LOS BEATLES VUELVEN
Los años 1990 van a ver una resurrección de los Beatles y un revival de la música de los años 1960 en mitad de una década cuya revolución musical propia se debatía entre el grunge, el brit-pop y el hip-hop, si acaso la música electrónica o de máquina también tuvo allí un desarrollo interesante en cuanto a lo que a música de discoteca respecta. Como vimos en la anterior entrega, ante el éxito de Oasis, McCartney y Ono se pusieron de acuerdo en 1993 para reeditar los recopilatorios de serie roja y serie azul en Navidades, a pesar de que parte de los beneficios se los llevaría Michael Jackson por una serie de jugarretas económicas. El 30 de noviembre de 1994 sacarían un disco doble con material nuevo gracias a las grabaciones de los archivos de la BBC, el The Beatles, Live at the BBC, que aún estirarían un poco más con un EP extraído del álbum, con alguna grabación no incluída en él, y que se publicaría el 20 de marzo de 1995. Lo que creían que iba a ser consumido por seguidores nostálgicos de cierta edad ante el panorama de brit-pop que copiaba la música de los años 1960, se transformó en un evento en toda regla que arrolló en ventas y creó nuevos seguidores entre la gente más joven que comenzaba a escuchar música, algo que, si bien lo habían deseado, no se habían imaginado que tuviera las cotas de éxito que alcanzaron tras treinta años de evolución musical con estilos mucho más rápidos, salvajes y de letras más osadas. Los jóvenes se acercaron a todo tipo de grupos de los años 1960, de ahí el revival, e incluso les versionaban con grupos propios, anónimos para la Historia muchos de ellos. Lo que no sabía el mundo es que la oferta de la BBC a McCartney y Ono sobre editar esas grabaciones en disco como parte de su colección de archivos sonoros en 1994, le vino muy bien a McCartney y a Ono, pues habían cesado sus peleas y se traían un secreto entre manos que iba a revolucionar 1995. De repente, el The Beatles, Live at the BBC pasó a ser entendido en 1995 como una antesala con entrevistas y conciertos en la radio como promoción de los Beatles a falta de un Lennon vivo que pudiera ir a la radio con el resto de sus compañeros para hacer esto mismo.
Como dije en la anterior entrega, Paul McCartney había ido a New York en enero de 1994 para apoyar el ingreso de John Lennon en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Allí se encontró con Yoko Ono, la cual, sellando las paces de una manera evidente, pues tras la muerte de Lennon en 1980 tuvieron varios momentos de comprensión mutua, pero no de paz, le entregó las cintas magnetofónicas de cuatro canciones grabadas a modo de maqueta sobre las que trabajar que había grabado John Lennon al piano. Contenían "Free as a bird" (Libre como un pájaro), "Real love" (Amor real), "Now and then"
(Ahora y entonces) y "Grow old with me" (Envejece conmigo). McCartney siempre había intentado una reunión de los Beatles desde el mismo momento de la separación en 1970, a pesar de todos los juicios y peleas entre ellos. Lo más parecido, ya lo comentamos, lo logró en realidad Ringo en su álbum homónimo de 1973. Al morir Lennon en 1980 tal reunión parecía ya imposible, pero se podían editar aún muchos recopilatorios y trabajar algo del material descartado de algunos álbumes. O bien, también se barajó, se podían reunir los tres Beatles vivos y usar de sustituto de Lennon a Julian o a Sean, sus hijos. Todo esto no se produjo. Ono había mantenido con firmeza la última palabra de Lennon en este asunto: no, y Harrison tampoco quería hablar de ello, pues no quería volver a ser infravalorado dentro de los Beatles. Pero en enero de 1994 el gesto de Yoko Ono abría una esperanza de reunificación nueva y extraña.
La tecnología informática de los años 1990 había avanzado de manera más que sorprendente, aunque dista mucho de los enormes avances del siglo XXI. Además, los equipos de sonido con todo tipo de funciones también habían sufrido una revolución tecnológica. Tanto que a McCartney y a Ono se les ocurrió experimentar de nuevo y hacer algo que jamás se había hecho: usar viejas y deterioradas grabaciones en cinta para limpiarlas y editarlas de modo que quedasen con un sonido limpio y mezclable con el objeto de montar una canción nueva como si se hubiera mezclado diferentes partes grabadas de una canción actual. La idea era montar una canción como se venía haciendo desde que ellos potenciaron la idea de grabar por partes en 1967-1968, pero con la novedad de someterlo todo a una restauración sonora de una de esas partes y a una adaptación sonora de las partes realmente nuevas. Esto en 1994 era una tarea compleja e inédita. No se había hecho aún. Además había otra cuestión que tampoco se había traspasado hasta entonces, la cuestión ética y la cuestión moral acerca de si era lícito usar la creación inacabada de una persona muerta que, en el caso de Lennon, se había negado a reunirse con sus antiguos compañeros y que, en todo caso, no podría opinar sobre el proceso de creación de lo que resultara. Esto último quedó en manos de Yoko Ono, como su heredera, la cual dio el visto bueno alegando que Lennon seguro que lo querría así. McCartney y Ono le entregaron las cintas a Jeff Lynne, antiguo componente de Electric Light Orchestra (Orquesta Eléctrica Ligera) en los años 1970, el cual desde 1987 era un productor musical que, además, trabajaba en Apple. En total secreto, Lynne debía restaurar el sonido de las cintas magnetofónicas. Apple seguían siendo los estudios de grabación con la tecnología más avanzada, pero disponía de dinero extra si debía invertir en algo. El sonido estaba muy deteriorado por sus condiciones de grabación tanto como por el destrozo del paso del tiempo. Tardó semanas en lograrlo. En ese tiempo McCartney y Ono tenían que solucionar el otro problema de la reunión de los Beatles: Harrison y Ringo.
Ringo no tuvo problemas con volver a formar los Beatles, sobre todo porque sus excesos varios y su ritmo de vida le habían dejado al borde del abismo si no ingresaba pronto una cantidad fuerte de dinero. Lo que ganaba en álbumes y conciertos propios desaparecía tan rápido como entraba en sus cuentas. Un nuevo disco con los Beatles suponía recuperarse. Además, era el miembro de los Beatles que mejor se llevaba con McCartney, habían colaborado varias veces entre sí en aquellos años. El mayor problema era realmente George Harrison, pero, sorprendentemente, Harrison les dijo que sí porque se trataba de honrar a Lennon. Se pensó y se especuló que también él tendría problemas económicos, ya que sus álbumes más recientes habían sido un fracaso de ventas. Años más tarde sabrían porqué Harrison dijo que sí. Lo comentaré en la próxima entrega.
La primera canción sobre la que trabajaron fue "Free as a Bird", porque era la que parecía más recuperable. Estuvo como técnico de sonido supervisor George Martin asistido por Geoff Emerick. Los productores fueron los cuatro Beatles más Jeff Lynne, pues Lennon estaba en cierto modo presente al haber sido él quien grabó la maqueta, quien compuso la canción, quien tocaba el piano y quien cantaba. Se trataba de una grabación de 1977 y la estaban poniendo al día en la primavera de 1994. Los otros Beatles añadieron ideas y compusieron y grabaron sus lineas instrumentales. George Harrison, aparte de meter su guitarra eléctrica, quería introducir un ukelele tocado por él al final de la canción, pero George Martin se lo impidió razonándole que quitaría protagonismo a sus compañeros si tocaba ese final. Años más tarde George Martin se arrepintió de haberle dicho que no ante las circunstancias personales de Harrison, por entonces desconocidas para ellos. La canción quedó a gusto de todos y pasaron a la siguiente canción, que era "Real Love". Fue la misma historia. Tras esta canción comenzaron a trabajar con "Now and then". El sonido estaba muy deteriorado, pero parece ser que se logró hacer algo con ella. Sin embargo era muy floja, muy poco potente, por lo que no les entusiasmó demasiado. Cuando en mayo comenzaron a trabajar en una cuarta canción, esta fue una composición antigua de McCartney y Harrison llamada "All for love" (Todo por amor). Parece ser que en esta canción hubo de nuevo todo tipo de peleas entre los dos músicos acerca de cómo debía componerse las líneas instrumentales, resurgiendo los viejos fantasmas del ego de McCartney y de sentirse minusvalorado Harrison. Hubo una gran discusión sobre la que han guardado silencio todos los presentes, salvo algunos ingenieros de sonido de los estudios Apple. Por eso la siguiente canción de Lennon encontró problemas, se trataba de "Grow old with me". El sonido estaba muy sucio y deteriorado. En principio se dice que los otros tres Beatles no llegaron a grabar con ella ya que Harrison abandonó el proyecto, aunque intentaron limpiarla sus técnicos. Se supone que fue deshechada y que Yoko Ono la aprovechó para incluirla en el álbum The John Lennon Anthology (La antología de John Lennon), publicado el 2 de noviembre de 1998. Si los Beatles hicieron o no algo con esta canción será algo que supongo que nos enteraremos tarde o temprano, pues el proyecto continuó y Harrison estaba en él. Estas canciones darían tres álbumes recopilatorios y un documental de Historia de los Beatles llamados Anthology (Antología). Harrison estuvo presente en todo ello tanto en las grabaciones de los discos y el documental en 1994-1996, como en una reunión que tuvieron pocos años después para grabar una retrospectiva sobre esa obra que se añadiría a la reedición del documental en 2003. Es más, incluso McCartney, Harrison y Ringo salen haciendo una improvisación musical en los estudios y jardines de la mansión donde vivía George Harrison.
Como sea, Anthology 1 se publicó el 20 de noviembre de 1995, Antohology 2 el 18 de marzo de 1996, y Anthology 3 el 28 de octubre de 1996. Si los Beatles planeaban sacar un álbum nuevo con canciones nuevas, no lo sabemos, pero desde luego de aquellas canciones que les entregó Yoko Ono quedó estos discos, el documental y los singles y EP que comenté en la entrega anterior. Anthology 1 contenía "Free as a Bird", Antohology 2 contenía "Real Love", pero Anthology 3 no contenía "Now and then" ni "All for love", lo que fue un poco decepcionante para muchos seguidores tras las enormes satisfacciones de las dos entregas anteriores. El posible disco nuevo que pudo ser y no fue no sólo hubiera contado con las cinco canciones citadas, como especulación propia tras saber este dato a través de un amigo, se sabe que también existe un tema musical llamado "Carnival of light" (Carnaval de luz) que grabaron en plena psicodelia el 5 de enero de 1967, de unos casi catorce minutos de duración, el cual era experimental y con instrumentaciones electrónicas, cacofonías musicales al estilo de "Revolution 9". Esa podía haber sido la canción sexta. McCartney ya ha dicho que quiere hacer algo con ello en el futuro. Asíque está prometida su publicación como canción de los Beatles, ya que tampoco entró dentro de la selección del Antohology 2. Sabemos también, como he comentado en otras entregas, que hay material grabado desde 1968 como para sacar varios nuevos álbumes con temas nuevos, entre ellos un "Helter Skelter" de treinta minutos de duración. ¿Se está planeando ir publicando discos nuevos con cuenta gotas o acaso un disco póstumo de los Beatles para cuando muera el último de ellos? No lo sabemos. Ellos y los de su "familia" que siguen vivos guardan silencio. Sobre todo esto nos informa mucho la comunidad Taringa a través de The Beatles: Now and then (historia), y en cuanto a "Carnival of light", gracias a los dueños del bar El Reloj de Alcalá de Henares que me avisaron, puedo deciros que podéis leer más en "Carnival of light", asociada a Wikipedia.
Los Beatles se tomaron un descanso en el verano de 1994, tiempo para reflexionar de Harrison, y tras esto volvieron para trabajar juntos en el proyecto de la BBC sobre el álbum y el EP de The Beatles, Live at the BBC. Luego retomaron el proyecto Anthology recuperando sus viejas canciones no publicadas, incluso las de antes de ser famosos, descartes y pruebas de canciones conocidas e incluso fragmentos de conciertos nunca antes editados de manera oficial, aunque sí en el mercado pirata. Todo se completaba además con un libro oficial con su Historia contada por ellos y la gente de su "familia", recuperando incluso viejas entrevistas, y un serial documental de televisión de varios capítulos que se retransmitió en primicia en Reino Unido y en USA y acabó siendo visto en todo el mundo y vendido en DVD, incluso ampliado en 2003. La primera edición del documental fue de 1995, lo produjeron los Beatles vivos más Yoko Ono, lo dirigieron Kevin Godley, Bob Smeaton, Geoff Wonforr y Bob Smeaton. Obviamente la recomendación de cine para entender esta época es esta, Anthology. Fue un ejercicio de sinceridad donde no se callaron ni lo bueno ni lo malo, e incluso se hicieron autocrítica. El resultado final es un modo de hacer documental bastante ejemplar que incluso ha creado escuela. Sin embargo, surgieron algunas voces que pidieron aún más autocrítica, al margen ya de los nunca desaparecidos paranoicos partidarios de diversas teorías de la conspiración. En todo caso, en la serie de documentales se ven imágenes de archivo muy interesantes, más entrevistas y participaciones de todo tipo de gente, no sólo de ellos, y con todo tipo de opiniones y de informaciones directas sobre procesos creativos o sucesos de su Historia.
El 20 de noviembre de 1995 salía la primera parte de los Anthology teniendo por avanzadilla en las radios y televisiones el single de "Free as a bird". Tanto el videoclip como la canción en sí misma no está exenta de guiños a la teoría de la muerte de Paul McCartney en 1967 y una posible reunión de Lennon y McCartney en la vida de ultratumba, en el Cielo. Aparece desde el posible accidente de tráfico a determinadas otras pistas paranoicas que apuntó Murray the K en 1969. Obviamente es una broma de ellos, pero también es un magnífico truco para alimentar una polémica que les ayudara a vender como mínimo la leyenda. El disco contiene temas musicales jamás escuchados antes, como las grabaciones de unos Beatles adolescentes en los años 1950 o grabaciones de sus conciertos antes de ser famosos.
El productor de los tres discos fue George Martin, asistido por Mark Lewishon y Allan Rouse, que ejerció de coordinador de todo el proyecto. El técnico de sonido principal fue Geoff Emerick. Otros técnicos de sonido fueron Paul Hicks, Peter Mew, Chris Blair y Chris Brown. En todo el proceso de mezclas de sonido estuvo trabajando Jeff Lynne. Aparte, todas las canciones sacadas de los archivos sonoros de los Beatles contaban con diversos técnicos de sonido que trabajaron aquellas tomas en los años 1960, como Norman Smith, Ken Scott, Hans Westman, Terry Johnson y muchos otros, todos anotados en el libro de notas de cada álbum.
Cada libreto de los tres álbumes incluye notas explicativas de Derek Taylor, que ya estaba cerca de su fecha de muerte, y todas las explicaciones históricas de cada canción son de Mark Lewishon. Se usaron fotografías de varios archivos, principalmente de Apple, y se dejó que todo el proyecto en cuanto a carpeta lo coordinase Richard Ward y The Team. Este diseñó unas carpetas dobles de CD en blanco, lo que no era normal en 1994, cuando los álbumes dobles iban en plástico negro, e hicieron que los libretos, portadas y contraportadas simularan lienzos por delante y por detrás. Las tres portadas son collage con girones de portadas y conciertos de los Beatles. Fue creación de un viejo conocido, Klaus Voorman, que trabajó junto a Alfons Kiefer. También en estas tres portadas se deja espacio para pistas en las que se ríen u homenajean, depende del caso, diversos mitos en torno a los Beatles. Tiene detalles muy estudiados que, si uno se para a reflexionarla, explican brevemente toda la historia de los Beatles, tanto pública como privada. No se trata de fotografías, sino de pinturas en tono entre Arte hiperrealista y Pop. Las tres portadas juntas forman una sola, aunque por separado sirven como carpetas individuales de cada álbum doble de la trilogía. Si se pulsa sobre la imagen que os he puesto podréis ampliar los detalles.
La idea del regreso de los Beatles en dos canciones no está nada mal, gustó mucho. Fue un éxito total de ventas, a pesar de que el estilo era un estilo de rockeros adultos que en principio no tenía porqué gustar a la gente joven, aunque gustase. Se podría hablar de una etapa con mayor producción musical de la que habían tenido y una gran cantidad de instrumentos, con coros y una llamada a la paz y al amor en unos tiempos en los que el grunge lo veía todo muy oscuro. Las discográficas imitaron la táctica con discos que montaron ellas mismas sobre grabaciones de viejas canciones de autores muertos como Nino Bravo, Elvis Presley, Frank Sinatra, Cecilia, The Monkeys y otros. Eran más discutibles, porque no eran una reunión virtual con compañeros de grupo vivos, sino que era una producción discográfica pura y dura para el mercado, funcionó de todos modos. Hoy día esa técnica no nos es nada ajena, está a la orden del día. Hay una gran cantidad de viejas canciones postproducidas en la actualidad con ritmos de ahora con mejor o peor acierto. Algunas son destrozos.
Los Anthology, por otra parte, aunque fueron un gran éxito de ventas, eran discos pensados para mostrar esa reunión imposible de los Beatles hecha realidad, más un intento de explicarse musicalmente ellos mismos, un intento de mostrar su reconciliación y, sobre todo, eran discos que estaban pensados como documentos sonoros para reconstruir la Historia de los Beatles. Por ello no son los discos más recomendables para conocerles una primera vez, ya que hay muchas canciones a medias o muchas canciones aún como esqueleto y no como obra acabada. Lo que hicieron los Beatles fue aplaudido por muchos seguidores y muchos musicólogos, pero muchos músicos les criticaron que mostraran al mundo canciones inacabas y hasta peleas entre ellos en las conversaciones que se oían en el Anthology 3. Sea como sea, montones de músicos consagrados les imitaron. Los discos antiguos de los Beatles se reeditaron y volvieron a colapsar puestos de venta altos en las listas de clásicos. Es digno escuchar las canciones descartadas de 1967, algunas, así como las canciones de antes de ser famosos, en 1958, y también es agradable escuchar cómo en su etapa final de 1969-1970 se entretenían en el estudio tocando improvisaciones sobre viejos temas de rock and roll, o como Ringo Starr tocaba sólos de batería con redobles que jamás llegaba a los álbumes, o como llegaron a interpretar canciones hispanas y del cine mudo en sus inicios. Incluso aparecen los temas de los álbumes individuales de cada uno cuando los compusieron para los Beatles, como el "Come and get it" (Ven y tómalo) de Paul McCartney en 1969, que se incluyó en la película El Cristiano Mágico. Entre los tres volúmenes hay ciento cincuenta y cinco canciones nuevas, tanto entre las realmente nuevas como las versiones alternativas o de conciertos de las ya conocidas.
Tras esta trilogía publicada entre 1995 y 1996, los Beatles sacarían en 1999 Yellow Submarine Soundtrack, que ya comenté en entregas anteriores. Cerraban así la década de los años 1990 con lo que la gente en general consideró un disco deseable como colección, pero innecesario, teniendo pendiente que algún día se edite en CD el The Beatles at the Hollywood Bowl o el The Beatles in Italy. Claro que, después de todo, al ser los Anthology material nuevo e inédito de los Beatles, Michael Jackson no podía beneficiarse de ello, sin embargo de los otros, sí. ¿Serán los años 2010, con Jackson lamentablemente muerto, los ideales para esas reediciones? ¿Quién sabe? Ojalá, pero tal vez se estén reservando para algún momento clave. En todo caso, con los Anthology McCartney y Ono consiguieron lo que querían, Ringo recuperó la salud de sus cuentas económicas y Harrison volvió a no querer saber mucho más de reuniones imposibles. Claro que... aún quedaban los años 2000.