno de los patios de la universidad cisneriana, etcétera. En 1601 se había inaugurado un corral de comedias donde se representaban las obras teatrales del momento para la gran población universitaria. Este corral de comedias, en la Plaza de Cervantes, se transformará en el futuro en el teatro más antiguo del mundo en activo. Y todavía en 1687 se quiso reconocer la importancia de Alcalá en el reino. El Rey Carlos II le concedió el título de Ciudad. Este título fue pedido por uno de los titulados de la universidad. Carlos II "el Hechizado" había estado en Alcalá, se dice que, para curarle sus enfermedades, le acostaron una noche con el cadáver incorrupto de San Diego. Aunque no hubo milagro alguno y Carlos II siguió teniendo sus enfermedades hasta su muerte sin descendencia en 1700.
La muerte de Carlos II sin descendencia provocó una guerra civil e internacional por el trono español. De un lado lo reclamaron los partidarios de la rama de los Augsburgo descendiente de Fernando (hermano de Carlos I de España y V de Alemania), que estaba en Austria. De otra parte lo reclamaron los partidarios del testamento de Carlos II, en la persona de Felipe de Anjou, futuro Felipe V de Borbón. La guerra duró hasta 1715 y Felipe fue el primer Borbón de España.
Felipe V inició diversas reformas del Estado, pero él hubiera preferido ser rey de Francia, como le hubiera correspondido. Su reinado, el de sus hijos Luis I y Fernando VI, se preocuparon más por remodelar otros aspectos del Estado español que por preocuparse por la recuperación de la universidad alcalaína. Como ya se dijo, en 1750 la ciudad sólo tenía 500 habitantes, de los que muchos eran parte del clero de los varios conventos que existían. Entre 1704 y 1714 se realiza otro edificio emblemático, la iglesia y convento de San Felipe Neri, pero la ciudad está en decadencia.
La llegada de Carlos III, el rey ilustrado, quiso introducir reformas culturales en la sociedad española. No logró levantar la ciudad complutense, pero hizo algunas pequeñas reformas como la construcción de la Puerta de Madrid. Esta puerta monumental reconocía a Alcalá como una ciudad distinguida. La construyó el mismo arquitecto que la Puerta de Alcalá en Madrid, pese a ser tan sobria en comparación. Ambas puertas están construidas del modo que sobre un mapa se podría trazar una línea recta entre ambas, que indicaría que están enfrentadas de modo que se podría entrar y salir por ellas sin necesidad de desviarse de la vía recta, en otras palabras: indican el camino a Madrid y a Alcalá. Durante el mismo reinado, en 1769, el corral de comedias, llamado Corral de Zapateros, fue techado para poder realizar representaciones en los días lluviosos o de frío.
Pero ni Carlos III ni su hijo Carlos IV evitaron la total decadencia de la ciudad, que más que de la universidad vivía ahora, otra vez, de sus ferias de ganado y su comercio, por mucho que rebosara de cultura y ostentara el título de ciudad. Como mucho destaca la presencia de unos nobles adinerados e ilustrados, la familia Casado, que han dejado un palacete del que hoy se discute si hacer de él un museo.